Era ya otro día, el de ojos estrella había tenido algunas diferencias con sus padres sobre lo que quería hacer con su vida y estudios. Al final con Cray decidieron irse a vivir juntos, por lo que comenzaron guardando las cosas de Palette, que estaban en su habitacion, en cajas.
—Aquí hay otra caja. — Dijo Palette colocandola en el suelo justo al medio de la habitación mientras miraba a su pareja recostado en su cama mirando un libro sobre el universo que encontró en su estantería.
— ¿Entonces cuando miramos las estrellas estamos viendo el pasado? — Palette soltó una suave risa mientras se sentaba en el suelo mirando a su novio.
—Eso dicen. — Sonrió un poco al ver como el patinador intentaba animarle con preguntas del espacio.
— Me lo aclararás tú cuando estudies más sobre eso ¿no? — Él alto se sentó en el borde de la cama mirando a su chico, quien se levantó del suelo para ir a buscar otra caja.— Voy a guardar el libro.
— Bueno... te diré lo que descubra.— Salió de la habitación en busca de otra caja tardándose unos minutos en los cuales mientras Cray esperaba miraba el libro, no quería que se quedara perdido en alguna caja pero era decisión de Palette donde guardarlo.
Cuando su amado volvió vio que traía una cara que denotaba completa confusión más no le presto tanta atención al principio.
—¿En donde quieres que lo ponga? — Le preguntó levantándose de la cama sin apartar su mirada del bajo quien le miraba a él con una cara de "No entiendo de lo que me estas hablando".
—¿En donde de qué? — Pregunto devuelta tratando de quitar su cara de confusión con una pequeña sonrisa nerviosa.
— Huh... Tú libro. ¿Donde quieres que lo ponga? ¿En la caja de mudanza? — Preguntó nuevamente el alto especificando para hacerle entender.
— ¿El qué? — Volvió a preguntar Palette.
Duraron unos segundos en silencio, pero un chispazo volvió a su cabeza volviendo a recordar que estaban guardando sus cosas en cajas para mudarse, que anteriormente había ido a traer una caja y cuando la tenía en sus manos no recordaba para que la quería dejandola ahí.
— ¡Ah! ¡S-si!, E-e-e-en la mochila.— Su cara se llenó de color al escuchar la carcajada de su pareja que se dio cuenta que se había olvidado de que estaban haciendo.— N-no, Cray deja de reírte.— Hizo un puchero ocultando su rostro inundado en vergüenza mientras seguía escuchando al patinador riéndose sin parar.
—AY, PALETTE. — Entre sus risas abrazó al bajo encima de sus brazos para apegarlo a su pecho sin dejar de soltar algunas risas, entre su puchero y su vergüenza Palette reía de lo abochornado.
Si, era hijo de Ink.
