Capítulo 2: Conociendo el peligro.

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El vuelo fué tranquilo, dormí casi todo el viaje, lo que era un puto desperdicio ya la tía Anna habia pagado asientos en la zona vip. En fin, que se pudra con su dinero.

Seattle es una ciudad hermosa, de altos y elegantes edificios y rascacielos, carteles de neon iluminandolo todo y humedad abrazadora.

La casa de Anna también es preciosa y elegante. Altas puertas que llevan a pasillos largos y angostos, escalones anchos y blancos de marmol que llevan al segundo y tercer piso y costosos adornos abundaban por todo el lugar, todo combinado con la blancura de la casa.

-Tu cuarto está arriba, a final del pasillo a la izquierda, tienes un closet, un baño y un balcón- Anna se saca los zapatos y se dirige hacia arriba. Me preguto si debería hacer lo mismo.- Iré a descansar, el viaje me dejó agotada. Tú si quieres puedes hacer lo mismo o desempacar, como quieras- y dicho eso desapareció en una esquina del segudo piso.

Subo a mi cuarto y desempaco mis cosas. Pongo mi desalineada ropa en el exageradamente enorme ropero blanco, alineo mis 3 pares de zapatos en el enorme closet, coloque unos pocos productos cosmétios en el guardacosmeticos del enorme baño y por último coloco la foto de mi familia en la mesita de noche juto a mi enorme cama. ¿Y ahora que se supone que haga con mi enorme aburrimiento?. Detesto que todo sea tan enorme.

Dormir no puedo, estoy tán energetica como el jodido Bob Esponja.
Mirar TV ya no es una opción, no creo que vuelva a entretenerme algo tan mundano. Conversar, ¿Con quién? jamás estuve más sola.

Mirando la fotografía de mi familia recuerdo un montón de momentos con ellos. El ceño fruncido de mi papá cuando le presenté a mi primer novio, lo nerviosa que se puso mi mamá cuando decidí hacer dieta para adelgazar y gustarle a un chico. Cuando mi hermano Liam me hizo creer yo era adoptada. Lo anciosos que estabamos todos cuando mi hermana Debbie nació.

Momentos en que yo creía que seríamos una familia para siempre, lo daba por hecho. Momentos en los que ni siquiera habia pensado en que en algun momento tendria que despedirme de uno de ellos, menos en que tendría que despedirme de todos.

Ya que estoy sola y no quiero ponerme a llorar denuevo extrañando a mi familia y deprimiendome, decido dar una vuelta por la ciudad.

El edificio en donde mi tia Anna vive queda en pleno centro, asique un pequeño tour será interesante.
Ya habia anochecido y hace fresco. El viento helado penetra mi fina blusa blanca y mis piernas tienen una desagradable sensacion de hormigueo debido al frío. Para mi mala suerte llevo falda. Al llegar a una calle oscura, un hombre de aproximadamente treinta y tantos años está sentado en una vereda bebiendo. Genial. y para el colmo de las genialidades, no habia nadie en la calle, estaba totalmente deshabitado a esepción del hombre y yo.

De acuerdo a mis instintos, doy una media vuelta y emprendo camino por donde habia venido pero comienzo a esuchar pasos apresurados detrás de mí.

-¡Eh, muñeca! ¿tienes dinero para una cerveza?- el hombre se apresuro ahun más y yo comencé a correr, pero me alcanzó.-¿A donde te crees que vas?-

El hombre me tomó fuerte del brazo y me apretó contra una pared.

-N-no te-tengo dinero, d-ejeme ir y n-no dire nada a n-adie- Contensto tartamudeando y con la mente en blanco.

Desliza su nariz por mi cuello. El hombre uele a humo y alcohol. El corazon me late tan fuerte que duele chocando contra mi pecho una y otra vez, el pánico se apoderó de mí.

-¡Suelteme!- forcejeo pero es inútil. Él es mucho mas grande y más fuerte que yo.

-Estas muy bonita- el hombre pasa una de sus piernas entre mis muslos y subie la rodilla. ahogué un grito -Si no tienes dinero, no te puedes ir sin darme nada, bonita.

El hombre comenzó a besar mi cuello y a subir y bajar su rodilla una y otra vez cotra mí mientras subia mi falda. Idiota de mí por ponerme esta puta falda.

Forcejeo todo lo que puedo pero el hombre es más fuerte. Maldito el momento en que decidí salir de la casa de mi tía.

El hombre presiona su cuerpo contra el mío mientras deslizaba una mano hacia abajo, tratando de desabotonar mi camisa. Mi pecho sube y baja muy rapidamente, el aire me era insuficiente, el corazon rebotaba sin parar contra mi pecho.
Dios santo, estoy a punto de ser violada.En mi mente ya veia un montón de imagenes de portadas de los diarios del día siguiente o noticiarios, informando la violacíon de una adolescente en las calles de Seattle o aún peor, su muerte.

Tengo los ojos cerrados muy fuertemente, estoy inmóvil y metida en mis pensamientos cuando un auto BMW negro llega a mi vista mientras el desgraciado abusivo sigue besándome y me manose completa sin darse cuenta de nada.

Aprovechando mi oportunidad de ser salvada grito con todo el aire de mis pulmones, un grito desesperado que refleja todas mis esperanzas de ser vista. Grito como si no hubiera un mañana. Del hermoso BMW salió rápidamente una figura, debe ser un hombre debido a que es muy ancho y alto.

Saliendo del coche se dirige hacia nosotros a paso rápido al analizar la situación, aprieta las manos en puños y comienza a golpear duro al cochino abusador.

Primero golpea su cara, golpes duros y directos. Wow, el hombre debe practicar kik Boxing o algo. Luego, cuando el asqueroso hombre cae al suelo solo refunfuñando insultos, comiemza a darle patadas en el torzo.

-Esto es para que aprendas a tratar a las mujeres, jodido hijo de puta.- Su mirada viaja hacia mí que me encuentro parada, medio desvestida y en shock junto a él -sube a mi coche, estarás bien, lo juro.

Debo de estar mal porque a pesar de lo ocurrido decido subir al coche del extraño, pero prefiero estar en un coche con un extraño que me salvó de ser abusada sexualmente que con el hombre que intento violarme.

Mi salvador sube al coche luego de dejar al otro inconsciente y me mira a los ojos.
Wao sus ojos son de un profundo verde esmeralda. Mi mirada viaja de sus ojos a su boca, una hermosa boca de labios finos, terzos y delicados. Su piel es morena y su cabello negro y algo largo. Una fina barba azabache asoma en su mandibula ancha y afilada. Debe de tener 30 años cuanto menos.
El hombre posee una increíble belleza, es un hombre verdaderamente guapo.

-Ese idiota lo pensará mejor antes de volver a intentar propasarse con jovencitas otra vez.- puso el auto en marcha y vovió a mirarme.- No te preocupes, haremos la denuncia.

Estoy tan conmocionada con lo que acaba de suceder que lo único que sale de mi boca es un ridículo:

-M-mi nombre es Mina.

Sus ojos esmeralda se enternecen por un segundo y en su boca se forma una sonrisa torcida

-Mi nombre es Christofer.
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Quédate Conmigo, pequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora