Estaba sentado en un banco, en el pueblo. Miraba directamente al cielo, sintiendo lágrimas caer de sus ojos, mojando sus mejillas. Miró a un lado y vio a un joven, con pelo negro, unos ojos morados que muchos atesoran y una chaqueta abierta de color blanco. Miró al otro lado y no vio nada.
-Otra vez tarde...este chico
Al parecer el joven esperaba a alguien. De repente apareció otro joven, aunque más alto que el anterior. Llevaba una sudadera de color negro, con una capucha en la que se veían unas orejas redondas y ni muy grandes, como de oso. Había dos círculos rojos que parecían hacer de ojos en la parte de arriba de esta. Se le veía muy cansado, como si no hubiera dormido en semanas, o más, tal vez.
-Doblas?-
El otro ni siquiera le miró. Miraba al suelo, sin apartar la vista de este. Sus ojos no tenían ningún brillo, parecían como de muñeco.
De repente el joven de la capucha, de nombre Doblas, por lo que sabe el observador hasta ahora, calló de rodillas al suelo.
-RUBEN!
Ahora el observador solo se preguntaba por qué no se podía mover, interferir en aquello, ayudar a su amado. El joven de pelo negro corrió hacia el que había caído, poniéndose de rodillas junto a él, haciendo que le mirara.
-Ruben, mirame, vale? Todo estará bien. No sé qué te pasa, pero estarás bien.-
El contrario le miró y sonrió. Era una sonrisa cansada, triste.
-No..esto... Esto es tu culpa... tú me mentiste...dijiste que estarías ahí siempre...
En ese momento el observador sintió un gran peso en el corazón. Su corazón se partía al ver esta escena.
El rubio bajó la cabeza, para después levantarla y mirar directamente a los ojos del observador
-Te odio.
En ese momento, Vegetta despertó, respirando fuertemente. Tenía que hablar con alguien, para que fuera a hablar con su amado. Dudaba que quisiera hablar con él.
Agarró el teléfono y marcó a un número, sólo para pedir que aquella persona fuera a ver qué tal estaba el rubio. Tubo que explicar lo pasado, por mucho que le desagradara. Al colgar se tumbó el la cama, y simplemente lloró. Lloró cada lágrima en su cuerpo, sintiendo que moría.
Que había hecho?
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Heeeeeey Siento tardar tanto en escribir estas cosas ;-; El tema es que esto es básicamente algo que se me acaba de ocurrir, y pues... ahí está.
Juro que me muero escribiendo estás cosas, me voy a ver Rubegetta para compensar este sufrimiento ;-;
