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Kuroo.

Kenma se quedó dormido a mediados de la película. Le tomó una foto con su celular. No le dijo. Podía chantajearlo después o simplemente tener la foto ahí. 

Las dos opciones sonaban tentadoras. 

Algunas semanas habían pasado desde aquello. Kenma le dijo que tuvo que enviarle quince mensajes a Bokuto para que le perdonara por lo del restaurante, y obviamente pagarle lo que le debía pues Kuroo pagó lo suyo al día siguiente del suceso.

Transcurría un lunes y Kenma no se había presentado a la escuela. 

La mitad de las clases pasaron y fueron más aburridas de lo normal para Kuroo. Se había acostumbrado a tener los comentarios sarcásticos de Kenma en varias de ellas y dado que se encontraba ausente, la única interacción que tuvo con otro estudiante fue una pequeña conversación donde solo le preguntaron; "¿Había tarea?" él solo negó. No hablaba si no era necesario. 

Durante el receso estuvo con Bokuto y Akaashi, lo cual fue menos incómodo de lo que pensó. Akaashi era demasiado distraído como para darse cuenta de la forma en que lo miraba Bokuto. 

- Por cierto Bokuto, Yukie dijo que hoy podías ir a comer. - comentó Akaashi, antes de darle un mordisco a su sandwich. 

- ¡Genial! - contestó el peligris con una amplia sonrisa, que después se borró. - Lo siento, no puedo. Kenma no vino a clases y debo llevarle los trabajos y tareas, al menos de las clases que comparto con él. - explicó. 

- Entonces otro día será. - dijo, restándole importancia. 

Y Kuroo tuvo la idea de hacer su acto bueno del día. 

- Yo podría ir. - dijo. 

- ¿A casa de Akaashi?- Cuestionó Bokuto indignado.

  - ¡Sí!...espera, no. - corrigió. - A casa de Kenma, para entregarle los deberes. Yo comparto más clases con él y así tú podrías ir a la casa de Akaashi. Todos felices, ¿no? 

- Suena bien. - comentó Akaashi. 

Bokuto sonrió.

- Está bien. 

Kenma.

Raramente y contrario a muchas personas, Kenma disfrutaba los lunes. Su horario no era tan pesado y por las tardes tenía la casa para él sólo, puesto que Lauren llevaba a las gemelas a su clase de ballet y Johana se iba a canto. 

A Kenma le encantaban los lunes. Pero no el estar enfermo. 

Sabía que el haber estado jugando con un gato callejero mientras llovía en su camino a casa no iba a tener buenos resultados. 

Y aquí lo tenían, él en la cama con fiebre. Además de que había contagiado a Johana. 

- Perfecto. - decía su madre, mientras retiraba la mano de su frente. - Tu fiebre va bajando. Ya es hora de que me vaya, recuerda que Johana se quedará contigo. Lauren llevará a las niñas a su clase en un momento, ¿bien? 

Kenma asintió. 

- También recuerda que Johana... 

- Es más pequeña y por eso requiere más cuidados, sí mamá, lo sé, me lo vienes repitiendo desde que tengo memoria. - contestó, interrumpiendo a su progenitora, la cual rió. 

- Ella ahora se encuentra durmiendo, así que no hagas ruido. Trataré de volver más temprano del trabajo, cuídate. - mencionó la dulce mujer, antes de dejar la habitación. 

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⏰ Última actualización: Jun 23, 2020 ⏰

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Bittersweet - KuroKenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora