BLACKWALL

Capítulo 2: Una piedra en el camino

— Ya nunca estarás a salvo, estoy en todas partes. — susurra rodeándome, como hacen los animales con sus presas.

— ¿Qué?

— Sé más sobre tí de lo que puedes imaginar, te conozco más que tú misma — toca la comisura de mis labios

— ¿Cómo? — muerdo mi labio inferior

— Lo que escuchas — con su dedo estira mi labio para que deje de morderlo.

— ¿Por qué....

— Porque tú te lo ganaste...— todo se vuelve oscuro, veo solamente unos ojos grises.

Abro los ojos y tengo el corazón en la boca, todo está oscuro. Distingo una silueta en mi habitación y reprimo un chillido. Rápidamente enciendo la luz, en el intento tiro varias cosas que habían en la mesita. No hay nadie debo haberlo soñado.

                            ***

Abro los ojos, todo está oscuro todavía.

El sonido de la alarma me taladra el cerebro.

¿Por qué esta mierda pita tan alto?

La apago, sin ver mucho alrededor, todavía estoy medio dormida.

Me siento en la cama y miro a la nada. Vienen a mi mente imágenes de la noche anterior.

— Esto, a sido muy fácil — chasquea la lengua y niega con la cabeza. — ¿Ustedes no son unas de ellos verdad?

— ¿Listas? Uno... Dos... Tres.

—Suerte Andrea...

Vienen como flashes, horribles flashes.

A lo mejor todo fue un mal sueño.

Me levanto torpemente. Camino hacia la puerta y tropiezo con algo en mi camino.

Mierda.

Auuchh. No me detengo a ver con qué fue con lo que me tropecé y bajo las escaleras a toda velocidad, para encontrarme con mamá que está poniendo el desayuno.

Un agradable aroma de café invade mis fosas nasales.
Una tasa me vendría de maravilla en estos momentos.

— Buenos días...— dice ella mientras sirve el café.

— Buenos días mom — digo todavía al pie de la escalera.

— ¿Dormiste bien? Llegaste muy tarde anoche. — asiento, ella se lleva su taza a los labios y me examina. — todavía llevas la ropa de ayer, ni siquiera te desvestiste, buena fiesta deben haber cogido...

Si supieras...

— Sube y arréglate, luego baja a desayunar. — Deja la taza en el lavaplatos y la lava.

— Ya voy... — doy media vuelta y comienzo a subir las escaleras perezosamente.

— ¡Apúrate o llegarás tarde a la escuela! — escucho gritar a mamá desde abajo.

Entro a mi habitación y luego al baño. Comienzo a desvestirme.

Oohh me acordé de algo.

Meto la mano en el bolsillo de mis pantalones y saco el papelito.

Lo observo nuevamente.

"Wall"

La clave. Lo volteo, tiene algo escrito. Eso no lo vi ayer...