Introducción

1.7K 149 160
                                    

Cuatro años habían pasado en un abrir y cerrar de ojos para Paloma, quién aún estaba tratando de reconstruir su vida; todavía quedaban trozos fragmentados de aquel corazón que se rompió en miles de pedazos, cuando ella entregó su cuerpo y su alma a un hombre que la destruyó por completo.

Sus hijos fueron el motor que la impulsó a olvidar y superar su triste pasado; aunque las profundas heridas que aún tenía en su alma, no le permitían sanar por completo.

Desde el día que huyó de su verdugo, no había vuelto a saber de él. Paloma, era consciente que algún día tenía que enfrentarlo, ya que estaban de por medio sus dos niños, aquellos pequeños seres que fueron concebidos en un ambiente de engaños, mentiras, de una cruel y terrible venganza, que la llevó casi al borde de la locura.

Paloma, sonriendo como era su costumbre, llegó al hospital donde ahora laboraba de asistente de un prestigioso ginecólogo; en sus manos llevaba dos vasos de caffe latte, que le gustaba a ella y su jefe; saludó a sus compañeras y enseguida tomó el ascensor. Apenas el elevador se abrió, salió con la alegría reflejada a flor de piel. Suspiró profundo al mirar la puerta del consultorio del doctor Serrano, entonces caminó sin prisa hasta el counter. De pronto su respiración se acortó, y un escalofrío le recorrió la piel, el miedo la invadió por completo, la sonrisa se le borró del rostro, se paralizó al observar que frente a ella estaba el hombre que más daño le causó en la vida.

—¡Paloma! —exclamó él con la mirada iluminada, mientras se ponía de pie.

La joven parpadeó, y lo observó a los ojos, disimulando el temor que sentía; notó entonces que ya no era aquel apuesto caballero que conoció años atrás en una fiesta de la universidad, y que la cautivó apenas sus miradas se cruzaron. Iván, era mayor a ella con doce años, pero ahora parecía que el tiempo le había cobrado bien caro sus mentiras.

La mirada de Paloma, reflejaba frialdad: eso era lo único que ahora él, le inspiraba. De aquel amor que alguna vez sintió por ese hombre no quedaba nada, entonces la joven respiró profundo y haciendo un esfuerzo porque las piernas le temblaban caminó hacia su escritorio, dejó sobre la mesa los vasos de café y su bolso; inhaló y exhaló, tomando valor para enfrentar al tirano.

—¿Qué quieres Iván? —averiguó, sin dejar de verlo a los ojos.

—Vine a recuperarte —declaró él, con la voz enronquecida, entonces su entristecida mirada la recorrió de pies a cabeza.

Mientras él se veía demacrado, acabado, envejecido; ella estaba radiante, más bella de lo que la recordaba. Su hermoso cabello negro le caía en ondas por la espalda, sus preciosos ojos oscuros, lo observaban con desamor, y sus labios... Aquel hombre recordó el sabor de sus besos, el calor de su cuerpo, la sangre se le encendió, respiró profundo para disimular todas las emociones que su aún esposa despertaba en su ser.

—¿Te volviste loco? —cuestionó arrugando el ceño, su voz trataba de sonar natural, necesitaba mantener la calma para no provocar a aquella bestia que tenía a su frente.

—Loco me volví cuando me dejaste —gruñó con desespero—, te he buscado día y noche con un solo propósito... Pedirte perdón —suplicó con la voz entrecortada, caminando hacia el sitio en donde su esposa, permanecía de pie.

Paloma, se llevó las manos al pecho, lo observó arrugando la frente. Negó con la cabeza, resoplando: le parecía algo insólito, que después de todo el daño que le había causado se presentara como si nada a pedirle perdón. Con un gesto de su mano detuvo el paso de Iván, no iba a permitir que volviera a acercarse a ella.

—Este no es lugar adecuado para mantener esta conversación —espetó con seriedad—, mi jefe no tarda en salir, y no deseo problemas en mi trabajo, sin embargo, debes saber algo. —Lo miró a los ojos y prosiguió—. Tendría que estar loca para volver a caer en tus mentiras —afirmó, colocando sus manos en la cintura, irguiendo su barbilla con seguridad—. Gracias a tu engaño, aprendí a quererme y valorarme... No volverás a hacerme daño: Iván Arellano, ni tú, ni nadie...

****

Hola chicas, de nuevo volveremos a retomar esta historia, que está siendo editada, esperando la vuelvan a disfrutar.

No tendrá cambios en la trama, pero sí conoceremos más del tórrido romance de Alain, y esa misteriosa mujer.

Quienes ya leyeron y están de nuevo por aquí, mil gracias, les pido de la manera más comedida no hacer spoiler. 

EL COLOR DE LA VENGANZA.  (Completa en Dreame, Buenovela, Manobook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora