POV Shannon
Estuve sentada por un largo tiempo sobre una camilla esperando saber mi destino, ya había mirado cada cosa de esa maldita habitación y no había nada que me permitiera salir, ni siquiera algo con lo que pudiera defenderme; me encontraba tan débil que estoy segura que de intentarlo terminaría lastimándome yo misma, así que al final decidí que lo mejor era dormir y esperar.
Después de un largo tiempo escuche pasos acercarse, me moví un poco para poder levantarme pero mi cansancio y dolor de cabeza podían conmigo, adicional a eso en estos momentos mi mente manejaba mi cuerpo a su antojo y mi mente quería descansar, así que me quedé quieta intentando dormir un poco.
Sentí como la persona se detuvo frente a la habitación, tenía mucho miedo, no conocía a nadie de los que me tenían atrapada, tampoco sabía que iban a hacer conmigo y eso era lo que más terror me producía, pero estaba completamente débil, cuándo la persona que estaba frente a la puerta abrió y entró, abrir mis ojos para poder visualizar quién era y encontré al chico pelirrojo que me entrego la ropa que llevaba puesta, con una bandeja en una de sus manos y en la otra las llaves con las que abrió la puerta, puso la comida en una mesita guardo sus llaves y se acercó a mí.
—hola—se le veía cansado—¿cómo te encuentras?— pregunto, se veía interesado por saber cómo me encontraba lo cual me parecía bastante amable de su parte, era la única persona buena de ese lugar, los demás eran completamente aterradores, con esas miradas de hielo, como si no sintieran nada.
Carraspee un poco mi garganta antes de hablar —hola— pronuncie con un timbre de vos bastante ronco, solté una risilla nerviosa, había sonado muy graciosa, lo mire y note como él alzaba una comisura de su labio supuse que también para el soné graciosa, —me encuentro un poco mareada, mi cabeza palpita mucho, pero estoy bien— le respondí, la verdad el joven se veía amable, de todos los que he visto es el menos aterrador.
—me alegra que te encuentres bien, tal vez el mareo es por falta de comida por eso te traje esto y por el dolor de cabeza supongo que es por falta de descansar un poco — el joven pelirrojo cogió un plato lleno de fruta picada, al verla se me hizo agua la boca se veían tan exquisitas esas frutas, y recordé una frase que siempre decía mi padre; me parecía graciosa hasta que una vez me dijo que algún día lo entendería, el dicho decía «la comida más rica es la que se come con un buen hambre» jamás lo entendí hasta ahora, esas frutas parecían ambrosía para los dioses se veía exquisita.
Pensar en mi padre me puso triste deseaba que él estuviera conmigo, tal vez si aún estuviera vivo no estaría aquí. Estoy completamente segura que él me hubiera protegido, estaríamos reunidos con la familia o incluso estaríamos en algún refugio con ayuda de alguno de sus amigos; no me di cuenta que estaba llorando hasta que el chico pelirrojo habló.
—tranquila vas a estar bien, come un poco—aunque sus palabras era suaves, sabía que era una orden directa, limpie las lágrimas de mis mejillas y empecé a comer la fruta cogiendo los trocitos con mis manos; mientras comíamos decidí entablar una conversación para no sentirme tan sola.
—oye, ummm ¿cómo es tu nombre?— dije un poco nerviosa lo bueno es que no era mucho de sonrojarme así que no pasaría vergüenza, el joven medio sonrió un poco y me miró.
–Mi nombre es kurt ¿tú cómo te llamas?— cuando pregunto eso sentí que algo en mi cabeza me alarmaba diciéndome que no confiara en él, después de todo estaba herida y encerrada por culpa de las personas que estaban antes aquí, pero otro lado de mi mente me hizo recordar en ese instante a mis padres; ellos me educaron para respetar a todos y ver a todos como mis iguales no sentirme superior ni inferior a ellos, siempre me enseñaron a ser educada sin importar con quien tratara, porque según ellos la educación y la elegancia es aprendida, pero la estupidez era hereditaria.
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Un Nuevo Comienzo.
Science Fiction-Enciende la cámara y camina lentamente a sentarse en la pequeña silla destartalada. toma aire y empeza a hablar- Las cosas cambian con el paso del tiempo, para bien o para mal todo está en la obligación de cambiar. -suspira- Eso fue lo que nos...