Introducción

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Tan cliché como puede sonar, ocurrió una mañana de otoño.

Imaginemos que las historias románticas son reales, que los clichés existen y que puedes vivir la fantasía de las películas de Disney...

Ingresé al segundo año de secundaria en Agosto de 2008, y digamos que nunca he sido una chica a la que considerarías atractiva. Mido un metro con cincuenta centímetros, mi complexión no es para nada delgada. Llevaba el cabello a poco menos de la mitad de mi espalda, siempre amarrado en una coleta semi alta. Mis mejillas siempre se veían rojas, fuese por calor o frío, mi cara parecía un tomate 24/7.

Durante un año completo fui todo, menos una estudiante modelo, fui castigada, suspendida y mis padres se la vivían en la oficina del director. No tengo problemas en casa, he recibido mucho amor y cariño por parte de mi familia, quienes nunca me han puesto una mano encima. ¿El problema?, ¡no podía comportarme en la escuela!, y no me refiero a tener malas calificaciones, muy contrario a lo que pueda parecer, siempre mantuve notas altas y eso me aseguraba participar en actividades deportivas, que me daban algunos beneficios.

Mi abuelo jugaba al Básquetbol desde muchos años antes. ¿Mi interés? Evidentemente era el mismo. Así que, me integré al equipo que correspondía a mi grado.

También participaba en las rutinas de gimnasia, en algunos torneos de fútbol y estaba dentro del "club de canto". ¿Los beneficios? Puntos extra por participación y puntos extras cuando fuéramos ganadores de las competencias. Ah, casi lo olvido... Gané el premio estatal por ajedrez y lectura en voz alta.

Podrías pensar que una chica a quien le interesan los deportes y las actividades extracurriculares sería un modelo ejemplar de buena conducta...
No podrías estar más equivocado, es decir, caería en el cliché: "la niña buena, se enamoró del tipo malo y rudo", y esa definitivamente no es la historia.

Lo que voy a contarte no es una típica historia de amor, ni siquiera entra dentro de lo común. 

Estoy a punto de contarte mi historia, una en donde no se gana, solo queda... Esperar.

秋 (Aki no hanashi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora