Capítulo 13 - La portada del álbum

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Año 2014

Kihyun seguía con el rostro pegado a la gran cristalera que separaba la calle de la jaula de los gatitos que estaban expuestos en aquel negocio. Quedarse embelesado con los animalitos cada vez que pasaba por delante de aquella veterinario, que también era tienda de mascotas, era algo que el menor no podía evitar. Un gato algo mayor, con el pelaje gris y con bastantes canas, se refregaba contra el cristal mientras Kihyun le susurraba un montón de cumplidos. Se apoyó en las vallas de metal pintadas de amarillo, a juego con las paredes del local, que rodeaban la acera. Estaba tan ensimismado en ese minino que no se percató de la presencia del hombre que acababa de salir de la tienda hasta que éste le dirigió la palabra.

"¿No es precioso?" Aquel hombre le  sacaba casi una cabeza y media de diferencia, era incluso más alto que su novio. "El pobrecito ya está mayor."

"¿Eres el dueño de esta monada?" Preguntó adorando al gatito.

"No, no." Contestó sonriendo al menor. "Yo ya tengo una gata en casa, solo he venido a pedir cita con el veterinario." Llevaba una camisa de cuadros blanco con un americana y unos pantalones grises oscuros. Su pelo tenía la cantidad justa de gomina y estaba perfectamente peinado en una especie de tupé echado para atrás. El chico era  guapo, muy guapo, no lo iba a negar. "Se nota que te gustan los gatos."

"Sí, hace poco adopté una gata preciosa que vivía en mi barrio." Explicó emocionado. "¿No son fáciles de mantener, verdad?" Comentó entre risas. Miró su reloj y se apartó del cristal de un salto asustando al viejo gato. "Oh, se me ha hecho tarde, lo siento, debo irme." Se disculpó con educación y se marchó corriendo calle arriba.

El chico observaba como Kihyun se alejaba. Unos cuantos metros después, el menor paró en seco y retrocedió hasta la cristalera otra vez, se despidió del gato gris y volvió a alejarse corriendo. Sonrió enternecido al ver aquella escena y esperó hasta que Kihyun desapareció para seguir su camino. Kihyun sentía como sus pulmones cada vez aguantaban menos, si continuaba corriendo a esa velocidad probablemente acabaría en el suelo. A lo lejos divisó a un grupo de gente reunida delante de un bar bastante conocido de la ciudad, estaba atardeciendo y las luces neones del letrero iluminaba gran parte de la calle. El jersey que llevaba se le pegaba a la piel a causa del sudor.

"¿Dónde cojones estabas?" Preguntó impaciente al ver como su novio llegaba tarde.

"Lo siendo muchísimo, había salido con tiempo pero me entretuve con..." A Kihyun le costaba respirar después de la carrera que se había echado.

"Con los gatos de la tienda, sí, lo sé. Como siempre..." Hyunwoo suspiró y entró en el bar empujando la pesada puerta.

Genial, por culpa suya el concierto debut de su novio se había retrasado varios minutos... Apenas quedaban sitios donde poder sentarse, la gente esperaba expectante. Las sillas estaban colocadas de manera que todas quedaban de cara al pequeño escenario que se alzaba en una esquina. Era un bar de copas algo pequeño pero acogedor, con un montón de detalles y decoraciones que le daban un aspecto muy moderno. Las tenues luces azuladas enfocaban al micro de pie donde Hyunwoo cantaría. Su novio aún estaba notablemente molesto cuando empezó a cantar.

"No recuerdo los detalles de tu rostro, solo destellos fugaces de nuestra vida juntos..." Su dulce voz resonaba por el lugar, varias parejas estaban abrazadas mientras escuchaban al cantante entonar su canción. "Te echo de menos, todavía te echo de menos..." Su mirada estaba fija en Kihyun, no podía apartar la mirada de su novio. El pequeño sacó de su mochila un cartel donde había plasmado varios dibujos y pegatinas en forma de corazón, su nombre estaba escrito con unas grandes letras brillantes cubiertas de purpurina dorada, los detalles dejaban ver todo el tiempo y esfuerzo que Kihyun dedicó en aquel cartel de apoyo. Una gran sonrisa cálida se formó en el rostro de Hyunwoo viendo como Kihyun sacudía con energía aquel pedazo de cartón. "Ya nada me llama como tú lo hacías, ya nadie me llama con los ojos como tú lo hacías..."

-

Tanto Kihyun como el gatito el cual dormía en su regazo aguardaron pacientes en la oficina del director. Llevaba meses trabajando con Shoreditch Company, ésta era una empresa que abarcaba todo tipo de entretenimiento, cantantes, modelos, productores, compositores, fotógrafos... y Kihyun era la última incorporación. O eso esperaba ya que solo estaba de prueba, le pusieron a cargo de la parte artística del último álbum de un cantante bastante conocido. Diseñó una portada minimalista pero con muchas referencias al movimiento rococó además de las fotografías que aparecerían en el booklet visual que acompañaría el CD. El resultado final fue muy satisfactorio tanto para la empresa como para el artista y ambos decidieron que el periodo de prueba había acabado.

"¿Tienes sueño, no?" Susurró Kihyun dejando sus brazitos al lado del animal.

"Perdona por la espera." Una voz masculina sonó desde la entrada de la oficina.

"No se preocupe." Contestó Kihyun sobresaltado al escuchar al hombre tras él.

"No suelo llegar tarde a las reuniones y menos cuando tengo son con chicos tan guapos como tú." Pasó por su lado guiñándole un ojo y sentó en su acolchada silla.

"Ahá..." Rió incómodamente.

"La verdad es que estamos todos impresionados." La reunión había empezado oficialmente. Revisaba con atención todos los diseños y fotos realizados Kihyun. "Es fantástico, de verdad. Encaja perfectamente con el concepto del álbum."

"Ah, gracias." Suspiró con pesadez, aliviado al saber que todos sus esfuerzos y horas extras no fueron en vano. Varios discos de artistas independientes estaban colocados ordenados alfabéticamente sobre la mesa del director ya que eran muestras, entre ellos el de su novio. "Perdone, ¿le puedo preguntar sobre este disco?"

"¿Éste?" Preguntó cogiendo el correcto. "Me lo dejó mi secretario hace algunas semanas, la verdad es que el chico canta y compone bastante bien. Con ciertos refinamientos y algunos cambios en la melodía de la canción principal, creo que podría venderse muy bien." Hizo una breve pausa para fijarse más en el CD. "Es más, estaba pensando llamar al autor para hablar del posible contrato."

"Yo estaría encantado de trabajar en el diseño del álbum." Comentó intentando contener la obvia emoción.

"¿Y por qué tanto interés en este CD en concreto? ¿Eres el presidente del club de fans o algo así?" Intentó sonar gracioso pero cuanto más lo intentaba, menos efectivo era.

"Sí, más o menos." Algo en el rostro del director le resultaba familiar. Nunca le había conocido hasta ese mismo día ya que siempre trataba con el subdirector cuando necesitaba algo. "¡Yo te conozco!" Gritó asustando al gato que seguía en la mesa estirado. "Eres aquel hombre guapo de la tienda de animales, ¿verdad?"

"Por fin me recuerdas... Espera, así que guapo, eh." Respondió pícaro ante el comentario del joven chico.

CAT FUNERAL | SHOWKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora