Algo más[hermanastros]

Pijamada

—apareciste en el mejor momento—sonrío

—súbanse— cam abre la puerta de atrás y subimos al auto, ella arranca.

—ustedes tienen que contarme muchas cosas, que les parece si vamos a mi apartamento y hacemos una pijamada, así como niñas pequeñas—nos mira por el retrovisor sonriente.

—claro que acepto—volteo a ver a mara—que dices amiga? —hago puchero

Menea la cabeza sonriendo.

—primero vamos a casa por las cosas—se recuesta en el asiento.

Ahogo un chillido de victoria.

Le indico a cam por donde debe ir.

Cuando llegamos al conjunto aviso al guardia que nos deje pasar y este lo hace al ver que se trata de nosotras.

—este conjunto es el más lujoso de California—confiesa cam.

—pues al parecer john tiene dinero—le resto importancia.

Aparca frente a la casa y se queda mirando sorprendida.

—las espero aquí, así que no tarden mucho—avisa mirándonos por el retrovisor mientras bajamos del auto.

Asiento rápidamente mientras nos acercamos a la casa, busco las llaves en el bolso y entramos.

Lo primero que hago es quitarme los tacones que me están matando, todo está a oscuras así que enciendo la linterna de mi teléfono y subimos a nuestras habitaciones.

Tiro los tacones por ahí sintiendo el inmenso dolor en mis pies, busco un bolso y empaco cepillo de dientes, un short de tiro alto negro, un top gris y mis converse negras.

Me quito la ropa y desmaquillo rápidamente para buscar mi pijama, escojo una de copos de nieve y pantuflas de conejo.

"conejita"

Un recuerdo rápido de cómo me llama noah viene a mi mente, pero lo borro al instante.

Salgo de la habitación y mara está abajo con la misma ropa mirándome extraña.

Se cubre la boca aguantando la risa negando, tuerzo los ojos y salimos de la casa.

Cam se hecha a reír apenas me ve también y subimos al auto.

—que es tan gracioso—pregunto cruzando los brazos.

—te tomaste esto de la pijamada muy en serio—suelta mara

—déjala, se ve linda—confiesa cam.

Suspiro y miro por la ventana.

Llegamos al conjunto de departamentos donde vive cam y me sorprende saber lo cerca que queda de casa.

Cam aparca en el estacionamiento y subimos.

Su departamento es hermoso, las paredes son de color crema, a la izquierda hay una cocina con una barra de color negro muy bello, al lado derecho una sala de estar con muebles de color celeste.

—vengan, por aquí está mi habitación—indica.

La seguimos al fondo y entramos, su habitación es hermosa, muy amplia pintada de color lila, decorada con cuadros de colores, una mesa rectangular bajo el televisor que está ubicado en la pared, una cama en el medio muy grande también.

Tiro mi bolso por ahí y me lanzo de un salto.

Escucho sus risillas, y ellas también se lanzan a mi lado.

—tengo pizza congelada y refrescos, voy por ellos— cam se levanta de la cama y sale de la habitación.

En ese instante mara se sienta rápidamente mirándome seria