Hoy era uno de esos días en el cual ninguno haría nada, pese la cocina estuviera lista ambos quisieron optar por pedir algo de comer, ninguno tenia ganas de cocinar.
Ambos estaban sentados uno al lado de otro, Palette estaba acurrucado en el pecho de Cray, quien le daba pequeñas caricias sobre la ropa, nada fuera de tono. Veían una pelicula de terror, ustedes diran, Palette estaria todo asustado, pues..no. Palette adoraba esas películas, es más, le divierten, le dan risa. A diferencia de Cray que le daba un miedo horrible, no podia verlas, eran causantes de sus tontas pesadillas, ahora mismo trataba de distraerse mirando el fondo de la pelicula y no a los personajes en si para no dar un salto del susto, cosa que no lograba.
Por suerte su novio, Palette, conocía del miedo que este le tenía y en esos casos comenzaba a hablar, distrayendo a Cray y de paso hacer que este ría junto a él.
—Ahora les va a salir un ruido, se van a voltear y no va a haber nada.— El mayor le miro confundido y se centro en lo que estaba pasando en la pelicula para ver si era real, tal y como dijo, eso paso, haciendo que el pintor soltara risas causando que la mueca de terror que tenia el patinador cambiara a una sonrisa mas relajada.— ¡Ahora! Cuando vuelvan a mirar al frente va a estar ahí.—No podia tener miedo, no con Palette.—¡Pfft! ¡Te lo dije!
Rieron juntos, adoraba que hiciera eso. Pasaron unos minutos mas en la película, ambos soltaban risas y Cray ya se encontraba menos tenso, recibiendo ahora él pequeñas caricias en sus manos.
—Va a aparecer un screamer.— Anunció el menor, pero esta vez, eso no paso.— Oww..no lo adivine.— Hizo un puchero, el patinador rió ante ellos aunque pronto se callo al ver como cambio a una sonrisa divertida.— ¡Espera! ¿Un fantasma al fondo del pasillo? Cliché. Las luces se apagaran y cuando prendan el fantasma estara en sus caras.— Pasaron unos segundos para que eso exactamente pasará, causando que Cray soltara risas fuertes, eso era, la risa que necesitaba Palette para saber que ahora su novio también se uniría a sus bromas. Lo había tranquilizado.
Le daba ternura que su novio tratará de
adivinar junto a él.
