7

3.4K 446 251
                                    

Kuroo

Después de unas cuantas semanas de haber ido a la casa de Kenma, se encontraba sentado en una cafetería, a un lado del mismo y en frente de Bokuto. Éste les había dicho a él y al teñido que tenía algo importante que decirles y los citó en aquel lugar. 

- Bien, chicos. - comenzó Bokuto, mientras jugaba nervioso con su taza de café. - Creo que me gusta alguien. 

Kuroo sonrió y Kenma alzó una ceja. 

- Genial, Bokuto. ¿Quién es la afortunada? - preguntó, aún con la sonrisa. 

Bokuto  se removió incómodo.

- Uh, al parecer tiene pene. - comentó Kenma, centrado en su pastel de manzana.

- ¡Kenma! - lo regañó el pelinegro. 

- No importa. - aclaró Bokuto, riendo. 

- Entonces, ¿quién es? - volvió a cuestionar Kuroo.

- Pues...es un poco más bajo que yo y con unos ojos azules muy bonitos... - contestó, con una sonrisa bobalicona. 

- Y empieza con Akaa y termina con Shi. - volvió a decir Kenma. 

Kuroo se rió. Aunque podría ser cierto, Bokuto había pasado demasiado tiempo con aquel chico de cabello oscuro últimamente. 

- Pues, de hecho. - contestó. 

- ¡Já, lo sabía! - exclamó Kenma. - Es extraño, Bokuto. Vuelvo de Corea y de la nada te gustan los hombres. 

Bokuto soltó unas risas. 

- Pierdo mi heterosexualidad cuando estoy con Akaashi. - respondió. 

- No se puede perder lo que nunca se tuvo, Bokuto.

Y Kuroo recordó algo. 

- Espera, no. - dijo. - Bokuto ya había salido con otro hombre antes, Haru, ¿recuerdas Bokuto?

El peligris negó con la cabeza, mirando a Kuroo y Kenma casi se ahoga con el pastel. 

Kuroo se preguntó si había dicho algo malo. 

- ¿Quién? 

- Haru. Anduvieron un tiempo y después Haru dejó a Bokuto. No recuerdo por qué, exactamente. - informó. 

Bokuto pateó por debajo de la mesa al pelinegro. 

-¡Kotarou Bokuto! - exclamó Kenma, lucía molesto. - ¡¿Por qué saliste con Haru?!

- Kenma...

- ¿¡Recuerdas lo que él me hacía en la primaria, no!? ¿¡Recuerdas que casi me rompe un brazo aquella vez!? 

Oh, con que Haru molestaba a Kenma antes.

Bien, ahora todo estaba claro para Kuroo. 

No volvería a hablar. Nunca. 

- ¡Kenma lo siento, pero tú te habías ido y él se comportó muy amable en la secundaria! 

- ¡Oh, y mágicamente se te olvidó que casi mata a tu único amigo en primaria! 

- ¡No exageres! 

Kenma se calmó un poco, sólo un poco. Pero seguía molesto. - Me siento raramente traicionado Bokuto. 

- ¡Lo siento!

Kuro por un momento se sintió en medio de una pelea de casados. Pero asumió que esto de verdad le había afectado a Kenma, es decir, su único amigo que conocía desde primaria había salido con una persona no muy agradable para él. Debía sentirse mal. 

- Tranquilo Kenma. - intervino Kuroo. - Entiendo que el que Bokuto haya salido con Haru, no fue de tu agrado, pero ya pasó. Es decir, nos acaba de decir que le gusta Akaashi y si nos dijo, debió ser porque necesita nuestra ayuda o algo. Vamos Kenma.

A cada cosa que Kuroo decía, Bokuto solo asentía.  Kenma lo miró, por un largo tiempo. 

- Está bien... 

Kuroo sonrió.

El peligris sólo pudo sonreír. Nunca antes había visto a alguien tratar a Kenma así, es decir, le había tocado ver al teñido molesto y nadie lo paraba. Recordaba que en múltiples llamadas por Skype se encontraba enojado y él siempre trató de calmarlo, más no podía.

Y ahora veía como Kuroo, con unas simples palabras no había logrado solo calmarlo, no, sino también el que cambiara su opinión.  Había dos opciones. 

O Kenma tenía un trato especial con Kuroo. 

O Kuroo era mágico. 

La segunda era más creíble para el peligris. 

Kenma

Ya sabía lo que Bokuto tenía que decirle, ya se había enterado de su traición y hasta ya lo había perdonado. Sentía que ya se tenía que ir. 

- Bien Bokuto, dado que ya sabemos el motivo por el cual nos habías estado ignorando los últimos días, creo que es momento de irnos. 

- ¿Irse? ¿Los dos? ¿A dónde? 

-Kuroo y yo quedamos de ir al cine después de aquí. Creo que eso te da más tiempo para hablar con Akaashi, o algo. 

Kuroo sólo asintió. 

- Diviértanse, entonces. 

Los dos asintieron y se fueron. 

- Espera, no pagamos lo nuestro. - mencionó Kuroo, deteniéndose. 

- ¿Por qué crees que dije que nos fuéramos? 

- ¿Entonces nos fuimos antes sólo para que Bokuto pagará todo? 

- No le iba a perdonar tan fácil lo de Haru. 

El pelinegro no dijo nada más y siguió con el trayecto.

Iban caminando puesto que el cine quedaba cerca. Los dos estaban en silencio. 

Hasta que Kuroo lo rompió. 

- ¿Has salido con alguien, Kenma? 

El teñido lo miró. 

- Hubo una chica en Corea, pero me terminó odiando así que creo que no cuenta. 

Kuroo decidió no preguntar. 

- ¿Y tú? ¿Has tenido pareja? 

- No. 

- Supongo que es porque cada vez que le quieres hablar a una chica piensa que la vas a golpear en un callejón, ¿no es así? 

Kuroo rió.

- Algo así. 

Kenma también. 

El pelinegro notó que, cada vez que se encontraban sólo ellos dos, Kenma reía más. 

Kuroo se detuvo de repente. De nuevo, sólo que está vez se agachó y recogió algo. 

- ¿Qué haces? 

Kuroo no le contestó. Le mostró lo que había recogido. 

Era una pequeña flor blanca, una margarita, al parecer. 

- Me dijiste que te gustaban las cosas lindas, para mí esto es lindo. - y se la entregó. 

Kenma arqueó una ceja. 

-Kuroo, no me puedes dar algo sin que yo te dé algo a cambio. 

- Si puedo. Ya lo hice. 

Kenma bufó y también se agachó.  Cuando se volvió a enderezar, le tendió a Kuroo una roca.  - Es como tú en cierto modo. Porque pareces duro por fuera pero eres blando por dentro. 

- Kenma, las rocas siguen siendo duras por dentro. 

- Pero tú no. 

Kuroo sonrió y Kenma le correspondió.   

***

Que conste que ese tal "Haru" me lo he inventado por completo xdxd

Bittersweet - KuroKenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora