Capítulo 5 La decisión

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Pov kurt

—¡QUE DEMONIOS TIENES EN LA CABEZA, POR EL AMOR DE DIOS ACASO NO TE IMPORTAN LAS PERSONAS QUE ALBERGAN AQUÍ. QUE PUTAS PASA CONTIGO; TRAER UNA DESCONOCIDA QUE NO SABEMOS SI ES UN PELIGRO PARA TODOS, TENEMOS NIÑOS IMBÉCIL, NIÑOS QUE PODRÍAN PAGAR LAS CONSECUENCIAS DE TU ESTUPIDEZ¡— manifestó a gritos el señor Mathew , la verdad es que muy pocas veces alzaba la voz; pero el día de hoy creo que me lo merecía.

—No fue mi culpa, este idiota la golpeó mientras intentábamos saber si era de las fuerzas armadas o una simple caminante, la recogimos inconsciente y no sólo eso, el muy cabrón se dio media vuelta como si fuera lo más normal del mundo atacar a la gente— manifesté ya que el muy IMBECIL de dominick la golpeó para que no escapara y la dejó tirada en el piso, se dio media vuelta era un maldito sin un rastro mínimo de humanidad.

—Deja de ser marica— manifestó dominick —en estos momentos es muy normal dejar a personas tiradas a su suerte, no vez que pueden ser un peligro. No sólo para nosotros sino también para las personas que aquí albergan, no podemos darnos el lujo de confiar en la primera carita bonita e inocente que encontramos por ahí— dijo el muy hijo de puta cínico, con un semblante tan frío que asustaría a cualquiera.

—CAYESEN! — grito Mathew mientras hacía aspiraciones profundas y votaba el aire despacio quería calmarse o eso parecía.

—Según les entiendo dominick golpeó a la jovencita sin saber si era de las fuerzas armadas o no, ¿verdad?— los dos asentimos con la cabeza.

—Y kurt, la trajiste aquí sin mi consentimiento, herida, y sin asegurarte que no sea un peligro— tal y como lo planteaba Mathew éramos un par de idiotas, pero ya no podíamos empeorar la situación después de todo.

—¿Que más pasó kurt?— preguntó

—La tuvimos la tarde-noche del día de ayer, la encontramos casi al atardecer la encerramos y vigilamos; pero no paso demasiado en realidad, hicimos eso por que como tú sabes las personas que conforman las fuerzas armadas están muy bien entrenados para cualquier tipo de situación, incluso saben qué hacer si son atrapados y no asesinados. Pero la chica lloraba mucho, dijo algunas cosas que no se entendieron luego de eso el comandante Álvaro decidió entrar a la celda a mirar como estaban sus raspones y la herida de su cabeza, y......—en ese momento dominick interrumpe lo que decía, era un idiota y adicional a eso un narcisista.

—El comandante hizo una votación el equipo decidió que la trajéramos; los demás se fueron a buscar provisiones por la ciudad, la trajimos aquí y el imbécil de kurt la entró al área de enfermería. Yo le retire armas; una mochila con botiquín y comida el día de ayer, si hubiera sido en manos de kurt ella tendría todas sus cosas y sería un peligro ya que en la enfermería intento huir, logre atraparla antes de que hiciera cualquier estupidez. Ustedes caballeros saben perfectamente que una persona con miedo es demasiado peligrosa, no sabemos que pasaba por la cabeza de ella tampoco sabemos si teniendo sus armas nos atacara a todos los que estábamos presentes, no podemos arriesgarnos solo porque la mocosa tiene apariencia débil, aún no sabemos que puede llegar a hacer con un arma. Además no sabemos si a pesar de esa apariencia enfermiza y débil sería capaz de matarnos a nosotros o no— manifestó el muy cabronazo.

En ese instante hable, no quería que creyera cosas donde no las hay por culpa de ese cabrón—La entre a la enfermería señor Mathew por que la herida de la cabeza se estaba infectando, la joven estaba manejando una alta temperatura de fiebre. Si la dejábamos así la herida después sería un problema mayor y la chica podría morir— lo dije lo más frío y sereno posible no necesitaba alterarme ahora cuando mi cabeza depende de un hilo.

—Váyanse—dijo el señor Mathew dejándome sorprendido —pensaré que haremos con ella, en dos horas deberán volver; les daré un veredicto y las razones por las que llegue al mismo, intentare averiguar unas cosas que no me cuadran, además que la chica se me hace un poco conocida. Por favor salgan de aquí, pero antes kurt habla con el médico; pregunta que puede comer la joven y dirígete al comedor y coge lo que pueda comer y se lo entregas verifica que se alimente— la verdad estaba sumamente sorprendido pero satisfecho, al menos tendrá tiempo para sanar sus heridas, ya que las tenía por nuestra culpa y podrá largarse si así lo desea o bueno si esa es la decisión del comandante Mathew.

Me quede mirándolo seguro mi cara de sorpresa fue tan evidente que instantáneamente me lanzo una mirada helada y severa así decidí que era mi momento de salir, al observar a Dominick note que tenía los músculos tensos y su mandíbula muy apretada, irradiaba ira y odio por todo su cuerpo, quise reírme pero ese no era el momento indicado para hacerlo así que lo deje pasar. Seguimos hasta que nos acercamos a los dormitorios ahí fue cuando dominick se desvío de mi lado, aún seguía furioso aunque no estaba seguro de por qué estaba así de malhumorado, pero me hacia una idea, lo más probable es que la chica de la enfermería lo tuviera así.

Seguí caminando, tuve que pasar los dormitorios ya que para poder llegar al área del comedor.

Tenía que pasar las áreas de los dormitorios y de entrenamiento, como en estos momentos era la hora de la cena, lo más probable es que el médico de la chica también se encontraba allí así podría hablar con él y hacer lo que el señor Mathew me pidió antes de que me corte los guevos, ese hombre a pesar de su edad avanzada conservaba ese aire frio y calculador de los militares demasiado bien; era un hombre bastante estricto pero todo para que pudiéramos salir bien librados de toda esta mierda que se había formado.

Llegue al comedor y empecé a buscar al doctor con la mirada, fue muy fácil encontrarlo pues su bata blanca resaltaba ante la vestimenta de los demás. Lo observe haciendo la fila para recibir su cena así que me acerque a él antes de que tomara su cena; le pregunté qué podía comer la chica que teníamos en la enfermería me toco explicarle que él señor Mathew ordeno que se le diera un poco de comida, me informo que cosas muy suaves como frutas, sopas sin mucho condimento y con baja sal, nada de carnes y etc.... Ya que según el médico aún estaba delicada.

Pobrecita, esa chica me daba lastima en este momento esa dieta no se la desearía a nadie, porque comer era una gloria que tenía reducida por ahora, lo bueno es que solo sería por el tiempo que cicatrizarían sus heridas según dijo el doctor tendría que verse obligada a comer de esa forma hasta sanar por completo y cicatrice sin ninguna complicación.

Después de saber que podía comer, fui a la cocina y pedí las encargadas que por órdenes del comandante Mathew me encargaría de hacer la cena para alguien de la enfermería, me dejaron pasar sin ningún problema indicándome donde estaban las despensas y otras pocas cosas; decidí picarle algunas frutas y cogí unas galletas simples que nos daban cuando hacíamos excursiones al exterior por provisiones, según dijo el doctor nada de sales y así será mientras yo le lleve su comida. Me sentía nutriólogo en este momento.

Para que las galletas no supieran tan mal tome un poco de jugo que encontré, puse todo en una bandeja y Salí de la cocina, deje todo en una de las mesas del comedor y fui a hacer fila para poder tomar mi cena, al tener todo en la bandeja estratégicamente acomodado para que nada se cayera fui a la enfermería, tal vez estando solos logrará sacarle alguna cosa que demostrará que no era peligrosa y no la mataran, tal vez podía ser útil aquí.

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