"Estaré a tu lado,
¿estarás donde estoy?".Changbin estaba en cama, comiendo un medio litro de helado de limón y tiramisú, reproduciendo un drama extremadamente empalagoso. Podría ser como cualquier domingo, pero no. No lo era, ya que por sus mejillas corrían lágrimas sin fin y a su lado no estaba su amado castaño.
Ellos habían peleado. Su primer pelea.
Ese pensamiento le dio un escalofrío, estrujando su corazón. ¿Estaba exagerado por sentirse tan mal?, como si su garganta se cerrara por lo mucho que dolía su pecho.
Ni bien sus dos mejores amigos llegaron, lo sacaron de la cama en busca de despejarlo un poco de su nube negra.
Era tarde en la noche cuando volvieron luego de una larga caminata hablando de banalidades, yendo a pasar el rato en el arcade de siempre, quedando desparramados por el suelo de la sala del piso de Bin, comiendo dulces y bebiendo cerveza en lata.
“¿Por qué?” Cuestionó finalmente Ryujin para matar la curiosidad, ya que en la salida se evitó todo tipo de conversación amorosa. Yeonjun hizo una mueca al ver lo tenso que todo se puso.
Entonces un tiritante puchero en Seo dejó un ceño fruncido en los dos, todo progreso se había hecho añicos en un segundo. Les preocupó mucho.
“Él me vio hablando con Seungmin, mi compañero de trabajo, con el que cambio turno. Me dijo que lucía feliz y emocionado, bromeando, hablando tanto, como jamás me comporte con él.”
De sólo escuchar su voz rota, las palabras de Chan se reproducían con una entonación dura en su cabeza, con esos ojos chocolate llenos de molestía y decepción, que le daban puntadas a su corazón frágil. Se sentía la persona mas asquerosa del mundo entero, ya que por sus inseguridades, en lugar de cuidar su noviazgo, lo estaba dañando.
“Vamos, Changbin, eres el chico más inquieto y ruidoso del mundo, eso es imposible”, señaló el peliazul, irónico.
Bajó la mirada a su peluche, jugando con las orejas de éste.
“En realidad es verdad... pero es tan difícil. Él es perfecto, ¡malditamente perfecto! Y yo... yo soy todo lo contrario. A veces no se cómo comportarme ¿y si nota mis defectos?¿Si me deja?"
Sus propias palabras fue algo que dolió más de lo que pensó, estaba dependiendo tanto de Bang sin darse cuenta. Rompió en llanto, sin más, porque sentía el fuerte abrazo de sus amigos, pero quería a Chan, quería su aroma y calidez, ¿estaba mal? En realidad no lo sabía con exactitud, era la primera vez que experimentaba tal cosa, no sabía como confrontarlo solo. Un corazón roto luego de experimentar el amor abrazador era mucho más cruel que el vacío de su familia ausente.
No supo controlar su corazón vacío, mucho menos sabría hacerlo con un corazón roto.
“Debes hablar con él”, repitió por séptima vez la agradable voz de Ryujin, en forma de despedida, con una sonrisa compresiva.
El hablar con sus amigos le hizo pensar en muchas cosas, además que casi lo obligaron a prometer que intentaría tenerse más aprecio a sí mismo. A esos dos los había conocido por uno de sus trabajos a tiempo parcial, cuando fue secretario en una escuela de danza, Ryujin era practicante a profesora en ese momento con la que chismeaba de los demás y Yeonjun un bailarín en entrenamiento que descaradamente coqueteo con él, actualmente estaba en una relación algo extraña con su mejor amigo, Choi Soobin.
Asintió a las palabras de su amiga después de cerrar, sabía que tenía que hacerlo, pero estaba con la guardia baja, tan expuesto e inseguro que no sabía cómo sobrellevarlo, cuando se trataba de algo tan complejo como los sentimientos nunca lo hacía. Suspiró rendido, alejándose de la puerta, en el tan silencioso piso que parecía extrañamente abandonado sin la presencia del mayor.
Era confuso todo dentro de su cabeza, todo una batalla se daba ahí. Notó que odiaba la soledad ahora que había probado el afecto romántico.
A medio camino a la habitación, el timbre sonó y lo primero en que pensó fue que Ryu había olvidado alguna cosa, era costumbre por ser tan despistada, así que se devolvió y abrió con un “¿Qué has olvidado, tonta?”
“No soy mujer, pero olvidé que no puedo vivir sin mi novio por un momento.”
Sus ojitos se abrieron mucho cuando vio a su tan lindo chico parado ahí, con una media sonrisa que destacaba un solo hoyuelo. Y de nuevo el puchero tiritante que no pudo contener ni un segundo, lanzándose a él para tenerlo entre sus brazos, escondiendo el rostro en el hueco que dejaba su cuello, olvidando todo pensamiento anterior.
Suspiró casi en alivio, pasando su nariz por la piel calentita para sentir su aroma.
Se sintió en casa cuando el abrazo se correspondió, tan correcto y hermoso, todos sus músculos tensos se relajaron. Era extraño y quizás debía dejar de ser tan dependiente a una relación que fácilmente podría acabar, pero claro, en ese momento cuando podía sentir el calor que Chan proporcionaba no le importo ni un poco.
Sino que explotó.
Recordó lo que había pasado y se enojo instantáneamente. No le iba dar el gusto a ese castaño de ver lo muy enamorado y lo mal que lo tenía, le quedaba algo de orgullo todavía. Eso quería creer, era difícil de comprender todas las voces de su mente.
“Eres un idiota, odio tanto amarte y que me hagas extrañarte. Dios, juro matarte si me privas de ti de nuevo ¡estamos en una relación amorosa, por si no sabías, Bang! No puedes sólo irte”, se alejó, golpeado su pecho sin fuerza, como todo el berrinchudo que era, reprochando sin filtro.
Sus manos fueron aprisionadas, así que se detuvo con la respiración agitada y la mirada en el mayor. De puntillas se impulsó para poder besar los carnosos labios tan rojos por el frío que hacía. Beso que fue respondido al instante y liderado por Chan, tan fácil teniendo a Changbin alrededor de su dedo, dejándose llevar por el empujón que lo hizo chocar contra la pared del recibidor.
“Lo siento”, dijo el castaño cuando el tacto de sus labios se rompió, cerrando la puerta.
“No, yo... yo- no quiero que notes mi defectos y me dejes, porque estoy enamorado de ti, pero- pero no sé cómo expresarlo”, confesó, deshaciéndose poco a poco de las prendas que el mayor llevaba puestas. Lo extrañaba tanto.
“Soy tu novio porque me gusta tu forma de ser, Dios Changbin, amo todo lo que sé de ti. Déjame conocerte y amar aquel lado que me escondes”
Carajo, Changbin se perdió por completo.
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TRYING
FanfictionEra extraño, pero reconfortante como nada en el mundo. Lo amaba pero no sabía cómo hacerlo bien. 🏷️: chanchang, pareja establecida, leve angst (? (self-acceptance), fluff, final felices por siempre