Hey, do you know? I love you | z.m. os

« parte cinco »

Jessica’s POV:

Pasó todo enero, también febrero; estábamos ya casi a finales de marzo.

En estos meses había estado muy ocupada, entre la universidad, que me tenía estresada a más no poder, las salidas con Vanessa y las chicas y… el tener que evitar a veces a Oliver que últimamente no me dejaba en paz… andaba muy ajetreada.

Oliver, sí, un chico de tercer año de carrera, mi compañero de Biología, alto, pelo castaño ni largo ni corto, cuerpo en buen estado, no podía decir que él fuese alguien poco agradable; estos días había estado hablando más conmigo, hasta tal punto que habíamos quedado hoy para salir a cenar. Oliver era realmente encantador pero lo único que no me gustaba de él eran sus ojos, eran de un color miel claro y brillante, y también eran igualitos a los de… Zayn.

Zayn, otro.

No había sabido nada de él desde fin de año y tampoco me había preocupado mucho por saber, pero seguía en mi mente, día y noche, no lograba sacármelo de la cabeza, era frustrante a veces.

-¿En qué piensas, linda? –me preguntó Oliver, yo sonreí para disimular, me encontraba ahora mismo en su coche, él conducía y yo iba a su lado rumbo a nuestra “cita”.

-En nada Oliver, cosas mías –le dije sin borrar mi sonrisa.

-Está bien, ya hemos llegado, si me permites –me dijo y me abrió la puerta del coche para después ayudarme a bajar.

Yo volví a sonreír, Oliver era un buen chico: caballeroso, dulce, cariñoso; supongo que podría llegar a sentir algo por él con el tiempo, sí, con el tiempo…

-Espero que te guste el sitio, es bastante conocido, dicen que el servicio es muy bueno –me dijo Oliver.

Yo levanté mi vista y pude leer: “The Court”.

Mmm… ¿De qué me sonaba a mí este sitio?

Entramos al local y fue como una especie de dejavú, todo me sonaba allí pero no lograba recordar nada claramente.

-Acompáñenme por favor, si son tan amables –oí decir a un camarero.

Esa voz… me sonaba y mucho, demasiado.

Oliver me guió hasta la mesa que nos indicaba el camarero.

-Aquí están las cartas –nos dijo el camarero y entonces pude verle la cara al completo y agradecí que él no me hubiera visto a mí.

Me puse nerviosa, muy nerviosa. Cogí la carta rápidamente y escondí mi cara tras ella.

Mierda, era Zayn.

¿Justamente tenía que ser él? ¿Justamente teníamos que venir a este local y que él fuera nuestro camarero? Joder.

Oliver y Zayn me miraron extrañados ante mi raro comportamiento, rogué mentalmente porque Zayn siguiera sin reconocerme.

-Eh… bien, vayan mirando la carta -dijo Zayn mientras sacaba una pequeña libreta y un boli del bolsillo de su delantal-. ¿Quieren algo de beber?

-Mmm… a mi tráeme una cerveza ¿y tú Jessica? –Oliver desvió su mirada hacía mi para preguntarme.

Mierda, había dicho mi nombre. 

Oliver me cago en ti.

Pude ver por el borde de la carta que Zayn miró también en mi dirección con clara curiosidad, intentaba verme la cara pero no lo lograba.

-Eh… agua –dije tratando de poner una voz grave.

-¿Cómo?

-Agua… -volví a repetir más alto pero con la voz igual de grave.