SEASON 1 que la oscuridad dentro de ti, encuentre paz en la luz
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Los Hargreeves se encontraban en la cocina, viendo atentamente a Cinco dejar los instrumentos de cocina en la mesa para prepararse un sándwich de mantequilla de maní y malvaviscos. Su platillo favorito del mundo entero.
Carrie recordaba que Vanya siempre dejaba las luces prendidas por temor de que Cinco volviera y decidiera irse por ver las luces apagadas, dejándole un plato de esos ricos sándwiches. Y obviamente, Cinco no se los comía, pero ella si, un día fue cachada por Pogo, quien lentamente apago el foco para volver a su habitación fingiendo que no vio a la pequeña Carrie a las 3 de la madrugada comiéndose la comida destinada para Cinco.
Ese pequeño niño era su mejor amigo, mucho antes que Klaus se convirtiera en el número uno para ella. Se sentía dichosa por tenerlo en su vida. Era la única persona de toda la Academia con la que podía contar, era su mano derecha, su cómplice, su teraupeta. Los dos nunca se separaban.
Era lo más apreciado que Carrie tenía, mucho más importante que su vida, a la cual antes tenía mucha fe. Él fue su primer beso. Tenían 9 años y fue en una noche estrellada, algo que con todo su corazón agradecía, porque si no hubiese sido así, su primer beso hubiese sido con Diego.
Carrie Hargreeves no necesitaba a Superman ni necesitaba al Capitán América o a Spiderman cada vez que tenía miedo o estaba en apuros, pues Cinco siempre estaba ahí para ella a toda hora. Ese Cinco de hace años era único, pero ahora viendo a este Cinco en la actualidad, había algo diferente.
