ホテルの部屋

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Para Smtown Osaka, Kokoro dormiría sola en una habitación por evidentes motivos, sin embargo después de insistencia, el manager permitió que durmiera acompañada. Sus compañeros de cuarto serían Ten y Haechan.

(...)

- No puedo creer que de los dieciocho me hayas tocado tu- reprochó Chittaphon observando a su baja compañera mientras caminaban a su recamara junto a Donghyuck, desde que hicieron el juego de azar y se percató que la chica como el escandaloso adolescente terminarían en la misma habitación con el, su rostro se transformó automáticamente.

Kokoro lo miró de reojo con molestia, Donghyuck se percató de ello, el más jóven de los hombres sabía lo que estaba por venir así que se aparto de los tres quedando se atrás con perfecta vista de lo que podría venir.

- Si hubiera sabido que dormiría contigo mejor me quedaba sola- la chica se encontraba decepcionada, molesta y profundamente arrepentida, había rogado al manager para compartir cuarto con los chicos pensando que se le colocaría con miembros tranquilos como Taeyong o Jungwoo tal vez, pero en cambio aquí estaba, con Chittaphon y Donghyuck.

- Solo no esperes que te cuente un cuento antes de dormir- dijo nuevamente el mayor a la vez que abría la puerta de la habitación, la habitación era simple, pero tampoco se esperaban la gran cosa pues al fin de cuentas lo más importante era únicamente la comodidad que cama les podía proporcionar.

- Deja de tratarme como una niña, ya soy lo suficientemente mayor- resopló. Si bien ser parte de la maknae line le traía demasiados beneficios, ocasionalmente le irritaba, solían molestarla respecto a su edad y la catalogaban de inocente cosa que no le agrada pues cuando se le veía a la japonesa atrevida, todos sin excepción le hacían burla y no le tomaban enserio.

- Primero saca tu carnet y después hablamos de eso- sonrió con sorna a lo cuál ella solo saco la lengua.

Donghyuck que hasta el momento se había mantenido ajeno a las absurdas discusiones de sus compañeros, finalmente hablo causando un sonrojo en ambos- ¡Ya! Sean honestos, ¿Realmente no salen en secreto?- los dos se tensaron ante su comentario, siempre habían sido emparejados por parte de Donghyuck y Mark, estos dos terminaban haciendo maldades para que ambos chocarán o se rozaran pero por primera vez un comentario los hacía sentir incómodos, pensaban que los emparejaban para molestarlos pero nunca imaginaron que serían vistos como una pareja real ante los ojos de sus mismos compañeros de grupo.

- Tks, no digas tonterías hyuck, las divas no son para nada mi tipo ideal- la morena cerro los ojos e hizo un ademán restándole importancia, no obstante por dentro estaba muriendo de la vergüenza

- Y yo no podría tener de pareja a una chica tan masculina- contraatacó.

- Si ustedes dicen...- el adolescente entrecerró los ojos examinando los a los dos, tenía sus sospechas desde hace tiempo y no podía permitirse perder aquella apuesta con Mark.

Por primera vez después del lamentable destino del juego de azar la chica permaneció callada, era ridículo e irónico que a este punto de su relación con Chittaphon siguiera sintiéndose avergonzada por los actos y comentarios inmaduros de sus demás compañeros, pero esa vergüenza no era solo con Chittaphon, en general se sentía de esa manera con cualquiera de los chicos cuando otro le hacía burla de su shipp. No importaba los años que tuvieran conviviendo jamás terminaría de acostumbrarse.

Se recostó encima de Donghyuck, si miraba a Chittaphon recordaría las palabras antes mencionadas por su molesto amigo y no podría soportar tal humillación de tener a su supuesto "enemigo" contra ella tratando de avergonzarla delante de la persona menos indicada, Donghyuck. Después de un rato de estar observando a su amigo jugar en su consola se aburrió y comenzó a pellizcar desde sus orejas hasta su cuello con el fin de fastidiarle el juego. En un principio el muchacho trato de ignorarla, pero la persistencia de su compañera era tanta que después de un rato sin intentar nada su paciencia se dió por vencida. No es que Kokoro fuera alguien tan pesada pero la relación de estos dos eran como la de unos cachorros, a cualquier mínima provocación ya estaban rodando escaleras abajo.

- Si pelea quieres, pelea tendrás- fué lo último que dijo Donghyuck antes de tumbar a Kokoro de una forma no tan delicada a la cama para pellizcar de forma cruel sus mejillas, Kokoro se sorprendió pero no perdió el tiempo y en menos de lo que canta un gallo ambos peleaban por ver quién pellizcaba más al otro.

La pelea de los menores evolucionó hasta el punto de darse tirones de cabello, antes de que las cosas se pusieran peor, Chittaphon que antes de la pelea había salido de la habitación regreso con cervezas en mano, desde afuera de la habitación escuchaba los gritos de los dos adolescentes y a penas entro la cama estaba hecha un desastre al igual que los dos jóvenes que aún no cedían a soltar el cabello del otro.

- Estoy comenzando a sospechar de tus verdaderas intenciones de querer dormir con nosotros- la risa burlona del mayor hizo que ambos se soltaran.

- No, eww- se alejo lo más posible del adolescente, estaba al tanto de lo que conversaba el chico con Mark en el dormitorio 127 por ende no era de extrañar aquel escalofrío que sintió al escuchar aquellas palabras de la boca del tailandés.

- En ese caso mejor me voy y les dejo la habitación sola- sugirió Donghyuck con maldad levantando sus cejas, a lo cual la japonesa le lanzó una de las almohada a la cara y el mayor lo observaba con una mueca.

- Eres peor que una mosca, lo digo en serio- lo golpeó una vez más con la almohada- ¿Qué tengo que hacer para cerrarte la boca?- suspiro rendida, si así seguía el resto de la noche no tendría más opción que recurrir a un asesinato.

- Usar una falda y decirle oppa al oído- respondió el tailandés mientras abría una de la cervezas, el muchacho palideció y le fue inevitable ocultar su nerviosismo.

- Hyung- chilló asustado- se supone que eso era secreto- habló a penas con un hilo de voz jugando desesperadamente con la almohada. Kokoro a penas escuchar hablar a su amigo tomó en silencio su maleta buscando así su cepillo de dientes y pijama.

- ¿A dónde vas?- preguntó extrañado el mayor, conociendo a la muchacha pensaba que a este punto estaría golpeando a cualquiera de los dos.

- Iré con Yuta y Doyoung hyung, volveré hasta que sean normales- claramente no tenía intenciones de volver, prefería mil veces ser asfixiada por la noche en un abrazo por parte de Yuta que estar soportando las rarezas y comentarios repugnantes de aquellos dos.

- Iré con Yuta y Doyoung hyung, volveré hasta que sean normales- claramente no tenía intenciones de volver, prefería mil veces ser asfixiada por la noche en un abrazo por parte de Yuta que estar soportando las rarezas y comentarios repugnantes de ...

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