La muerte

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Me remuevo en la cómoda cama cuando noto un bulto apoyado sobre mi cintura, frunzo el ceño ligeramente, pero trato de no prestarle atención, pero en el momento que escucho un suspiro todo rastro de sueño se aleja y abro los ojos exageradamente hasta rodar alejándome y caigo de la cama.

Suelto un quejido cuando mi cuerpo adormecido impacta contra el suelo alfombrado el cual agradezco que este así.

—que mierda—me siento sobándome el brazo ya que todo el peso de mi cuerpo cayó sobre el, pobre.

Escucho otro suspiro y me froto los ojos para ponerme de pie.

Observo la cama y mis ojos se abren en sorpresa que arden, ¿en qué momento?

Esta no es mi habitación.

Noah se encuentra dormido plácidamente sobre la cama, colchas limpias cubriendo desde su cintura hacia abajo, su ancha espalda desnuda a la vista, él se encuentra boja abajo y su brazo estirado hacia el lugar donde estaba dormida hace unos minutos, en el perfil visible de su rostro se pueden apreciar las contusiones causadas por esos horribles hombres, lo bueno es que ya no gotea sangre, pero su labio luche hinchado y roto, en su pómulo izquierdo un gran moretón cubriéndolo, vaya que si lo golpearon fuerte, lo bueno es que su nariz no luce tan mal solo un pequeño corte en el tabique, pero no luce rota ni nada.

Lo que me desconcierta de mi situación actual es que recuerdo haberme dormido en mi habitación, este imbécil debió pasarme después.

Me quedo un momento admirando lo, se le ve tan calmado y sereno, viéndolo así no parece el tipo mujeriego que hace sufrir a las mujeres.

Ojeo su habitación abiertamente aprovechando que está dormido.

Me sorprende que este lugar no parezca suyo, es tan ajeno a él, las paredes son grises combinado con la alfombra, no tiene nada pegado en la pared, hay 2 nocheros a ambos lados de la cama unos pequeños muebles con una mesa central ubicados en la esquina hay una tv y debajo un cajón rectangular el cual no hay nada encima solo el mando, en el techo hay una claraboya que hace que la habitación se vea iluminada y a la vez vacía, hay una puerta en la esquina derecha de la parte donde se encuentra en tv y otra en la esquina superior izquierda, deben ser el armario y el baño, la otra es la de la salida que se encuentra en la mitad de la pared lateral, la que queda justo frente a mi puerta, no imagine que noah ocupara un lugar como este, no tiene nada de malo cada quien tiene el derecho de hacer lo que quiera pero, esperaba ver algo diferente, la habitación en gigante, creo que lo más ha llamado mi atención es el gran librero que hay en la esquina contraria a su cama, me gustaría ver que libros tiene, no sabía que le gustara leer, bueno en realidad es que no sé nada de él.

Noah se retuerce en la cama como un gusano haciendo ruidos extraños y esa es mi alerta para escapar.

No había notado que en el nochero se encuentra la foto de ayer, así que la tomo rápidamente y me acerco a la puerta para girar la manija con el más sumo cuidado para salir.

Canto victoria apenas cruzo mi puerta y recargo mi cuerpo contra esta.

Suelto un largo suspiro y ojeo mi habitación, he decidido pegar unos pósteres de algunas de mis bandas favoritas, tengo tiras de fotos con mi madre y tara, también con mara y liam.

Por cierto, no he hablado con él desde que llegué aquí, joder como lo extraño, mi mente viaja al momento tan raro que vivimos la noche en que fuimos a despedirnos.

—escuchas eso? —pregunta

—late demasiado rápido.

—es por tí

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