Año 2013
"¿Cuánto tardaremos en llegar a la isla?" Preguntó algo mareado. Había bastante oleaje y el barco no dejaba de zarandearse. "¿Volveremos hoy mismo no? Por favor, dime que volveremos hoy mismo." Pidió agarrándose el estomago intentando contener las ganas de vomitar que tenía.
"Peque, te estás poniendo blanco." Se acercó preocupado a su novio, ayudándolo a sentarse en un banco de madera. "Creo que te estás mareando."
"Hostia, ¿en serio? ¿No me digas? ¿Cómo lo supiste?" Su tono era totalmente sarcástico.
"Hoy mismo regresamos." Contestó poniendo mala cara. "Más te vale no vomitar encima de mi jersey nuevo." Era una prenda de rayas amarillas y verde recién comprada.
El barco por fin llegó a su destino, la isla de Jeju. Los pasajeros bajaron del navío a toda prisa dirigiéndose a la paradas de buses y taxis, estaba atardeciendo y no querían perder los últimos transportes públicos. Kihyun miró extrañado al mayor quien, en vez de seguir a la muchedumbre, fue directo a un desvío de tierra que llevaba a varias bifurcaciones. Caminaron largas horas por el bosque, el camino era ancho, estaba rodeado de pinos altos y retorcidos por los fuertes vientos de la zona. El otoño apenas había acaecido oficialmente pero ya había dejado un paisaje de hojas y flora de tonos marrones. El menor respiraba con dificultad mientras seguía a Hyunwoo, éste caminaba seguro entre las bifurcaciones sin ningún tipo de duda sobre qué camino tomar. Se notaba que el mayor se ejercitaba mucho, no sudó no una gota a diferencia de Kihyun.
Tras casi 3 horas caminando sin parar entre matas, arbustos y algunos rosales algo puntiagudos, llegaron a lo que parecía una planicie en lo alto de la montaña. Las vistas eran impresionantes, a lo lejos se veía el puerto, unos cuantos campos de arroz, barcos pesqueros, un pequeño pueblo bastante pobre. La niebla no les dejaba ver más allá, ésta comenzó a aparecer pocos minutos antes de llegar a ese lugar. Se sentaron a descansar mientras Hyunwoo sacaba unos táperes llenos de rollos de alga nori rellenos de arroz y verduras. Hyunwoo sonrió con ternura al ver como su novio se llenaba la boca al comer, hinchando los mofletes como un hámster. Cogió el pequeño ukelele que trajo consigo y empezó a tocarlo, estaba recostado en un viejo árbol algo mohoso.
Una vez disfrutaron de la comida, el lugar, y la compañía, decidieron bajar al pueblo. Fueron hasta la parada de bus más cercana y subieron. Les dejó muy cerca de la playa, Kihyun pensó que sería súper romántico pasear por la orilla del mar sin zapatos y cogidos de la mano. Y eso hicieron, hasta que Hyunwoo tuvo la maravillosa idea de arrastrar al menor hasta el agua. Acortaba su distancia con Kihyun sonriendo con maldad.
"¿Qué haces?" Le preguntó asustado ante el repentino cambio de humor de su novio. "Ni se te ocurra." Kihyun le amenazó con el dedo, plantándose donde estaba sin intención a mover un pie. "Hyunwoo, no." Éste empezó a correr hacia él. "No, no, no, no." Hubo una breve pero intensa persecución que acabó con ambos revolcándose en arena.
Los táperes de comida no habían sido suficiente para Kihyun, así que buscaron algún local de comida cercano y entraron. Pidieron un bol de fideos coreanos cada uno junto con una botella de soju.
"Come despacio o te atragantarás." Hyunwoo regañó al menor ya que éste volvió a llenarse los cachetes.
"Es que están buenísimos, como para morirse." Explicó Kihyun con la boca llena y un ligero brillo en sus ojos. Hyunwoo le miraba con una gran sonrisa al ver la euforia del menor. "Perdón, ya me relajo."
"No, no, no te preocupes." Negó rápidamente. "¿Quieres un poco de soju?"
"Tú no deberías tomar soju, ya sabes como te pones cuando bebes..." Frunció el ceño alejando la botella de alcohol de Hyunwoo.
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CAT FUNERAL | SHOWKI
Teen FictionHyunwoo y Kihyun fueron pareja. Cuando estaban juntos, criaron a una gata llamado Nube. Después de su separación, Hyunwoo decidió hacerse cargo de la gata. Un día, la gata murió. Hyunwoo decidió llamar a Kihyun y hacerle saber lo que le pasó a Nube...