寝る

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En ocasiones no tan frecuentadas, Kokoro pasaba de dormir sola a buscar compañía de sus compañeros, algunas veces por temores nocturnos o malestares al dormir, y otras tantas simplemente por gusto. Sin embargo eso solo era algo que Kokoro y sus acompañantes nocturnos sabían.

🍉🍇||Nota: para este capítulo es escencial imaginar que cada miembro (o los mencionados a continúacion) tienen su propia habitación.||🍇🍉

🌙RENJUN🌙

Muy pocas veces se le había visto a la pequeña niñita vulnerable, o mejor dicho no se le había visto vulnerable, al menos para sus compañeros y el público. Por más ruda y segura de si misma que podría ser la japonesa, tenía sus debilidades y antibajos. Sin embargo Kokoro prefería reservar esos momentos sentimentales, pues aunque a estas alturas su confianza con los hyungs ya era más que perfecta, las situaciones sentimentales provocaba incomodidad en la chica.

Los fríos llegaban a Corea, la pequeña niña de dieciséis años se encontraba bajo las gruesas y calientitas mantas de Hello kitty. Sus tiernos ojitos negros se encontraban empapados, buscaba consuelo entre sus tantos amiguitos afelpados sin embargo no lograba calmar el mar de lágrimas de la chica.

A pesar de tener un poco más de un año dentro de la agrupación, Kokoro seguía siendo una niña y por más dura que ruda o grosera que en ocasiones podría llegar a ser, eso no evitaba que extrañará a su mamá. No importaba que hablara cada noche antes de dormir con su madre por teléfono, o que se le permitiera viajar a Japón e Inglaterra infinidades de veces para visitar a su familia, aún así ella necesitaba de los abrazos de su mamá.

Sin poder conciliar el sueño y con un hueco en su corazón, la fémina se vio obligada a buscar consuelo en alguno de sus compañeros. Kokoro le incomodaba mostrar tanto sentimentalismo, por lo que los miembros que ella se sentía más segura en mostrar sin capas eran sus protectores, Taeyong, Johnny, Yuta, Jaehyun y Kun, sin embargo ellos no compartían vivienda con la japonesa.

Kokoro se levantó con solamente unos calcetines afepados, llevo consigo a su Totoro (peluche regalado por Chenle) y salió de la espaciosa habitación femenina. Sus pies fueran guiados hasta la última habitación del angasto pasillo, la habitación de Renjun. A pesar de ser muchísimo más cercana a los maknaes, Jisung y Chenle, Renjun le proporcionaba una calidez similar a la que le emanaba Kun. Renjun podría ser algo salvaje con algunos de los miembros en ocasiones, sin embargo con la pequeña y única chica en el grupo, tenía una actitud más delicada, incluso en ocasiones y cuando estaban solos por supuesto, llegaba a mimaria, claro no tanto como los hyungs, ya que hay que recordar que entre ellos la brecha de edad era mínima y para el chino algunos actos adorables que mostraban sus hyungs a la chica, para el eran vergonzosos pues hablamos de una chica que podría ser su compañera de clase.

Kokoro tocó un par de veces. Mentiría si dijera que no se sentía nerviosa, pues jamás había mostrado tanta debilidad a un miembro, y menos a uno de la maknae line.

Tuvo que tocar un par de veces más para que un molesto Renjun, todo desaliñado y sus ojos a penas formando una raya apareciera en el marco de la puerta, sin embargo su expresión se suavizó al visualizar a su compañera, los irritados y brillosos ojos de la niña despertaron drásticamente a Renjun, se miraba preocupado.

- Oppa- llamó Kokoro, lo cuál fué una sorpresa para el chino, pues en todo ese año juntos era la primera vez que lo llamaba de dicha manera. En el interior del chino se sentía orgulloso por eso- ¿Puedo pasar?- preguntó poco después la chica con cierta vergüenza.

- Si claro- respondió el mayor desconcertado ante el trato de su compañera.

El aroma de Renjun estaba impregnado es toda la recamara, un aroma a colonia veraniega mezclada con el olor a shampoo y limpieza de una ducha. Aunque la recamara no estuviese tan decorada como la de Kokoro, estaba limpia y le recordaba bastante a las habitaciones de los hoteles.

- ¿Qué es lo que pasó?- preguntó cauteloso el chino- ¿Uno de los chicos te molestó?- Renjun sentó a Kokoro, la cuál que aunque ya no estaba llorando a mares aún se le miraba deprimida.

- Nada de eso- tomó aire- realmente estaba triste, extraño mucho a mi mamá- los ojos de la japonesa empezaron a cristalizarse para lo que instantaneamente su compañero la abrazo sosteniendo con pasión su cabeza.

- Hey- llamó su atención el de ojos pequeños- Yo también extraño a mis padres, es inevitable pero recuerda que en algún momento tendremos que aprender a ser independientes- levanto el rostro de la chica para limpiar sus lágrimas y sonreír con calidez- es parte de madurar, a nosotros nos tocó madurar más pronto pero recuerda que el camino a llegar aquí fue difícil.

Las palabras de su mayor sanaron el corazón de la morena, no esperaba que Renjun pudiese ser tan maduro y aunque sus palabras no fueran el abrazo de su mamá, si fueron delicadas y con el suficiente cariño para sobrevivir la noche.

Kokoro abrazo nuevamente a su mayor y agradeció mil y un veces por sus palabras y sabiduría de un hyungs.

-Renjunnie- llamó dulcemente Kokoro y nuevamente provocó un susto en el chino por tanta gentileza junta que difícilmente mostraba la chica un día normal- ¿Te molesta si duermo está noche contigo?- preguntó inocentemente, sin embargo Renjun se tensó. Por más adorable que sonará la petición, que una chica bonita se lo pudiese con tanta ternura solo provocaba que el corazón se encogiese de amor. Algo lo cuál Renjun no se lo permitía.

Con los ojos tan bonitos de la morena y la mirada tan dulce que le proporcionaba a su hyung, Renjun dijo un sí en el instante sin pensar mucho en los escenarios. Al inicio para el mayor solo hubo tensión. La japonesa se le acurrucó inconscientemente bajo las mantas masculinas, y aunque es obvio que no fue a propósito, la pequeña y delgada figura de la niña recostado en el cuerpo del chico. Los perfumes de ambos estaban combinandose. Mientras la menor disfrutaba la colonia veraniega que también caracterizaba la habitación, el mayor se deleitaba con el aroma a kiwii y fresas del shampoo de la morena.

Fué incómodo, al menos para el mayor, dormir por primera vez con una chica linda, pero al menos ahora ya no miraba una niñita berrinchuda y maleducada (aunque divertida también claro), sino de ahora en adelante estaba seguro que al verla solo vendría a su cabeza la imagen de la belleza física de la muchacha y su blando corazón, pues si de algo sirvió esa noche juntos, se dió cuenta por primera vez en un año lo bonita que podría llegar a ser naturalmente su compañera de vocales.

Lo que sucedió esa noche se quedó entre los dos extranjeros, eso sí los demás miembros no pasarón desapercibido el acto de una adormilada japonesa y un ahora muy feliz y resiliente chino saliendo por la mañana de la misma habitación. Eso provocó de por vida un sin fin de bromas y comentarios precaminosos por parte de los miembros, comentarios que solamente afectaban al pobre de Renjun.

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