batman and the robins

Chicos de libros (AU)

Bruce Wayne x Reader (High School AU)

Vives en un mundo dónde Bruce era un compañero de clase y sin quererlo, también tu crush.

Siempre fuiste fiel creyente de que los chicos en los libros eran mejores que los hombres en la vida real. Quizás porque habías leído demasiado (definitivamente demasiado) y tenido algunas (millones) malas experiencias en el amor que simplemente decidiste que Patch, Augustus Waters y Legolas eran mejores príncipes azules.

Hasta que Bruce Wayne llegó y todo se fue a la mierda.

Al principio, no lo soportabas. No entendías como Pamela, Harley y prácticamente todas las otras chicas (y algunos chicos también) se babeaban por él. Para ti era solo otro niño rico, mimado y mujeriego que daba la casualidad era guapo. A veces sentías que el tipo tenía una especie de encanto o algo que hacía efecto en todo el mundo, pero de alguna manera no funcionaba en ti porque de verdad, ¡era solo un chico normal con más billete que todos en la escuela! ¡Nada más!

Quizás fue la mucha mierda que Pamela y Harley hablaron de él o las veces que suspiraron como idiotas, pero llegó un momento en que eras la única que al parecer lo odiaba. Hasta que te tocó ser su compañera en un trabajo.

Y maldijiste la hora, el minuto y el segundo que a la profesora se le ocurrió que eran los mejores para explicar la Teoría de la Relatividad. Estabas dispuesta a cambiarte con cualquier otra chica, pero Webber insistió en que no habrían cambios y como era una bruja y el Diablo personificado, no te quedó más remedio.

Y todas las chicas te miraron con envidia cuando lo vieron sentarse a tu lado como si nada y tu solo querías llorar de frustración.

Resulta que Bruce no era tan malo como pensabas. Aunque aveces se dormía en la clase del profesor Fox y estaba en el equipo de volleyball, era amable y buena persona. Mientras hicieron el trabajo, te dejó tomar las decisiones importantes y el día de la presentación lo explicó todo a la perfección. Estabas sorprendida, debías ser honesta, pero te decías que alguien como él haría lo que fuera por una nota, pero luego lo viste tratando con igual amabilidad a un chico ciego luego de defenderlo de algunos de sus compañeros de equipo y no supiste que pensar.

-Oye, Harley.

-Dime, Pame.

-Soy yo, ¿o siento que hay alguien enamorada por allí?- miraste a la pelirroja con una mueca de "¿qué demonios te pasa?" mientras ambas se reían.

-Creo que tienes razón. Respiro amoooooooooorrrr.

-Dios, están locas. Nunca me gustaría alguien como Bruce Wayne.

-Nadie mencionó al Príncipe de Gotham.- y mientras Pamela y Harley se reían de ti, te sonrojaste hasta casi ser un tomate mientras te tapabas la cara con las manos.

Digamos que las cosas no mejoraron de allí en adelante. Después del trabajo, Bruce siguió sentándose a tu lado en la clase de Física y de vez en cuando te hablaba. En el almuerzo casi te atragantas en una ocasión cuando te preguntó si podía sentarse con ustedes en la mesa.

Pamela y Harley tampoco mejoraban las cosas. Los shippeaban y les tenían un nombre (súper tonto en tu opinión) y te avergonzaban en frente de él o sus amigos o sino te dejaban completamente sola a la hora del almuerzo.

Cuando te diste cuenta de que quizás (solo quizás) te gustaba el niño mimado de Gotham te sentiste la persona más tonta del mundo. Te gustaba un chico de la vida real y eso era algo que después de tantos corazones rotos, no creías posible. Al principio reprimiste tus sentimientos y a veces hasta intentaste alejarte de él, lo cual lo dejaba algo confundido porque eran amigos o eso tenías entendido.

Sin embargo, las cosas de verdad se pusieron tensas cuando una de las chicas odiosas de la escuela se fijó en él. Su nombre era Selina Kyle y ustedes no eran las mejores amigas que digamos. Bruce parecía interesado en ella también después de unos meses y pronto los rumores de que eran pareja volaron por toda la escuela.

Eso te rompió el corazón. No querías admitirlo en voz alta, pero Bruce era un buen chico y lo habías juzgado, pero lo peor de todo era que estabas enamorada y él estaba con otra persona. Cuando por fin se lo admitiste a tus mejores amigas con lágrimas en los ojos, Pamela y Harley te prometieron que todo estaría bien y como las reinas del chisme que eran, estaban 100% seguras de que Selina y él no eran nada aún.

Incluso se les ocurrió una idea para que pudieras confesarte de alguna manera. A estas alturas estabas segura de que todo lo que pasaba en los libros (confesar amor, evitar noviazgos de la nada y todo esos clichés que solo pasan en los libros) tenía los roles invertidos.

Aunque la idea de tus mejores amigas no te gustó para nada, querías disculparte con Bruce por pensar que era otro típico idiota ricachón y al parecer no había otra solución. Así que cuando la fiesta de graduación estuvo a la vuelta de la esquina, Pamela y Harley (ninguna con pareja) te obligaron a ir a la fiesta. Te sentías un poco rídicula con un vestido y tacones, pues eras una nerd y eras fiel defensora de los Converses y Vans, pero cuando lo viste todo guapo, sentiste que quizás valdría la pena.

Eventualmente, Pamela y Harley se fueron a sabe Dios dónde y te dejaron sola. Estabas algo nerviosa y sentías que era la peor idea del mundo. En veces anteriores, cuando tomabas la iniciativa en esto de declarar amor, siempre terminabas con el corazón roto y quizás por eso tenías un maldito crush en Peeta y Fred Weasley.

Estabas intentando respirar hondo para llenarte de confianza y buscarlo, cuando te congelaste. Lo que viste era medio triste (porque estabas patéticamente enamorada), pero fue la gota que desbordó el vaso y lo que encendió la dinamita.

En tres segundos atravesaste el lugar y estabas parada junto a ellos. Selina tenía un vestido negro que hacía que se le notaran sus curvas contrario a ti que "no tenías un cuerpo tan privilegiado" (Harley y Pamela pensaban que eras hermosa y la verdad era que lo eras), pero que Selina se viera mejor no te quitó valentía. Te aclaraste la garganta y eso fue suficiente para que rompieran el beso. Bruce te miró algo sorprendido y casi feliz de verte. (Más bien feliz de que lo salvaras de la gata aquella).

-Hola.- dijiste y te sentiste realmente patética.- Am, Selina, ¿te importaría si hablo con Bruce un instante?

-Sí.

-No.- los dos lo dijeron al mismo tiempo y estabas algo confundida, pero antes de que Selina pudiera sacar sus garras y decir algo, Bruce te tomó de la mano y te sacó del lugar. Afuera la noche estaba algo fría, pero la música les permitía hablar sin gritarse.

-Gracias, de verdad, por sacarme de allí. No me dejaba en paz.- y Bruce de verdad parecía aliviado.

Sonreíste, como un "de nada" silencioso y entonces te diste cuenta de que estabas frente a él y los nervios comenzaron a aparecer de nuevo.

-¿Dijiste que querías decirme algo? Eres mi salvadora y sinceramente puedes decirme lo que quieras.- Bruce rió un poco, lo que sonaba medio extraño porque nunca reía.

Y entonces empezaste a tartamudear y a temblar y los nervios te traicionaron y nada de lo que habías ensayado lo recordabas bien. Estabas realmente avergonzada de lo tonta que te sentías y cuando Bruce colocó una mano en tu hombro en un intento de calmarte, tu corazón se aceleró haciendo todo peor.

Bruce intentó pedirte que te calmaras, que todo estaría bien y que estaba bien si estabas nerviosa, aunque el no entendía muy bien que demonios te pasaba. Lo miraste y te perdiste en sus ojos (por más cliché que sonara) y te dijiste que después de aquello irían a la universidad y probablemente nunca habría otra oportunidad. Así que diciendo que en la vida todo se trataba de ser YOLO, cerraste la distancia que había y lo besaste.

Fue tu primer beso, uno medio atropellado, pero la intención fue la que contó. Cuando te diste cuenta de lo que habías hecho, te separaste asustada y estabas a punto de huir, cuando Bruce te tomó del brazo y te besó de nuevo diciendo que llevaba tiempo queriendo besarte.

Y aquel día aprendiste dos cosas: que los chicos de la vida real podían ser mejores que los de los libros y que el miedo podía privarte de vivir.