Ariadna

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Andrés paseaba por su cuarto, algo triste. Todos habían olvidado su cumpleaños... Otra vez.

Se acostó en su cama y se cubrió con una manta. Permaneció quieto bajo la manta hasta que alguien tocó la puerta.

Sergio: ¿Se puede?

Andrés: Pasa...

Sergio entró a la habitación, con una caja envuelta en papel de regalo.

Sergio: Feliz cumpleaños, Andrés -deja el paquete sobre la cama-

El pequeño miró la caja fijamente. Sergio le hizo una señal para que abriera el regalo. Dentro había una pequeña cobaya de pelaje color caramelo y ojos muy azules.

Andrés: ¡Que bonita! -saca a la cobaya de su caja-

Sergio: Y... ¿Cómo la vas a llamar?

Andrés: Ariadna.

Sergio: ¿Ariadna?

Andrés: Sí. Ariadna -acarició la cabeza del animal con los dedos- 

Sergio: Pues vale, Ariadna.

La cobaya subió por el hombro de Andrés y le lamió la mejilla.

Sergio: Bueno, diviértete con tu nueva amiga, yo tengo que irme -se levanta de la cama-

Desde la habitación de al lado, se escuchaban los gritos de Nairobi y Martín.

Nairobi: ¡Devuelveme a Axel!

Martín: ¡Ni en broma te lo doy! ¡Cojelo tú!

Nairobi: ¡Profesor! ¡Palermo me quitó a Axel!

Sergio: -suspira- Voy ahora, Nairobi...


Andrés: Oh... Gracias por el regalo, Sergio -dejó a Ariadna en la caja-

Sergio: De nada, ya era hora de comprarte una mascota -sale de la habitación- ¡Palermo! ¡Suelta a Axel!

Martín: ¡Que me lo coja de las manos si puede!

Sergio: ¡Palermo! ¡Suelta el conejo!

Andrés volvió a sacar a Ariadna de su caja otra vez y la miró fijamente.

Andrés: -suspira- Que fácil sería ser una cobaya...




𝙻𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎 𝙷𝚎𝚒𝚜𝚝 <𝙻𝙲𝙳𝙿>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora