Don't Let It Break Your Heart

31.

PDV LOUIS.

Los rayos del sol entran en la habitación, haciendo que abriese los ojos.

Diviso a Harry únicamente con los calzoncillos, aún dormido.

Anoche, cuando salimos de la piscina, nos secamos y nos metimos sin hacer ruido en mi cuarto, metiéndonos en la cama a dormir, ya que el día había sido demasiado largo.

Me giro despacio, acariciando su pecho.

No sé si esto iba a funcionar, pero me gustaría intentarlo, ya que, después de todo, era hora de empezar a ser feliz.

El ojiverde se remueve, haciendo que un par de mechones cayesen en su rostro, haciendo que frunciese la nariz.

Sonrío, retirándolos, mientras éste abría los ojos, mirándome.

- Buenos días- susurra, estirándose.

- Hola.

- ¿Llevas mucho rato despierto?- pregunta, girándose, quedando frente a frente.

Niego con la cabeza, acomodándome en la almohada.

- ¿Has dormido bien?

- Genial. Menos cuando me has dado una patada- dice, sonriendo.

- Suelo moverme mucho- respondo encogiéndome de hombros.

Éste se acerca hacia mí, dejando un beso en mis labios.

- Me prometiste el mañanero- susurra, haciéndome reír.

Vuelvo a unir nuestros labios, incorporándome, dejándole tumbado en la cama y sentándome en sus caderas, paseando mis manos por todo su torso.

Éste lleva sus manos a mis muslos, acariciándolos.

- ¿Qué quieres hacer?- susurro, haciendo que abriese los ojos.

- Quiero que me folles- dice, sacándome una sonrisa- pero quiero estar encima.

Asiento, tumbándome en la cama, observando cómo saca un condón del cajón de la mesilla, dejándolo en mi pecho y bajándose el boxer, mostrando su erección.

- ¿Siempre te despiertas así?- susurro.

- Siempre- responde, guiñándome un ojo.

Lleva sus manos a mis calzoncillos, bajándolos, dejándolos en el borde de la cama.

Éste se inclina ante mi miembro, metiéndolo en la boca.

Cierro los ojos, mordiendo mi labio inferior.

El ojiverde chupa mi pene hasta el fondo, sacándome un pequeño gemido.

Estimula mis testículos mientras mete y saca mi miembro de su boca, el cual comienza a despertar.

Aprieto las sabanas entre mis manos, con la boca seca.

Observo al ojiverde, viendo cómo desaparece mi erección en su boca, haciendo que jadease.

Muevo mi pelvis, queriendo más.

Harry pasa su lengua desde el inicio hasta la punta, metiéndola de nuevo en su boca, poniéndome muy cachondo.

- Ha-Harry- jadeo, agitado.

Éste saca mi miembro de su boca, subiendo hacia mis labios, besándome hambriento.

Llevo mis manos hacia su nuca, profundizando el beso.

Harry coge el condón de mi estómago, abriéndolo y colocándolo en mi erección, sentándose en mis caderas y cogiendo éste, dirigiéndolo hacia su entrada.