Capítulo 20:Hoy no irás a la escuela.

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Mina:

Luego de que Christofer termina de asear la cocina, me carga en brazos y sube corriendo la escalera conmigo sobre su hombro.

—Ya te di de comer y ahora tocan los mimos, nena— Dice con una alegre voz juguetona.

Me río  de contenta y me olvido del asunto de esa tal "Pau", Seguro no era nada.

Nos desnudamos mutuamente en su enorme cama de diseñador vestida de seda Blanca y se pone un condón en tiempo luz.
Nuestros corazones acelerados, nuestras respiraciones agitadas, nuestros ojos embelezados por la imagen del otro y una candente necesidad creciendo en nuestros sexos.

Aunque estoy desnuda, me aseguro de  colocar mi cabello hacia un lado, cubriendo mi hombro y esas manchitas que cada vez duelen más y más.

—Santo cielo, niña— Dice Christofer, deslizando sus manos por mi espalda desnuda hasta mi culo, mirandome a los ojos con su habitual brillo —Mira qué bonita eres— Me besa en la boca con unos fuertes y directos lametones y luego baja la cabeza para besar también uno de mis pezones —Perfecta— Murmura.

Gimo humedeciendome al observarlo mamar mi pezón duro y entierro mis manos en su suave pelo negro para mantenerlo ahí y que continúe lo que está haciendo. Se siente alucinante.

—Ah, se siente tan bien— Jadeo, cuando lo siento succionar mi otro pezón rítmicamente.

—Mh, tus senos son deliciosos, podría pasarme la vida entera saboreandolos— me muerde levemente y hace que me estremezca.

—Te he extrañado mucho, bonito.. Te necesito— Ronroneo toda mimosa.

—¿Me necesitas, nena?— Parece emocionado, enternecido mientras me mira a los ojos —Dios no quiera que mi pequeña se sienta desatendida, ven aquí.

Me baja de su regazo y comienza a besarme el cuello con ternura mientras me recuesta en la cama boca a arriba.

—También te necesito y ni te imaginas hasta que punto, preciosa mía— Se coloca sobre mí y comienza a chuparme el lóbulo de la oreja —Ni te lo Imaginas.

Estoy por decir algo pero me interrumpe, abriendome de piernas y colandose dentro de mí de un sólo y duro empellon que hace que mis caderas se eleven hacia él. Jadeamos gustosos.

—Esto es todo cuanto necesito— Dice, sujetando mis manos sobre mi cabeza y arremetiendo con su pelvis contra la mía —Tener a mi nena así, entregada, tan mansa y tan fiera a la vez —Sujeta una de mis piernas sobre su hombro, dejandome completamente abierta y vuelve a arremeter, llega tan profundo que siento una pequeña punzada de dolor unida al delicioso placer —Mi niña bonita.

Yo sólo gimo en respuesta, soy un manojo de nervios hirvientes y palpitantes.
Esto es tan perfecto.. ¿Cómo he podido dudar con lo de esa tal "Pau"? Soy tan ridícula a veces.

Me siento tan completa al estar con este hombre tan perfecto, sexi y varonil.. Tan plena entando unida a él de esta manera tan íntima que siento que el corazón va a estallarme en el pecho de pura dicha, y ese sentimiento hacia mi hombre que sólo crece más y más, me embriaga completamente y necesito decírselo, necesito que sepa lo que siento.

—Christofer... yo te..

De pronto, la alarma de mi móvil comienza a sonar. Ay, no ¿Ahora?
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Christofer:

Estoy haciéndole el amor a mi niña, haciendola disfrutar y gozando de ella cuando ese sonido de mierda comienza a sonar.

—¿Que mierda es ese ruido?— Gruño dísgustado, aún entrando y saliendo del coñito de Mina.

Quédate Conmigo, pequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora