Hey, do you know? I love you | z.m. os

« parte tres »

Jessica’s POV:

Desperté y… oh dios, que dolor de cabeza.

Un momento… ¿Dónde estoy? 

Esta no es mi casa, ni la de Vanessa, ni la de nadie que conozca.

Y… ¿Quién mierdas me está abrazando?

Me di la vuelta y me encontré con la imagen del rostro del camarero sexy de la fiesta, pero… ¿Qué hacíamos durmiendo juntos?

Esperad otra vez… oh por dios no.

Levanté la sábana que nos tapaba y…

- ¡¡¡AAAAHHHH!!! –grité.

Aunque no debería de haberlo hecho porque eso solo hizo que mi dolor de cabeza aumentara.

El chico que estaba a mi lado, desnudo, al igual que yo, abrió los ojos aturdido –seguramente por mi grito–, al verme sonrió y me besó brevemente en los labios; a ver, a ver, esperad ¡esperad! ¡¿Me ha besado?!

- ¡Aparta! –le grité, me envolví en la sábana y me levanté rápidamente de aquella desconocida cama aunque me tambaleé un poco.

- Buenos días, nena –me dijo él tan ancho sonriendo tumbado en la cama como su madre le trajo al mundo –literalmente– mirándome.

De repente, me dio una arcada, me tapé la boca con la mano y entré al baño que había allí a vomitar en el WC.

- Oh vamos, tampoco estoy tan feo por las mañanas como para que vomites ¿no? –se burló él mientras le escuchaba reír desde allí dentro. 

Idiota.

Seguí vomitando y cuando me encontré un poco mejor me lavé la boca y la cara con agua fría.

- Nombre –le dije cuando salí del baño señalándole con un dedo.

Al menos había tenido la decencia de ponerse unos pantalones y no tenía que estar viendo su anatomía masculina colgar ahí en medio.

- Zayn, Zayn Malik –me dijo sonriendo, ¿era el hermano de Vanessa? Pues claro…-. Camarero sexy para ti, muñeca –añadió después guiñándome un ojo, yo bufé.

- Quiero que me cuentes todo lo que pasó ayer.

- ¿Hasta dónde recuerdas? –contestó, un poco más serio.

- Me quedé dormida en la barra del bar –dije recordando lo máximo posible, pero mi mente estaba en blanco a partir de ese recuerdo.

- Bien pues… como estabas borracha, mi hermana Vanessa me preguntó si te podía traer a mi apartamento ya que ella se iba por ahí a tirarse a un tal Frank, yo acepté, vinimos aquí, te dejé en mi cama, me iba a ir a dormir al sofá pero tú empezaste a seducirme pidiéndome que querías que te hiciera el amor y… bueno… lo hicimos –me explicó él resumiendo como si nada.

Yo abrí mis ojos desmesuradamente y me quedé mirándole completamente anonadada ante la noticia.

Luego empecé a golpearle con la almohada.

- ¡Te aprovechaste de mi, degenerado! –le grité sin aminorar mis golpes.

- ¡Tú me lo pediste! ¿Cómo querías que me resistiera si te tenía allí delante, pidiéndomelo? ¿Eh? –me dijo él tratando de cubrirse.

- ¡Estaba borracha! ¡No sabía lo que decía, ni lo que hacía! ¡Eres un imbécil! –le seguí gritando, pero paré de darle con la almohada–. Joder… -pronuncié y me senté en la cama a empezar a llorar mientras me tapaba la cara con las manos.

- Hey… Jessica... –me llamó Zayn al verme así– no… no llores, oye… -se sentó a mi lado y me abrazó por los hombros.

Yo no lo aparté porque ya no me quedaban fuerzas ni para eso; pero durante un segundo me sentí… protegida entre sus fuertes brazos, y… me gustó esa sensación, pero rápidamente la rechacé de mi mente.

- Si quieres lo olvidamos ¿vale? No… no pasó nada –habló él y yo solo me limité a asentir.

- Zayn –le dije después de un rato, cuando él y yo ya estábamos vestidos y conseguí calmarme.

- Dime.

- Eh… ¿Cómo fue? –le pregunté tímida, él solo sonrió ampliamente.

- Fue… genial, eres muy buena Jess -me dijo y yo me sonrojé bastante, no sabía si por la situación en la que nos encontrábamos o porque me hubiera llamado “Jess”–. Bueno eh… ¿quieres desayunar? –me preguntó, se le veía nervioso.

- Sí, claro, tengo bastante hambre –le dije y juntos bajamos las escaleras.

Al estar todavía algo mareada me tropecé con un escalón y perdí el equilibrio; cerré los ojos esperando el impacto contra el suelo pero este nunca llegó, en vez de eso sentí los brazos de Zayn sostenerme fuertemente. 

Abrí los ojos y me encontré con su cara que me sonreía divertido; ahora que me fijaba mejor era realmente guapo, un chico tan atractivo y sexy debería de tener a montones de chicas locas por sus huesos.

- Será mejor que tengas cuidado cariño, a no ser que quieras hacerte daño –me dijo él dulcemente todavía sonriendo.

- La verdad es que sigo estando un poco mareada.

- ¿Solo un poco? Vamos, tienes que tener una resaca de las grandes, tendrías que haberte visto ayer, un vaso de vodka detrás de otro –comentó– pienso que deberías de quedarte aquí hoy.

- ¿Aquí? ¿En tu casa? ¿Los dos solos? ¿Para que me violes? Creo que no… 

- Se me haría muy difícil violarte si estás sobria –dijo– otra cosa es que te dejes… pero no estamos hablando de eso, hablo de que quiero que te quedes aquí hoy porque creo que aún debo cuidarte, me lo ordenó mi hermana ayer por si no lo recuerdas.

- ¿Por qué insistes en querer cuidarme? –le pregunté yo confundida, él me llevo hasta el salón de la planta baja y me recostó en un sofá para después sentarse a mi lado.

- Pues porque si.

- ¿Y por qué si?

- Pues porque eres guapa –le miré aún más confundida que antes tratando de evitar el sonrojo en mis mejillas– sí, quiero cuidarte porque eres guapa ¿algún problema? 

- Pero no es justo… no puedes contestarme eso, no tiene sentido.

- Lo que no tiene sentido es que no pares de preguntarme cosas como esa, te vas a quedar aquí y punto, porque esta es mi casa y porque lo digo yo ¿entendido? –yo asentí sin saber que decirle–. Y ahora no te muevas de aquí, voy a ir a preparar el desayuno ¿vale? –volví a asentir.

- Zayn –le llamé antes de que pudiera desaparecer del todo, él volteó y me miró atento– gracias -dije dándole una sonrisa sincera.

- No hay de qué nena, no hace falta que me las des –dijo mientras me guiñaba un ojo para después voltearse y desaparecer.

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aún quedan dos partes más el epílogo, no os preocupéis.

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