El será mío hermana

La verdad

Todos miraron a la furiosa sacerdotisa cuyos ojos color chocolate brillaron peligrosamente. Ella comenzó a caminar por las escaleras, pero por alguna razón, las dos figuras que se casaban no la miraron. Permanecieron mirándose el uno al otro mientras todos los demás la miraban y podían escuchar a la sacerdotisa mientras soltaba una llamada. Sus ojos se abrieron una vez más cuando subió al escenario y se paró frente a Sesshomaru, quien no pareció notarla.

Kikyou no entendió. ¿Por qué es que Sesshomaru no podía verla, sentirla, oírla?

Ella puso una mano sobre su mejilla cuando su mano lo atravesó, como si fuera un fantasma. Luego se dio la vuelta mientras miraba a Kagome que parecía notarla pero intentó no mostrarlo. Kikyou se bajó del escenario mientras miraba a Sesshomaru que tenía una mirada de dolor en sus ojos dorados cuando comenzaron a llenarse de lágrimas. Llegó el momento en que dijeron "Sí, quiero". Dudó mientras miraba alrededor de la habitación. Hizo una pausa mientras trataba de encontrarla ... para decirles a todos que la ceremonia de boda había terminado.

Ella sacudió la cabeza con molestia. Tsubaki lanzó una maldición final sobre ella ... era invisible para su amor. Sesshomaru bajó la cabeza mientras susurraba su nombre y decía claramente. "Sí", su corazón se rompió cuando cayó de rodillas y se llevó la cara a las manos cuando comenzó a llorar. De repente, una voz llamó.

"Kikyou ..." Kikyou se disparó cuando se encontró con los ojos dorados con los de ella. Dio un paso adelante cuando sus ojos estaban brillantes. Ella había aparecido de la nada. Pero ya era demasiado tarde ... se acababa de casar con Kagome. Una figura se levantó cuando sus severos ojos de zafiro fulminaron con la mirada a la figura en el suelo.

"¡Guardias! ¡Envíen a Kikyou a las mazmorras de inmediato!" Ismae gritó cuando Kikyou se encontró con la mirada de su amor. Estaban tan cerca ... manos ásperas la agarraron por los hombros cuando la empujaron hacia atrás y se la llevaron.

Se llevó la cabeza a la pierna mientras se sentaba en la amarga mazmorra mientras una antorcha parpadeaba. Miró hacia la ventana que no estaba a su alcance, ya que sostenía barras de acero. Ella quería llorar. Ella nunca quiso moverse de nuevo. Sesshomaru ahora era de Kagome. Y su madre la envió a las mazmorras por quién sabe cuánto tiempo. Respiró profundamente cuando de repente escuchó una puerta de acero golpearse contra la pared mientras se escuchaba un chasquido cuando los tatami se estrellaban contra el suelo.

Levantó la vista hacia la puerta mientras una figura se paraba, con una sonrisa en su rostro.

"Es maravilloso verte una vez más ..." dijo una voz maliciosa cuando Kikyou lo reconoció al instante como su madre. Ella no mostraría debilidad a una bruja como esa. "¿Qué pasa? ¿No quieres hablar con la mujer que te dio la vida? ¿Una vida en la que se me permita recuperar?" Kikyou levantó la cabeza, encontrando su mirada.

"Cuando sea libre ... te hablaré de una manera que desearías haber sido montado en este mundo". Kikyou respondió cuando Ismae gruñó y se fue en un instante. Kikyou sonrió levemente mientras miraba afuera. Cuando ella era libre ...

Sesshomaru paseó por su habitación. Tenía que liberarla. Ahora estaba en una posición más alta que Kagome ahora que se casaba con ella y podía gobernar el castillo. Incluso si no pudiera tener a Kikyou, era correcto dejarla libre. Ella no merecía esto. Suspiró al recordar su mirada triste cuando ella se sentó en el suelo frente a él, justo cuando él había dicho "Sí, quiero". ¿Por qué no podía sentirla? ¿Estaba tan débil por el amor que había caído fácilmente en la maldición? Se divorciaría de Kagome en un instante solo para ver a Kikyou, daría su vida por abrazarla una vez más.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando un suave golpe resonó en su habitación. Soltó un gruñido cuando una figura entró. Era Kagome mientras sostenía una mirada de deseo en sus ojos mientras sonreía seductor-amente.