¿Mamá?

17 1 0
                                    

                    1 hora después.

En frente de casa de Cass, preguntándome si tocar o no, el timbre, pero opte por hacerlo, no me había cambiado y venido hasta aquí por nada.

Toqué por milésima vez, sin ninguna respuesta, así que decidí irme, pero antes de que me diera la vuelta apareció delante de mis ojos un Cass sin camisa, con el cabello desordenado, y una cara soñolienta.

-¿Quién es?- dijo sin fijarse por completo de mi presencia, apoyado en la puerta, con los ojos aún cerrados del sueño.
-Se supone que preguntes quien es antes de abrir la puerta, Cass, no después de haberla abierto.

-¿Qué hora es?

-Las 5 p.m., o tal vez más- respondí, realmente no sabía qué hora era exactamente y no tenía ganas de sacar mi teléfono del bolso solo para ver la hora.

-Entra, tengo que recoger a mi hermana de la guardería, así que pasa al cuarto, recuerdas donde es ¿no?

-Sí, ¿tenías una hermana?- pregunte extrañada, hace 4 años no tenía una, no que yo recordara. 

-Tengo una hermana, no la tenía hasta hace 4 años, por eso no la conoces… no hagas más preguntas y ve a mi cuarto- odiaba que me ordenara, pero hice lo pedido, recordando donde era, porque hace mucho que venía.

Entre en el cuarto, que a mis recuerdos parecía un poco diferente de hace 4 años, pero era obvio que lo sería, habían pasado 4 años.

La cama seguía siendo la misma, el closet parecía diferente, y los poster de sus bandas favoritas de hace 4 años desaparecieron, mostrando por completo la pared color celeste, él amaba ese color, siempre lo hizo, al menos no toda había cambiado.

Entró al cuarto, ya sin la cara de sueño y se apoyó en la pared, al lado del escritorio, frente a mí, que me había sentado en la cama.

-¿Qué deseas?- pregunto cruzando los brazos.

-Agradecerte- solté sin más.

-Podías haber llamado.

-No tengo tu número.

-Cierto…- dijo haciendo una pausa-¿y Sam?- me sorprendió que preguntara por él.

-Está bien, ya despertó, solo que no podrá jugar de nuevo.

-Ha, no se lo tomará muy bien.

-Si- dije sin saber que más decir.
Nos invadió un silencio incómodo.

-Está bien, ¿Eso es todo?- preguntó, pero no di una respuesta- Bien podías haberlo dicho mañana, no tenías que venir todo el camino solo para eso.

-Sí, supongo- estaba incomoda no pensé que fuera así cuando vine, ¿en que estaba pensando?, ¿tocar el timbre decir gracias eh irme?, comenzó a moverse, en busca de ropa que ponerse, mientras se ponía una camiseta, yo buscaba que decir- y creo que…- me miro luego de ponerse la ropa-  podríamos hacer la tarea juntos, digo, no es que nos queden muchas opciones-  no sabía que más decir,  pero hoy se comportó diferente, no como el imbécil de todos los días, sino como el imbécil de hace 4 años, el que siempre había estado ahí para mí.

-Supongo, que podemos hablar sin gritarnos por una vez- dijo en una media sonrisa.

-Pero si eres tu quien siempre me busca las cosquillas- dije sonriéndole.

-Es que eres muy fácil de molestar.

-Es que tienes el Don para sacarme de mis casillas- dije yo, por un momento sentí que todo volvía a ser como antes, pero de nuevo el silencio- Cass...

-¿Qué?
-¿Por qué hace 4 años tu…- sentí el sonido de unas cazuelas caer al suelo, mire a Cass y el me miro, sin  saber que sucedía, me pare de la cama en silencio, Cass salió primero y yo lo seguí dejando mi bolso en la cama, ambos nos dirigimos a la cocina, de donde provenían los sonidos, nos escondimos detrás de la pared, pero yo asome la cabeza y logre ver al él padre de Cass, cargando a horcajadas a una mujer que no alcanzaba a ver, mientras se besaban apasionadamente.

Estaba segura que no era la madre de Cass, porque ella los abandonos hace muchos años.

Cass tomó mi cabeza con las dos manos y la puso contra su pecho porque la estaba sacándola demasiado, podía escuchar el latido de su corazón.

-¿Estás seguro de que tu… hijo no está en casa?- dijo la mujer con una voz que me parecía conocida, intentando reprimir los gemidos para poder hablar.

-Sí, fue a buscar a su hermana a la guardería- mire a Cass si no fuera por mí, tal vez eso sería verdad.

-¿Tienes otro hijo?- pregunto la mujer, su voz se hacía cada vez más conocida.
-No, es su hermana por parte de madre ¿Cómo está la tuya?- dijo él, mientras la besaba o eso supuse porque podía escuchar sus leguas desde aquí.

-Su mejor amigo tuvo un accidente, así que tal vez este en casa o tal vez haiga salido a casa de un compañero que la ayudó, para agradecerle.

Me quede estática por un momento y mire a Cass, que había soltado mi cabeza, y ahora me miraba sin saber que decir, salí detrás de la pared, Cass intentó detenerme pero no pudo.

-¿Mamá?- pregunte confundida y llena de rabia por alguna razón.

Los dos voltearon a mirarme sorprendidos.

-¿Miranda?- pregunto ella hacia a mí, con el labial corrido y la falda levantada.

               ¿Esta era mi madre?

Ohhh  este capítulo sí que se traía muchas cosas.

Un misterioso suceso hace 4 años.

Y los padres de ambos enrollándose.

Espero que lo haya disfrutado

Eso es todo

Chao

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 04, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Amor a lo Carmelita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora