cap 3: Una apuesta.

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Estabamos todos los latinoamericanos reunidos en la sala de Arge, todos menos el dueño de casa, tal parece estaba en su cuarto (precisamemte ahora que la fista se puso buena). Ni a mi ni a los demás parecía preocuparles, estabamos a gusto adueñandonos de su casa. Paraguay y Colombia fueron a la cocina muy entusiasmados a buscar algo, al volver traían un heladera portatil llena de cervezas. Todos aplaudían y gritaban, de seguro estaban aburridos de tantas formalidades, y cómo no cuando le organizas una fiesta sorpresa.
Ya no me sentía tan incomodo siendo el unico con ropa casual, los demás paises llevaban una polera por debajo o solo se arremangaban la camisa y desabotonaban un poco para estar más comodos. De a poco esto se convertía en un ambiente más cercano, quizas demasiado para mi.

No debería estar aquí, le voy a cagar la fiesta probablemente y ya conversé más de lo planeado con él. Si, probablemente... mejor me voy. No me despedí de nadie, queria hacerla piola. Ya estaba llegando a la puerta, no había nadie en la entrada, estaba girando el pomo cuando escucho a alguien bajar de las escaleras. Me detuve, por lo menos avisarle a ese alguien que le diga a los demás de mi ausencia, di la vuelta dispuesto a decirle esto:

-Oye, podrí-

Pero me detuve al ver que era México, fueron 2 segundos de perplejidad seguidos por una ira absoluta, ira que el mismisimo desaparecido pudo percibir.

-Que pedo?

-Mira el conchesumaree!!! Donde andabai?! Yo buscandote como aweonao en el cumple.

-Estaba en el baño -dijo rascandose la nuca, desviando la mirada.

-Bueno, lo que sea, vamonos pa la casa. -viendole el lado bueno, si nos vamos juntos despues no me puede retar por dejarlo botado.-

-Hijole.... yo me voy a quedar a la fiesta.

-Bueno, no te voy a obligar, chao. -abrí la puerta y sentí cómo me agarró del brazo.-

-Podrías quedarte.

Ya estaba cansado la verdad, hice todo lo que pude aguantar, ¿cómo es que aún no entiende que no soporto a ese weon?, no puedo quedarme. Solo lo miré un segundo y supo cual era mi respuesta. Cerré la puerta y caminé tranquilo al auto, ya estaba en la reja de la entrada cuando, de la nada me empiezan a llamar desde mi celular.

-Alo?

-Dejaste algo en mi casa -era la voz de Argentina.-

-Qué? Cómo que se me quedó algo? -me quedé un tanto extrañado, ¿siempre tuvo mi número?.

-Cimi qui si mi quidi ilgi? De verdad sos tan distraído?.

*QUE ENTRE EL FLASHBACK*

A esta obra la titulo: "Qué flojera escribir el flashback"

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A esta obra la titulo: "Qué flojera escribir el flashback"

-No weí.... -me siento un estupido por olvidarme de mis cosas así, ¡ni siquiera sentí el frio!- ¿Me lo vienes a dejar?.

30 días con el enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora