Capitulo 6

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Todo había transcurrido de forma normal después de nuestro paseo. 

Yo había llevado la camioneta de Embry hasta su casa para que él pudiese llevar la moto. Después el chico me acompañó a la mía y nos despedimos rápidamente.

Estaba agotada debido a todo el ajetreo que había supuesto el día así que me quedé dormida enseguida. 

El lunes me desperté a la misma hora de siempre, me duché y tome el desayuno vestida con una falda de cuadros, un top y deportivas blancas mientras esperaba mis dos amigos para ir al instituto. 

Cuando sentí la camioneta parar en frente de mi casa cogí mis cosas y salí al encuentro de los dos chicos que me esperaban dentro del vehículo. 

Jacob nos contó que hoy terminaría de reparar las motos de su garaje y que mañana por la tarde, iría con Bella a probarlas.

Veía por el retrovisor la cara emocionada de mi amigo y se me encogió un poco el pecho ya que, en mi opinión, la chica de apellido Swan quería muchísimo a Jacob pero no del mismo modo que él la quería a ella. 

Ese pensamiento hizo que mirase a Embry el cuál iba conduciendo y asintiendo a lo que Jake decía sobre su día con Bella y como pensaba acercarse a ella. Recordando los sentimientos que surgieron en mí ayer mientras la brisa del mar me acariciaba con fuerza al recorrer la costa en moto, me pregunté si eso sería exactamente lo que me estaba pasando. 

Tal vez estuviese a punto de descubrir que el mío, también era un amor no correspondido. 

Escuché la puerta de atrás cerrarse y me di cuenta de que ya habíamos llegado al instituto.
Caminé al lado de mi mejor amigo y en todo el día me dediqué a contestar las cosas que me decía pero sin entablar ninguna conversación en particular. 

Para poner la guinda al pastel, en las últimas dos horas de literatura, comenzamos a ver una nueva obra sobre la que deberíamos que hacer un trabajo. 

Romeo y Julieta. 

¿Había formas de amar con tanta intensidad que estarías dispuesto a dar tu vida por otra persona? 

Si me lo hubieran preguntado hace una semana probablemente habría dicho que no sin darle muchas vueltas al asunto. 

Pero la verdad, es que daría mi vida por la de Embry sin pensarlo ni un segundo. 

Resoplé fuerte ante este pensamiento apoyando los codos sobre el pupitre y agarrando mi cabeza con las manos.

Sentí que alguien daba caricias en círculos en mi espalda y supe que era él antes de que se acercase a mi oído y se me pusiesen los pelos de punta al sentir su cálido aliento contra la piel de mi cuello.

- ¿Estás bien? - preguntó.

Giré la cara apoyando mi cabeza sólo sobre una mano para poder mirarle bien y al hacerlo volví a suspirar. 

Tenía el ceño fruncido, claramente estaba preocupado. Sus ojos fijos en los míos intentando descifrar que estaba pasando por mi mente, sin tener ni idea que él mismo era lo único en lo que podía pensar desde ayer. 

Ni siquiera sabía lo que decir. 

¿Estaba bien? 

No. No estaba bien. Nada estaba bien. 

¿Desde cuando había empezado a plantearme mi amistad con Embry? 

Era de las pocas cosas sólidas que había en mi vida, de las pocas personas que estaba segura siempre estarían conmigo. 

¿Que iba a hacer ahora? ¿Decirle lo que estaba sintiendo y arriesgarme a perder su amistad?

El chico seguía mirándome esperando una respuesta que no iba a ser sincera, y teniendo en cuenta la antigüedad de nuestra relación, él iba a saber que estaba mintiendo.

Innegable - Embry CallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora