El principe y el elfo

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Francisco camino hasta llegar a el viejo árbol rodeado de muros y columnas rotas, ese que alguna vez fue el jardín que su madre conservó con esmero cuidando el árbol y las rosas antes de morir en guerra, y el jardín había sido destruído lastimosamente después de la guerra de Eclipse entre el reino Humano y el Reino de Elfos,hadas y demás criaturas mágicas

-Miguel, estás aquí?.-dijo Francisco

De la nada algo callo sobre el desde lo alto de las ramas el árbol

-Pancho~!!!.-dijo un chico de cabello largo negro y de piel cobriza, orejas puntiagudas que había caído sobre el, el cual lo abrazaba con fuerza

-Miguel...me asfixia.-dijo Francisco tirado en el piso

-Ay perdón.-dijo Miguel y se separó de él.-ustedes los humanos son muy sensibles

-qué hacías en el árbol?.-dijo Francisco se levantó y se trató de arreglar su largo cabello castaño el cual estaba lleno de hojas y ramas

-perdón estaba aburrido de esperarte.-dijo Miguel.-y me distraje un poco para admirar la vista

-ya veo.-dijo Francisco y se siguió tratando de quitar las ojalá y la rama.-ay carajo

-ven aquí, déjame arreglarlo a mi antes de que lo empeores más .-dijo Miguel

Francisco se sentó y dejó que Miguel arreglara su cabello, no le gustaba que nadie toque su cabello, pero con Miguel era la excepción, era la única persona a la cual le permitía si quiera tocarle un pelo

Fue hace un año cuando lo conoció, cuando Francisco decidió escaparse una noche del castillo para ir al viejo jardín de su madre, donde lo encontró herido y desangrándose, Francisco cuidó de él durante días, mientras traía, agua, comida y vendas y mantas para que no pase frío, durante esos días en los que Miguel se recuperaba poco a poco ambos comenzaron a hablar crear una amistad que bueno ahora estaba siendo una pequeña relación, se había enamorado de esos ojos tan hermosos y brillantes, de esos labios tan finos, suaves y rosas, y de esas largas y rizadas pestañas

Miguel peinaba con el máximo cuidado el cabello de Francisco, había sido hace un año cuando lo conoció y sin querer se enamoró de él, nunca había conocido a un humano, mucho menos uno tan dulce

-tienes el cabello más suave cada día .-dijo Miguel y comenzó a hacerle pequeñas trenzas

-claro que no.-dijo Francisco y se relajó mientras sentía cómo las manos de Miguel seguían trenzado su cabello

Cuando Miguel termino Francisco lo besó, Miguel solo siguió con el beso sintiendo como sus labios eran devorados por los de el, mientras poco a poco se intensificó hasta sentir que el aire de sus pulmones se agotaba; Miguel solo tomó las mejillas de el entre sus manos y lo besó

Francisco bajó poco a poco a su cuello y lo besó mientras sentía como las manos de Miguel tocaban su trasero, luego de eso Francisco se recostó en el pecho de Miguel, mientras Miguel con una mano el acariciaba su cabello

-te amo Miguel.-dijo Francisco

-yo también Francisco.-susurro.- no sientes calor con esa capa negra que llevas?.-dijo Miguel

-solo un poco.-dijo Francisco.- pero no importa mil veces eso que me vean mi sigan y te lastimen

-me gusta que te preocupes de mí.-dijo Miguel y besó su frente pero.-pero mejor vamos a la Laguna podríamos refrescarnos un poco

-esta bien.-dijo Francisco

Ambos se encontraban en la Laguna dándose un pequeño chapuzón Francisco lavo su rostro con el agua hasta que sintió las manos de Miguel rodear su espalda, Francisco se volteó y lo besó

One shots de EcuPer/PerEcuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora