Cualquiera que viera a Palette pensaría que era el tipo de persona que siempre recibió buenos tratos y muchos cariños por parte de todo el mundo, cualquiera que lo viera, pero quien lo conocía sabia que no recibió cariño de sus padres ni de nadie a su alrededor por lo que no estaba acostumbrado a tales caricias.
Eso hacia que muchas veces a Cray se le hiciera muy difícil darle besos o mimos al chico estrella, muchas veces tenia que rogarle a Palette por un besito que ni siquiera le iba a dar en los labios, el problema siempre fue que se le trató como alguien que nunca necesitó ningún cariño bonito en toda su vida, al menos hasta que llegó Cray.
Este día Cray despertó con muchas ganas de abrazar a Palette y de tenerlo así todo el día, el mas bajo había despertado neutral, ni siquiera sabía que el alto quería darle cariños.
— Paleeeeette.—El patinador hablo luego de haber desayunado y limpiado todo para ir directo hacia el bajo quien le miraba un poco confundido.
— ¿Huh? — Contesto el mencionado, el cual estaba en el sofá de la sala acomodado en una esquina entretenido en su teléfono.
Cray conocía a Palette y sabía que iba a ser un poco complicado darle mimos, comenzaría coqueteandole para entrar poco a poco a los cariños.
— ¿Has contado las estrellas de día?— Sonrió mientras apoyaba los codos en el descansa brazos del sofá y colocaba su mentón en sus manos para ver al menor, con ese pequeño piropo quizá el menor se dejaba querer.
— ¿Cómo el sol? — Pero sus planes no fueron tan bien como pensó con esa inocente respuesta del bajo.
— E-eh... — Le había tomado en una curva, Palette sonrió de lado al luego de ver a su novio quedarse en blanco y entender a donde quería llegar, se burlaba internamente por haber desmoronado el coqueteo del patinador.— . . . Empecemos de nuevo.
Palette dejo su teléfono de lado para cubrirse su sonrisa burlona con una de sus manos, viendo como el otro se sentía como un mal chiste en un concierto, se disculparía luego.
— Ejem... Hay muchas flores, todas tienen un distinto significado que las hace bellas, pero no encuentro que tipo de flor eres para saber el motivo de tu belleza. — A pesar de aquel pequeño, incomodo y cómico momento el menor no sabía que decir esta vez, sintió como sus mejillas se calentaron y en un segundo quitando esa sonrisa burlona.
Ahí fue donde Cray aprovechó para sentarse al lado del menor y abrazarle por encima de sus brazos para empezarle a dar pequeños besos en su cabeza o al menos lo intentaba, la timidez de Palette era tan potente solo por un simple coqueteo que empujaba el rostro del colorido con sus manos.
A este punto, lo tan poco que habia hecho el alto era demasiado para el pequeño, no sabía si dejarse querer o si tenía que devolvérsela, ¿Como se la iba a devolver? Situaciones como esta se volvían muy estresantes para el menor que no sabía como tenía que reaccionar.
Aquellos pensamientos fueron interrumpidos por el patinador que aparto las manos del chico estrella para comenzar a darle pequeños besos en cada parte de su rostro, dejándolo igual de tímido pero haciendo que se dejase querer, esta vez, entrelazando sus dedos con los del contrario.
Palette solía ser complicado muchas veces sobre muchas cosas y aunque se disculpaba, no era su culpa después de todo. Aun asi, Cray lo amaba de la misma forma, él lo entendía.
