Llamadas y búsqueda de empleo

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Parte 1

Un timbre

Dos timbres

—hola? —responde al otro lado.

—no te hagas mamá, ni modo que no tuvieras agendado el número de tu hija — la regaño

—claro que si lo tengo hijita solo que no miré el nombre—ríe nerviosa— como has estado mi niña?—pregunta

—creo que bien madre, quiero que me expliques porque le dijiste a john que no quieres que trabaje, también aceptaste que me diera dinero, y aparte que pagara mi universidad? Que es todo esto mamá no entiendo—me siento en el columpio que hay en el balcón.

—déjame explicarte hija—se defiende.

—claro, te escucho—respondo seria.

—Mira John me llamó explicándome que quería darles unas tarjetas para que compren lo que necesitan, yo acepté porque sé que necesitan sus cosas, le dije que no quería que trabajaras porque lo único que necesito es que te concentres en tus estudios de la universidad, porque cuando trabajabas aquí casi pierdes el año, ya no tienes por qué trabajar ya no estoy contigo hija solo preocúpate por ti, John es tu padre y él tiene que hacerse responsable de ti ya que no lo pudo hacer antes, yo voy a estar bien hija, voy a trabajar muy duro no te preocupes por mí—suelta un suspiro

—está bien—respondo sin más, ella sabe que me cuesta aceptar lo que me dice.

—te amo hija, te amo mucho, me tengo que ir hablamos luego bueno? —responde alegre

—te amo más mami—trato de sonar alegre.

Y con eso cuelga.

Entiendo a mi madre no quiere que descuide los estudios, cuando vivía en Santa Bárbara trabajaba para que estuviéramos bien y ella no se esforzara tanto en el trabajo, John mandaba dinero, pero jamás lo utilizamos para nosotras, cuando Tara estaba ella trabajaba al igual que mamá, mi hermana siempre me decía que tenía que concentrarme en mis estudios que no me preocupara, pero cuando ella se fue sentí la responsabilidad de trabajar y ayudar a mi madre como ella lo hacía.

Así que no voy a dejar esto, conseguiré empleo a escondidas y ayudaré a mamá así ella diga que no es necesario, no puede ser tan malo ¿verdad?

[...]

Después de arreglarme un poco, no me cambié de ropa porque me veo genial, solo me peiné un poco cabello y me puse hidratante de labios, no pretendo impresionar a nadie.

Salgo de la habitación y toco la puerta de mi amiga, ella sale y wow yo no pretendo impresionar, pero mi amiga sí.

Se cambió el vestido por unos jeans rasgados con una blusa verde manzana cuello bandeja corta muy bella, se puso un maquillaje suave.

—estás preciosa Mara y eso que solo vamos a comprar ropa, bueno al parecer algún zack por ahí apenas te vea quedará babeando—le guiño un ojo y sonrío.

Ella se sonroja.

—qué? puff ¿zack? Jamás—mira hacia otro lado y empieza a silbar.

suelto una risilla negando.

—ok como quieras igual sabes que yo sé —sonrío abiertamente sin saber bien que fue lo que dije, pero ella me entendió—ahora vamos que si sube el simio de noah para apurarnos lo golpearé.

Ríe negando y empezamos a caminar hacia las escaleras.

Llegamos abajo pero no hay nadie.

Un sonido horrendo suena afuera y estoy segura de quien se trata, salimos de casa y ahí está en un Audi, wow estúpido riquillo.

Algo más[hermanastros]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora