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Día nosecuál , me he pasado la mañana entera exigiendo noticias sobre mi hija y nadie ha sido capaz de contestarme , hacen como que no me ven y solo anotan cosas , ganas no me faltan de estrellarles la cabeza contra sus aparatos inútiles .

Todo se me hace cada vez más insoportable , nunca había pasado tanto tiempo sin noticias de ella , así sea un simple comentario de algún científico o guardia , me estoy volviendo loca.

No dejo de comerme las uñas , así sangren.
Tuve ataques de pánico y de ira.
No tengo apetito , cada vez me desequilibro más y no dejo de llorar en las noches, si este es el castigo que me impusieron , les salió de maravilla.

Mi plan para escapar se ve cada vez más lejano , me siento débil mental y físicamente pero a nadie parece importarle una mierda , lo único que quieren de mí es estudiarme como a una puta rata de laboratorio ¿No les parece suficiente los 8 años que pasé aquí? ¿ También tenían que quitarme a mi niña?

La picazón en mis brazos y piernas aveces se vuelve insoportable , por más que me rasco y sangro no deja de picar , es la razón por la que sé que mi regeneración ha mermado ;se vuelve lenta con el paso de las horas como si toda yo estuviera apagándome.

Paso largo rato sentada al lado de la puerta esperando a que se apiaden de mí. Hasta que escucho unos pasos.

— Hola Mara , hace un tiempo que no nos vemos ¿Cómo estás ?– Bien, a la última persona que esperaba hoy era a él

— Mateo...

CorruptoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora