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Kenma

Estaba en su nueva escuela, más no iba a clases. Faltaba hacer un poco de papeleo y ese día su madre no había podido ir, así que le tocó a él hacer acto de presencia.

Tenía que ir con el director y la señorita de servicio social.  No tenía ni una jodida idea de dónde pudieran estar ambos.  Y justamente aquel día, a Bokuto se le había ocurrido quedarse dormido y dejarlo solo en aquella selva. Suspiró.

-Esto será difícil...-murmuró, no esperando una respuesta.

-¿Qué será difícil? - repuesta que, obviamente tuvo gracias a una ronca voz detrás de él.  Se volteó sin más, abriendo los ojos al ver quién era.  El emo que lo venía siguiendo desde hace ya tres días. Parpadeó. 

-¿Me estás acosando? - soltó, frunciendo el ceño, su vista fija en el contrario.  Ahora fue el turno del más alto para parpadear.

-¿Perdón?

-Te pregunté si me estabas acosando y quiero una respuesta.

- Eh... ¿No? 

Kenma rodó los ojos. 

-Claro. - susurró, sarcástico y se propuso seguir con su intento de buscar la dirección.

-Oye, ¿eres nuevo?- volvió a escuchar. Su mente se debatía entre correr o seguirle la conversación al rarito aquel.

-Lo seré mañana, hoy tengo que entregar unos papeles al director... - murmuró, aun manteniendo su paso en la misma dirección.

-Oh, en ese caso debes saber que la dirección no es por ahí. -dijo.- Es en la dirección opuesta, de hecho. 

Kenma paró en seco. Vaya, tenía mala suerte que no solo no iba a entrar a clases un lunes como alguien normal, sino que acababa de lucir como un imbécil frente a su posible acosador. Volvió a suspirar y dirigió su mirada al otro.

- Si quieres...- el extraño volvió a hablar.- yo te puedo acompañar. - sonrió y oh, que encantadora sonrisa tiene. - Soy Kuroo. 

-Vale... - musitó, empezando a seguir a ese tal Kuroo. Kenma no quería seguirlo puesto que pensaba que lo guiaría a un callejón oscuro y sin salida donde probablemente sería brutalmente asesinado a sangre fría y adiós a su preciado sueño de dominar el mundo.

Pero no.

Kuroo literalmente lo guió hasta la oficina del director y se despidió. Tan simple como eso. Le entregó lo papeles al señor que ni siquiera los buenos días le dio y se fue, tecleando algo en su teléfono.

"Cómo pedir una orden de restricción > yahoo respuestas".

Bittersweet - KuroKenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora