✿Sin pensar✿

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Al despertar me dolía la cabeza, seguía en la casa de Niall, al parecer me quedé dormido ahí después de llorar unas horas.

Al quedarme pensando un rato recordé lo que sucedió ayer y seguía molesto porque tomó decisiones sin pensar en nadie.

«tal vez si eres egoísta»

«no, no lo soy»

Todo pasó muy rápido, no tuve mucho tiempo para procesar las cosas.

Me levanté de la cama y Niall no estaba así que bajé para comer algo.

—Harry, buenos días—dijo Olivia, la mamá de Niall.

—Oh, hola, ¿Donde está Niall?—pensé que estaría aquí abajo, no está en la habitación.

—Harry, es viernes, tenía que ir a clases, al igual que tú pero decidimos que era mejor dejarte descansar, Jes me contó que no tuviste un bien día así que definitivamente es lo mejor para ti, igual Niall llega temprano hoy así que lo verás al almuerzo.—cierto, era viernes, no estaba consciente de la fecha—Disculpa, no me había dado cuenta del día, espero no molestar.—la mamá de niall rió un poco—No es molestía, ya eres de la familia, además hoy no tengo que trabajar y Jes está comprando lo que falta para el almuerzo así que te puedes quedar, hablamos con Gemma, mejor dicho, Niall habló con Gemma así que está bien que te quedes—Gemma, no sabía cómo estaba, no sé qué tan mal quedó después de todo lo que le dije, me sentía como un mal hermano—Si, está bien—quedé estancado un poco en mis pensamientos y después volví—Gemma dejó tu ropa y cosas en un bolso, dijo que lo mejor era que te quedaras un tiempo más mientras todo el asunto se estabiliza, espero que no te sientas incómodo pero nos contó con detalle lo sucedido, aquí te queremos como un hijo así que no necesitas a esa otra mujer cerca, te amamos mucho.

Podía sentir las lágrimas intentado salir de mis ojos y la sonrisa plasmandose en mí cara, todo eso fue seguido por un fuerte abrazo y subí a cambiarme.

A veces se me olvidada cuánta gente tenía a mí lado cuidandome, siento que tengo que enfrentarme a las batallas solo sin ningún escudo que me ayude, que tengo que quedarme en silencio esperando a que las cosas se solucionen, esperando a tener fuerzas para levantarme, pero no siempre tiene que ser así, hay veces que necesitamos una mano que nos saque del agujero, unos brazos que nos sujeten cuando nos desplomemos, un hombro para llorar, unos oídos que nos escuchen, una voz que nos arrulle, una sonrisa que nos demuestre que todo estará bien.

No somos indestructibles, tenemos debilidades que se vuelven fortalezas y tal vez no sea mí momento, tal vez no estoy bien del todo pero espero pronto estarlo.

(...)

Al llegar Jes nos pusimos a cocinar y ordenar el resto de las cosas que compró, me gustaba cocinar, era una actividad divertida, como experimentar pero mucho más simple.

Cocinamos un delicioso Omelette vegano ya que en la familia de Niall todos eran veganos, yo no soy de comer mucho así que no me importaba de dónde viniera lo que consumía, mientras no me matara estaba bien, eso creo.

Cuando terminamos de cocinar llegó Niall.

—¡Llegué!—gritó desde la entrada—¿Que huele tan bien? Tengo mucha hambre—dijo haciendo énfasis en la u—Hola amor, ¿Que tal te fue?—preguntó Jes—Bien—respondió Niall—y ahí me vió—¡HARRY! Te extrañé, es aburrido estar sin ti, me la pasé con el grupo de debate, sacaban temas de conversación interesantes de vez en cuando, aún así lo sentí como una eternidad. ¿Cocinaste?—Niall hablaba muy rápido, al menos para mí gusto—Correción, cocinamos, yo creo que quedó genial.

•𝑻𝒉𝒆𝒚 𝒂𝒓𝒆 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚𝒘𝒉𝒆𝒓𝒆• 𝑳𝒂𝒓𝒓𝒚 𝑺𝒕𝒚𝒍𝒊𝒏𝒔𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora