Capitulo 18

1.3K 86 3
                                    

Aún no podía creerme que me hubiese atrevido a hacerme un tatuaje totalmente improvisado.
Es decir, era pequeño y me encantaba, de verdad, pero temía un poco la reacción de Embry y de mi hermano cuando se enterasen.
Jacob se pasó todo el camino de vuelta a casa diciéndome que estaba loca y que le iban a matar por no impedirme hacerlo, sobre todo cuando Embry le había dicho específicamente que no me dejase hacer ninguna locura.
Al llegar a mi casa Jake se fue porque no quería estar en casa si Embry llegaba y veía la tinta grabada en mi piel.

No había nadie en casa así que me di una ducha sacando la venda que cubría mi piel para limpiarla y echarme crema cicatrizante después.
Cené algo de pasta que había en la nevera y subí a mi habitación a leer mientras esperaba a Embry.
En algún momento me quedé dormida y me desperté más tarde por el movimiento de mi cama. Al girarme vi al chico que estaba esperando acostándose a mi lado.

— Hey — dije con voz ronca frotándome los ojos.
— Lo siento, no quería despertarte — me dio un beso en la frente — Vuelve a dormir.

Me moví para hacerle sitio a mi lado y me acurruqué en sus brazos buscando el calor que me hacía falta para dormir. El me abrazó y volvió a besarme.

— Te quiero — dije suspirando. Escuché su suave risa.
— Te quiero Em — sonreí con ganas al escucharle llamarme por el mismo apodo que ambos utilizábamos.

Cuando sonó mi despertador por la mañana me levanté dejando a Embry en la cama quejándose de lo temprano que era mientras me disponía a tomar una ducha.
Me vestí con una blusa blanca, una falda negra con medias y unos botines.
Bajé a la cocina a preparar café para desayunar y vi a Paul allí.

— Buenos días — le dije con una sonrisa.
— Hola — me miró mientras iba y venía preparando cosas tarareando una canción cualquiera — Estás muy contenta — hizo una pausa y me miró asustado — ¿que ha pasado anoche?
— No ha pasado nada, relájate — suspiró
— No estaré preparado el día que tenga que ver en la mente de Embry a mi hermanita teniendo sexo — empecé a reír.
— Pues, ¿sabes? Creo que es un buen momento para que empieces a prepararte — la expresión aterrada de su rostro no tenía precio.
— ¡Emma! — reclamó — ¡Eres muy pequeña, no puedes hacerlo!
— Paul, tengo casi diecisiete años, no soy para nada pequeña. No quiero ni recordar todo lo que yo tuve que oír desde mi habitación cuando tú tenías dieciséis— él rodó los ojos.
— Pero no es lo mismo — hizo que parase de golpe lo que estaba haciendo para mirarle con las manos apoyadas en la mesa inclinándome hacia él.
— ¿Por qué? — dije con tono amenazante mientras el se encogía en su sitio.
— Ya sabes... porque eres mi hermana pequeña... — dijo bajando la voz mirándome con miedo. Yo fui a recoger el pan de la tostadora.
— Espero que no fueras a decir que es distinto porque soy una mujer — dije acercándome a él por detrás y dejando caer mi mano en su hombro provocando un pequeño salto de mi hermano — Porque si no voy a enfadarme mucho Paul Lahote.

En ese momento se escuchó la puerta de mi habitación abrirse y vimos a Embry bajando las escaleras ya vestido. Él al vernos alzó una ceja supongo que confundido por la expresión que tenía Paul en su rostro.

— ¿Que ha pasado? — preguntó mientras se sentaba en la mesa.
— Pues verás... — empecé sentándome en la silla entre los dos chicos — Aquí Paul, siendo consciente de su gran actividad sexual cuando tenía mi edad, piensa que yo no puedo hacer los mismo — Embry esbozó una sonrisa y miró a mi hermano divertido mientras éste resoplaba — Y estaba a punto de darme una explicación — dije mirando al chico incómodo.
— Vaya... — Embry miraba a mi hermano negando con la cabeza — Te la estas cargando eh Paul — el aludido se levantó de la silla.
— Tengo que irme — dijo cogiendo rápidamente sus cosas y mirándome por un instante antes de dirigirse a la puerta — Puedes tener todo el sexo que quieras, ¿okey? Pero usa protección — abrió la puerta con intención de salir de allí.
— No necesito tu permiso y no soy estúpida — dije gritando mientras él cerraba la puerta de casa y se iba — ¿Puedes creerlo? — Embry me miraba divertido.
— No, no me creo que hayas asustado a Paul tanto que haya huido de casa — me uní a sus risas — Acabo de hablar con Jacob, viene de camino con Quil — asentí — ¿Qué tal os lo pasasteis ayer?
— Bien, le invité a comer básicamente y pudimos charlar a fondo sobre lo que está pasando con Bella.
— ¿Qué va a hacer sobre eso? — preguntó.
— La verdad es que él cree que debe alejarse de ella porque está con un vampiro y me soltó todo el rollo de "enemigos naturales" pero...
— No es ningún rollo — me interrumpió — Es la verdad, somos especies enemigas por naturaleza, Jake no puede estar cerca de ellos, apestan — dijo arrugando la nariz.
— Vale, no sé qué es lo que os pasa con el tema de los olores pero me parece de lo más raro — él soltó una carcajada — Aún así no creo que sea para tanto, ellos no matan a personas y si Jacob la quiere de verdad podrá soportarlo.
— No lo creo — dijo terminando su café mientras yo le miraba con una ceja levantada.
— ¿Insinúas que si yo fuese amiga de los Cullen dejarías de verme? — pregunté.
— ¿Por qué serías amiga de los Cullen?
— Es un caso hipotético— le di un golpe en el brazo — Responde a la pregunta — suspiró.
— Supongo que lo soportaría por ti — me miró con una sonrisa que yo correspondí.
— Pues si a Jacob le importa Bella también lo hará — dije mientras me recogía las cosas del desayuno.
— Ya, pero no es lo mismo — le miré confusa — Nadie nunca ha querido a alguien tanto como yo te quiero a ti — me sonrojé a más no poder provocando una fuerte risa en él.
— Cállate — dije evitando su mirada.

Innegable - Embry CallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora