Capítulo 1: Mala suerte

21 2 0
                                    

La calle está oscura, hace algo de frío, siendo sinceros, nada típico de este pueblo.

Miro a mi alrededor y solo veo algunas que otras personas bajando hacia el centro. Más adelante, sentados en los bancos del boulevard  hay algunas parejas dando muestras de su "perfecto amor", giro los ojos ante esas escenas.

Al pasar por unas calles, diviso unos callejones.

Doy un brinco y ahogo un grito  al escuchar un ruido que proviene de uno de ellos, así que acelero el paso. Me muerdo el labio.

Cuando ya estoy por llegar a mi destino: el parque del centro, escucho el sonido de las sirenas de policía, estacionadas en el parque y algunas personas a su alrededor.
Extrañada me acerco para ver qué es lo que pasa.
Algunos policías están de pie hablando por sus celulares con cara de frustración. El resto está dentro de los autos. Observo pero no me parece ninguna escena del crimen.

Dicido preguntar a una señora que se encuentra a mi lado.

— Señora, disculpe¿Qué es lo que sucedió? — pregunto intrigada.

— En el hospital psiquiátrico fue encontrado un sujeto que se hizo pasar por el personal de esa institución y estaba tratando de robar o algo algún archivo sobre ciertos pacientes... Lo persiguieron pero aquí le perdieron el rastro.

—Mmm, interesante.

— Si, bastante.

Doy media vuelta y me alejo del grupo de personas adentrándome en el parque.
Los que allí se encuentran ni se inmutan por lo que está sucediendo y siguen con sus cosas, cerca hay un grupo de jóvenes como de mi edad que con una bocina escuchan música, trato de mirarlos con atención para ver si entre ellos se encuentra Gabriela, mi mejor amiga, pero no la veo. Tampoco es que nadie de ese grupo me pareciera conocido.

Continúo escaneando con la mirada el lugar, me detengo en un grupo de cinco: dos chicas y tres chicos, todos vestidos de negro, que por alguna extraña razón se dedican a no hacer nada, ni siquiera a hablar como suelen hacer las personas normales.

Mi mirada se cruza con la del más alto de todos, con unos ojos de un gris tan extraño que no creo que existan otros iguales. Me observa por unos instantes que a mi se me antojan eternos por lo que desvío la mirada rápidamente y sigo caminando.

Me detengo para llamar a Gaby que como es típico en ella no aparece por ningún lado, nunca puede llegar a tiempo. Levanto la vista y veo llegar otro carro de la policía, no entiendo lo que pasa pero a nadie parece importarle, esto no me da muy buena espina por lo que sigo caminando tratando de alejarme un poco de ese lugar.

Gaby no me contesta aún.

Me paro en seco, no sé qué será más razonable,quedarme en el parque rodeada se personas o alejarme del lugar solo porque el ambiente no me agrade demasiado, dadas las circunstancias.

No sé si es lo mejor pero sinceramente no me apetece quedarme allí.

Un tono, dos tonos, tres tonos...

—Dime, Andrea — contesta Gaby finalmente

—¡¡¿Dónde rayos estás?!! — le exijo furiosa.

— Eeehh, bajale dos rayitas Drama Queen. Estoy llegando al parque, ¿por qué? — dice ella más calmada.

Suspiro pesadamente —Solo apúrate ¿si?— cuelgo.

Me dispongo a dar media vuelta para esperar a Gaby en el parque.
Un ruido me detiene, miro a mi alrededor pero no puedo ver nada más que mi sombra.
Tengo la desagradable sensación de que alguien me está observando, guardo mi celular rápidamente por si acaso es un ladrón mediocre de esos que acechan por ahí.

BLACKWALLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora