"Si pasas la vida entera esperando a que amaine la tormenta, nunca podrás tomar el sol." - Morris West.
Samantha Klein
Ya me había acostumbrado a su fragancia entre menta y chocolate, hoy se mezclaba con aromas florales. Abraham estaba a mi lado aun nervioso por la presentación que llevaríamos acabo en unos minutos, portamos el color que representa la elegancia y paz, blanco. Él viste una chaqueta, pantalones, chaleco y corbata a juego con unos zapatos derby mientras que yo, un vestido blanco, corto, con mangas largas, con líneas entrelazadas en el dorso y antebrazos y unas francesitas en los pies resaltando mi atuendo.
- Todo saldrá bien, respira. – tomo sus manos y le sonrío – Si es mucho para ti piensa que seguimos tocando en la academia ¿De acuerdo?- sus emociones emanan haciéndome sonreír, en verdad está nervioso, nervioso pero feliz, alegre de empezar a escalar en la carrera de músico.
- Gracias Samantha – suelto sus manos al escuchar nuestros nombres.
Salimos a un lado del telón rojo brillante, caminamos tranquilamente hasta nuestras posiciones y damos paso a nuestra interpretación de Epiphany, el teatro queda en silencio total, se distingue perfectamente la sincronía entre el tintineo delicado de las teclas del piano y el tañido grave de las cuerdas del Violoncelo, las vibraciones agradables que emiten el dúo de instrumentos me llena de una alegría indescriptible enfrascándome en un arte sin igual.
Siento las yemas de mis dedos tocar las cuerdas con gran ligereza y fuerza en los momentos indicados, la melodía es perfecta, tan perfecta que las emociones de dicha, satisfacción y calma llenan el gran salón, esta era yo sin ningún miedo, disfrutando de lo hermoso que brinda la música. Todos necesitamos inspiración, todos necesitan una canción que mueva sus pensamientos y sentimientos hasta el límite para encontrar quién eres en verdad y disfrutar de ser quién eres sin fingir, sin ninguna máscara ni cortina pesada.
Esta era yo, brindando una hermosa melodía al mundo. Y sin duda alguna, era parte de mí.
Sonreí al ver a Hartley, el chico que me cambiaba a cada momento sin siquiera saberlo, sus lentes enmarcan de manera única su rostro, aquellos lunares adornando su tez clara podía verlos incluso a distancia, sus labios me regalan una sonrisa natural, sus fanales oscuros demuestran cuán inmerso se halla en la música y las simples sensaciones en su piel me llenan de vitalidad.
No me percato del término de Epiphany hasta que una explosión de aplausos estalla por todo el teatro al mismo tiempo en que el público se levanta para hacer una ovación de pie. Volteo a ver a Abraham mientras dejamos nuestros lugares, nos inclinamos antes de salir del escenario y sonreímos a causa del gran recibimiento de los presentes.
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Melodía Celestial - Hartley Rathaway
Fanfiction«Pienso que una vida dedicada a la música es una vida bellamente empleada, y es a eso a lo que he dedicado la mía.» Luciano Pavarotti. Dos almas destinadas a estar juntas por la pasión que sienten por la música, ambos descubrirán que estando unidos...