Capítulo 4

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Momentos después de que Hijikata y Okita dejaran el restaurante, fui a llevar un pedido.

(La propietaria me ha dicho que el trazado de las calles de Kyoto es muy sencillo y que todo lo que tengo que hacer, es seguir este mapa.)

El pedido de comida que llevaba parecía más pesado con cada paso que daba. Estaba empezando a sentirme de nuevo un poco agobiada y, justo en ese momento...

Ayame: ¡Ahh!

Sentí un pequeño crujido en la parte delantera de mi pie y por un momento, casi pierdo el equilibrio.

Ayame: Whew, ha estado cerca.

Me enderece y mire hacia abajo, para darme cuenta de que una de las cuerdas de mis sandalias geta, se había roto.

................... Flashback .........................

Okita: Cuidado donde pisas.

....................................

(Me pregunto si eso es de lo que hablaba Okita.)

Con cuidado, deje el paquete que llevaba y me agache para mirar mi geta. Mientras estaba agachada, tratando de decidir qué hacer, una sombra cayó sobre mí.

Ayame: Hey, ¡cuidado!

???: ¡Oh!

El hombre se detuvo de pronto, justo antes de pisarme

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El hombre se detuvo de pronto, justo antes de pisarme. Levante la vista para mirarlo, mientras el cerraba el libro que estaba leyendo y bajaba la mirada.

???: ¿Qué estás haciendo ahí abajo?

Ayame: Lo siento. La cuerda de mi geta se ha roto y estaba viendo el modo de arreglarla.

???: Oh, ¿en serio?

Abrió la boca para hablar de nuevo, pero fue interrumpido.

Sakamoto: Okubo, ¿que estás haciendo parado en medio de la calle?

El hombre que estaba ante mí, el cual parecía llamarse Okubo, levanto la cabeza como respuesta. Sakamoto paso a su lado y, entrando dentro de mi campo de visión, miro hacia abajo sorprendido.

Sakamoto: ¿Hmm? ¿Se ye ha roto la cuerda del geta?

Sakamoto recogió el pedido de comida que estaba frente a mí y se lo entrego a Okubo.

Sakamoto: Sujeta esto mientras lo arreglo.

Okubo se metió el libro bajo el brazo y cogió el paquete, frunciendo el ceño.

Ayame: Um, está bien...

Sakamoto: ¿Puedo echar un vistazo?

Sakamoto se agacho frente a mí con una sonrisa y, después de un momento me quite el geta y se lo entregue. Saco un pequeño pañuelo de su bolsillo y, hábilmente, lo enhebro en mi geta.

Destined to love en español [Prólogo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora