Un Nuevo Comienzo.

Capítulo 9

Los entrenamientos siguieron todos los días en horarios específicos. Las semanas fueron pasando y con el tiempo cada vez yo era más fuerte, ágil y hábil; por tal motivo los entrenos cada vez eran más difíciles pero no imposibles; por otro lado dominick había bajado varias rayas a su comportamiento limitándose solo a entrenarme sin hacerme sentir mal.

Las cosas estaban en calma, pero aun así nadie bajaba la guardia y aunque en el trascurso de este tiempo hemos tenido bajas de uno que otro soldado, realmente fueron muy pocas; también en el tiempo que ha pasado personas nuevas se están adaptando en el refugio y sus quehaceres.

Llegaron en grupo más o menos 10 personas entre ellos habían niños pequeños y un recién nacido, aquellas personas fueron salvadas por unos soldados de nuestra base, quienes encontraron a estas personas siendo atacadas por un grupo de las fuerzas armadas, decidieron salvarlos y traerlos al refugio.

Entre esas personas llego un chico de más o menos 21 años llamado Oushmool quien era bastante peculiar, sus ojos son de color claro, pero no tiene color especifico pues a veces se ven azules, otras veces verdes así que realmente no sé de qué color son, siempre portaba un saco con una capucha que cubre gran parte de su rostro. En un inicio pensaron que era algún infiltrado, incluso llegaron a creer que tal vez era una mala persona puesto que realmente no hablaba, tampoco se acercaba a personas, pero después de un tiempo y vigilancia por parte de dominick realmente se dieron cuenta que no es un peligro, simplemente era extraño y le gusta su soledad,  varias veces que no traía su capucha lo veía mirarme muy fijamente y con una expresión bastante extraña, como si me analizara o quisiera saber algo que ni yo sé.

Mi amistad con kurt por otro lado se fortaleció bastante con el pasar del tiempo, nos volvimos tan cercanos que empezamos a apoyarnos mutuamente y a expresar como nos sentíamos respecto a todo lo que estaba pasando. Fue el quien me sostuvo en los días de depresión que tuve cuando me dijo que mi hermano y mi madre estaban muertos, fue quien seco mis lágrimas y me ayudo a salir de aquel pozo sin fondo en el que me hundía sin luchar, me enseño que tenía una familia que debía proteger ahora, y niños que no tenían que morir de forma cruel sino que debían vivir, me dio fortaleza para luchar por todos los que aquí albergan. También contamos nuestros miedo y secretos, gracias a eso me di cuenta que las preferencias de kurt no eran precisamente inclinadas hacia las mujeres y aunque le parecían sumamente preciosas, su pene solo se dignaba a despertar de un sueño de belleza profundo si veía a un hombre "sus palabras, no las mías" además de eso parecía súper interesado por Oushmool quien a su vez ignoraba a todos, excepto a los niños del refugio, realmente lo que él hacía en la base era entrenar a los chicos más grandes entre edades de 6 a 12 años para prepararlos en caso de algún ataque a el refugio, así que la mayor parte del tiempo estaba ocupado pero eso no era un impedimento para que los ojos de kurt lo observaran de lejos sin camisa mientras disparaba armas o explicaba ejercicios. Además creo que secretamente Oushmool sabía del enamoramiento de kurt puesto que note que cuando kurt no está cerca el siempre mantiene su camisa puesta.

También he realizado con mi equipo unas cuantas misiones en el exterior  para traer suministros al refugio en esas misiones tuve el honor de conocer a Sean, el hombre que me perseguía aquel día que golpearon mi cabeza. El comandante me explicó que el no tenía malas intenciones y deseaban ayudarme aquel día y se disculpo por todo lo que paso, es un hombre bastante hábil con las armas y fue un gran maestro a la hora de aprender a manejar armas de fuego , mi entrenamiento ha funcionado bastante porque tengo buenos reflejos, mis movimientos son más rápidos y certeros lo cual me ha ayudado a salir viva de unos cuantos enfrentamientos con los Goulsth. Realmente son difíciles de matar por su exorbitante fuerza pero no es imposible ya que a pesar de ser rápidos para correr no lo son tanto para esquivar lo cual nos ayuda bastante para no morir en las afueras.

Hoy es uno de los días en los que mi equipo y yo tenemos que salir a buscar suministros. Pero esta vez iremos a una ciudad que queda a un día de distancia, realmente estas cosas se hacen es porque los soldados que apenas están iniciando la fase de entrenamiento deben de ir por suministros en la misma ciudad, así en caso tal de que alguno salga herido se pueda tratar en la base y no muera. Mi equipo es bastante completo además que con nosotros va un practicante de enfermería, por lo que si hay un herido podemos manejar la situación.

Son las 5 de la mañana cuando iniciamos el viaje, vamos kurt, yo, Federico, Adam, Aidan Karina, Alex y Joelliene; Aidan es el enfermero de nuestro grupo, realmente todos son muy amigables y sociables; después de un tiempo ellos me incluyeron a su círculo de amigos y luego como parte de su familia, porque realmente eso es lo que somos nosotros, una familia que se cuida la espalda los unos a los otros y que jamás dejarían atrás a ninguno, yo les enseñe la importancia de las promesas y les enseñe cada tipo de promesa que me enseñaron a mí. Nuestra promesa como grupo es salvarle la espalda a los otros sin importar que, además de apoyarnos los unos a los otros sin dejarnos caer, levantarnos si estamos heridos, pero la más importante no alzar nunca un arma contra ninguno.

Caminamos por bastantes horas todos en silencio, por que realmente ninguno quería llamar la atención de nada que estuviera cerca, puesto que no queríamos ningún tipo de enfrentamiento que pudiera gastarnos balas además de energía. Kurt y yo cuidábamos la espalda de quienes se encontraban adelante y simplemente seguíamos a Karina quien era una gran guía además de saber leer los mapas.

7 horas después

Llegamos a la ciudad en la noche, nadie sabía que horas eran así que simplemente cansados y somnolientos decidimos asentarnos en una casa que encontramos de paso, repartimos los turnos de guardia para así cada uno dormir un poco. Como saber cuándo llegaba mi turno; fácil no teníamos reloj pero si un aparato muy extraño que nos ayudaba a contar las horas que llevábamos de guardia, al ser 8 decidimos que 4 harían guardia esta noche y en el camino volveríamos a descansar y los otros 4 deberán hacer guardia, esta noche me tocó a mí, primero iba a cuidar kurt y después seguiría mi turno, apenas me recosté en el piso caí como piedra.

Unos suaves roces en mi hombro me hicieron saltar de inmediato pero al notar que era kurt, me relaje un poco. Cuando iba a tomar mi turno vi como kurt me hacia una señal de silencio y despertaba a los demás, eso significaba que algo andaba mal; agarre mi katana prestando atención a todo lo que nos rodeaba por si algo atacaba; al estar todos despiertos y con sus armas en mano kurt nos empezó a guiar a una dirección donde a medida que nos acercamos escuchábamos sollozos, parecía el llanto un niño, pero realmente no podíamos confiarnos puesto que podía ser una grabación de las fuerzas armadas para atrapar a personas por medio de su compasión y necesidad de ayudar a otros, aprovechando la debilidad que tienen los seres humanos por el dolor ajeno.

Llegamos a una tienda en donde salía un olor bastante feo como a cadáver en descomposición, me dio muchísimo asco pero realmente ya conocía tanto ese olor que era capaz de controlar mis náuseas y mareos.