🍏Estafado por un genio🍏

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Una historia con una mezcla entre romance y comedia mal hecha.
Será publicada en algún momento, aún no sé cuándo.
Creo que cambiaré el nombre de esta carpeta de drabbles por “carpeta de spoilers de historias que nunca publico”.

 ⚜ Creo que cambiaré el nombre de esta carpeta de drabbles por “carpeta de spoilers de historias que nunca publico”

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— Déjame repetirlo una vez más - pronuncia Jjong, el genio. Sus músculos se mueven haciendo a su piel verde bastante atractiva. - Tu primer deseo fue obtener un novio millonario, que tuviera aspecto de hombre malo y eso fue lo que obtuviste.

KiBum rueda los ojos aún sentado en el sofá. Sus piernas se mantienen cruzadas una sobre otra, y sus brazos están de la misma manera.

Mientras mira al genio flotando sobre su cama se pregunta si el universo mágico lo odia, porque el haberle mandando a esta criatura tan tonta no puede ser un puto premio.

— Te dije que quería un novio millonario, es cierto. Con aspecto de hombre malo, también. - le responde KiBum. Su mirada de gato se clava en los extraños ojos de cachorro que tiene el genio. - Pero jamás mencioné ¡que ese novio fuera un maldito colega de Pablo Escobar! ¡Lo del aspecto de hombre malo no era tan literal, cabeza de chorlito!

Jjong frunce en ceño, haciendo pucheros involuntarios. Se rasca la cabeza un poco tratando de analizar el posible error que ha cometido.

Quizá... se equivocó un poquito.

Aunque no ha sido del todo su culpa, claro que no. Bummie dio esas características y la magia simplemente fluyó.
¿Cómo iba a saber él que lo decía en forma idílica?

— Bueno, tampoco tienes que comportarte así conmigo, gatito - susurra Jjong, jugando un poco con sus dedos antes de recibir un bufido del joven rubio. - Tú sabes que suelo tomarme las cosas un POQUITO literales.

— Eres un idiota.

Jjong vuelve a hacer pucheros. Sabe que hay cosas que no debe decirle a su amo, pero siempre se siente triste cuando KiBum le llama idiota.

Su corazón se oprime como una manzana, y las lágrimas amenazan con salir por sus ojos.

Baja la cabeza, porque no quiere que Bummie lo vea siendo un total dramático.
Aunque es bastante difícil que el rubio no note a su cuerpo temblar en espasmos.

— Oh, por favor dime que no estás llorando - suelta KiBum al aire.

Jjong alza la cabeza, dándole una mirada triste, y de pronto la expresión enojada del rubio se suaviza.

— Creo que mi próximo deseo será que dejes de hacer esa jodida mirada de dinosaurio, porque de lo contrario me volveré loco.

KiBum desdobla sus brazos y se levanta del sofá.  Su siguiente movimiento es tomar al tonto genio color verde en un abrazo fuerte.

Jjong se amolda a su toque, escondiendo la cabeza en el cuello pálido antes de comenzar a llorar como un bebé.

Sí. No sólo es un genio tonto, color verde y baja estatura, también es un completo bebé llorón cuando las emociones lo embriagan.

KiBum ya lo conoce bastante bien. Haber encontrado la lámpara en el sótano de su bisabuelo fue un golpe de “suerte” — o algo así — en plena época Navideña, y ya han pasado varios meses desde que eso sucedió.

Jjong no ha podido regresar a la lámpara desde la primera vez que KiBum la frotó. ¿Y por qué? El rubio no tienen la menor idea, pero puede sospechar de qué se trata.
Tampoco quiere preguntar, así que esa idea sólo se queda en su cabeza.

— Eres como dos mil años mayor que yo y te comportas como un bebé dinosaurio cada que me molesto - se queja KiBum. Sus manos acarician la espalda fuerte del genio en su pecho. - Se supone que soy tu amo, no tu niñera.

— P-puedes ser ambos - balbucea Jjong, aferrándose más a la cintura delgada del rubio. - Siempre dices que soy un idiota, así que como idiota necesito muchos cuidados.

— ¿Ah sí? - pregunta KiBum, negando con la cabeza cuando se da cuenta lo que la criatura tontita trae entre líneas. - ¿Qué clase de cuidados?

Jjong hace pucheros de nuevo, pero KiBum no puede verlos.

— D-dame manzanas.

El rubio rueda los ojos. Esta es otra cosa curiosa del genio entre sus brazos: tiene una obsesión demasiado grande con las manzanas.
No importa el color, no importa el tamaño, simplemente ama las manzanas hasta un punto imposible de comparar.

KiBum trata de comprar algunas para él, pero Jjong siempre termina pidiéndole más y más.

Nunca se cansa de hacerlo.

— Te doy manzanas mientras mi deseo de tener un novio millonario se cumpla - bromea el rubio, palmeando la espalda del genio en un ademán de querer separarse.

Ya ha sido suficiente amor por hoy.

— U-un rato más.

KiBum parpadea en su lugar. Los brazos de Jjong aprietan su cintura, negándose a dejarlo ir tan fácil.

— ¿Cómo dices? - pregunta. Es la primera vez que este genio se comporta así con él.

— A-abrázame un rato más.

Los ojos de KiBum se abren de sobremanera. Hay un golpeteo en el pecho que le hace sonrojarse.

Un sentimiento que no estaba ahí antes, pero con un abrazo plenamente inocente parece haber despertado.

¡Alerta! ¡Alerta! ¡Peligro! ¡Peligro! Grita la voz en su cabeza.

Aunque pronto se apaga, cuando los dedos de Jjong aprietan su cintura una vez más.

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𝑈𝑛 𝑐𝑖𝑒𝑙𝑜 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑙𝑒𝑡𝑟𝑎𝑠 ☁️ [Drabbles JongKey] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora