Hilo Rojo | Manuel Neuer

La ciudad de mis mejores y peores recuerdos

Los días pasaron rápidamente. En un abrir y cerrar de ojos, llegó el sábado 30 de agosto. Hoy hay un partido contra el Schalke 04 en Gelserkinchen, por lo que decido visitar a Marcel allá junto a Jake y Kathrin, quien se volvió una muy buena amiga mía. Lisa no pudo ir por trabajo así que se queda en la ciudad bávara, vería el partido por televisión. Yo mientras tanto vería por primera vez jugar a Manu con el Bayern.

Llegamos a Gelserkinchen, la ciudad de mis mejores y peores recuerdos. Venir aquí es una manera de dejar mis miedos atrás, debo arreglar las cosas con Kristine para que deje de odiarme. Ademas, visitaré a Marcel por primera vez en ocho años lo cual es genial, veré a su hijita, la sobrina de Manu.

Eran las 8 a.m., bajamos del avión Jake, Kathrin y yo, Manuel iría con los demás jugadores en un avión privado. Estamos en el aeropuerto cuando logro ver a Marcel, Mia y su hija en brazos.

Por Dios, podría llorar de la emoción. Marcel traía en sus manos un cartel que decía: Nina Rodriguez, mi mejor amiga. Voy corriendo y le doy un gran abrazo. Se me llenan los ojos de lagrimas de emoción. Al parecer, a él también.

        -Marcel, no sabes cuanto te extrañé-digo sollozando sin control.

        -Y yo a ti, Nina. No llores-dice limpiándome las lagrimas-porque me haces llorar a mi también-suspira-Tienes que conocer a una personita muy especial-dice mostrándome a Mia con su bebé. Marcel se va a saludar a Kathrin y Jake que estaban más atrás, ya que había corrido una gran distancia para buscarlos.

        -Hola, Nina-dice Mía-Ella es nuestra hija Kayla-La abrazo para saludarla y es cuando veo a la pequeña con más detalle. Es hermosa, de aproximadamente dos años, tiene el cabello marrón de Mía y los ojos azules de Marcel.

        -¿Quieres cargarla?

        -¿Puedo?-ella asiente y me la entrega-Hola, Kayla-digo con voz suave-Soy Nina. Eres hermosa, pequeña.

        -Salió del padre- dice Marcel con falso egocentrismo quien llega con Jake y Kathrin, ellos saludan a Mía.

Le doy la bebé a Marcel y les digo:-Disculpen, no los presenté como es debido, Marcel, Mia, Kayla-Ellos ríen-él es Jake, mi novio, Jake ella es Mía, la pequeña Kayla y Marcel.

Se toman de la mano sonrientes y luego todos nos dirigimos al auto de Marcel.

        -¿Iremos a casa de tus papas, Marcel?-le pregunta Kathrin.

        -Sí-Responde y me mira rápidamente por el espejo retrovisor-¿Sabes cuándo vendrá Dylan, Nina?

        -Sí, me llamó ayer, dice que vendrá con Elena, su novia, para inicios de diciembre, tendrá vacaciones y podrá venir-le informo. Él asiente feliz.

Luego llegamos a la casa de sus padres, es tal y como la recuerdo. Me quedo mirando la casa de al lado, la que fue mi hogar.

        -¿Ahí vivieron tus abuelos, bebé?-me pregunta Jake.

        -Sí-le respondo sonriendo al recordar-Es genial volver-La casa la ocupaban una familia de cinco, según lo que me contó Marcel, pero sus padres no eran unidos a sus nuevos vecinos.

Marcel toca la puerta y sale Kristine que está mucho mas mayor. Tiene el cabello corto y blanco, y usa anteojos.

        -Kathrin, querida, que bueno volver a verte-le dice abrazando a su nuera-Mía, Marcel...Aww y mi hermosa nieta. ¿Quienes son ellos, hijo?-nos mira sonriendo amablemente. No me reconoce y no la culpo, he cambiado mucho al no usar más mis lentes.

        -Mamá,-dice Marcel con un poco de miedo-¿Recuerdas a Nina? Regresó a Alemania y él es su novio Jake.

Lentamente Kristin devuelve a Kayla a los brazos de su padre y me mira detenidamente. Estoy completamente aterrada, solo la miro a los ojos, esperando su reacción.

        -¡Nina! Cuanto tiempo, pequeña-me dice abrazándome.

Bueno...tal vez no era tan malo como pensé.