𝐇𝐈𝐆𝐇𝐖𝐀𝐘. Finn Wolfhard FW.

cinco

Me muerdo nerviosamente el labio inferior y juego con mis pensamientos mientras mis dedos golpean salvajemente mis piernas.

¿Qué debo hacer ahora? Nunca he estado en una situación como esta y realmente no tengo idea.

Y de alguna manera, no me atrevo a llamar a la policía y, además, no creo que hagan nada porque no me lastimé ni me obligaron a hacer nada. Se extiende un miedo inmenso y mi corazón late hasta mi cuello. Me doy cuenta de cómo empiezo a temblar y me pongo nerviosa. Como siempre, cuando me pongo nervioso o asustado, comienza el dolor de estómago. Si fuera solo desde aquí, tendría que encontrar otro coche compartido y si voy con él podría encontrar algo más en el lugar. ¿Bus o tren? ¿Y el dinero para el boleto? El arrogante a mi lado ciertamente puede ayudarme.

Mis pensamientos son repentinamente interrumpidos por un silbido y mi cabeza inmediatamente se vuelve en esa dirección. Nuevamente, un escalofrío me recorre cuando veo la vista a mi lado. Intenta sostener su suéter con una mano y limpiar la herida con la otra mano.

— ¡joder! — Miro asustada su mano, que sostiene una pequeña partícula entre sus dedos. ¿Es esa la bala? Y lo tenía ... ¿Lo sacó él mismo? Por un momento aparecen las náuseas y estoy a punto de ahogarme, pero aun así me las arreglo para contener el tiempo.

— ¿Puedes por favor agarrarme esto? — Lo miro confundida por un momento cuando entiendo que se refiere a la parte en su mano que acaba de sacar de su piel.

Lenta y temerosamente, me atrevo a mirarlo a la cara, solo para descubrir poco después que me está sonriendo.

No te preocupes, no quiero que te desmayes y me provoques más problemas — Aunque su voz no era particularmente amigable, sino más bien molesta, todavía me siento aliviada de no tener que agarrar la bala.

Lo miro con asombro, pero está demasiado ocupado con su herida, que ni siquiera limpió correctamente y simplemente venda. En lugar de enfadarme por su acción, tomo la decisión de ser amable y ayudarlo.

— Espera un minuto. Déjame hacer eso. No has limpiado la herida antes — Sin mirarlo a los ojos una vez, me inclino sobre la consola central y alcanzo su mano para sacarla de la herida para poder obtenerla.

Me doy cuenta de lo sorprendido que está por mis planes repentinos y visiblemente abrumado por la situación, por eso trato de mantener mi sonrisa.

Lentamente quito el vendaje de la herida para agarrar el desinfectante. Puse un poco en una almohadilla de algodón y limpié el área alrededor de su herida. Estoy muy concentrada y puedo sentir claramente por el rabillo del ojo cómo su mirada está sobre mí.

Para los extraños, ahora puede verse muy mal desde el exterior, ya que me inclino la cabeza hacia abajo sobre su estómago, solo me doy cuenta. Como de costumbre, el sonrojo literalmente me dispara en la cara con este pensamiento y detiene brevemente mi movimiento.

Tomo una risa corta, profunda y áspera a mi lado y levanto la cabeza para mirar dos ojos que brillan un poco por primera vez. ¿Comprobó lo que estaba pensando? ¡Por favor no! Mis ojos se deslizan lentamente por su rostro y se detienen en sus labios, que tienen una leve sonrisa. Es muy difícil para mí apartar los ojos de ellos y mirarlo a los ojos de nuevo, solo para descubrir que en el mismo momento están caminando de mis labios de regreso a mis ojos y su sonrisa ya no está allí. Solo ahora me doy cuenta de lo cerca que están nuestras caras en este momento. Mi estómago comienza a hormiguear increíblemente y el calor arde en mi cuerpo. De repente, todo el calor desaparece de sus ojos y se aclara la garganta, por eso me despierto de mi rigidez nuevamente.

Avergonzada, giro mi mirada al igual que él para concentrarse en su herida nuevamente. Mientras mira incómodo a través del área, alcanzo el vendaje para doblarlo en un rectángulo. De inmediato noto el estado de ánimo deprimido y algo incómodo y ya no confío en mí para verlo.

— ¿Puedes levantar tu suéter para que pueda llegar a la herida mejor? — Simplemente asiente y lo levanta un poco. Este hecho me da aún más enrojecimiento en la cara y nerviosamente puse el vendaje en la herida con manos temblorosas. Al envolver vendajes, mi mano toca repetidamente su piel tibia, que ocasionalmente se contrae y extiende la piel de gallina sobre su piel. Pero eso definitivamente es solo porque tengo las manos frías, creo.

— Eso es todo. Ya terminé

— Gracias