Capítulo 10

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Lugar: bosque de los carnívoros (la frontera)
Hora: 4:00pm
Cinco mese un día y desiceis horas después del impacto

Cuatro horas de caminata en el bosque no son un problema real para alguien como mark, el verdadero problema son las bestias peligrosas que saltan de los árboles o debajo del suelo. Uno casi le clava un estaca de hueso que le salía de la mano en el pecho, logró reaccionar a tiempo para esquivarlo, cuando se dio media vuelta para enfrentar a la criatura cuadrupeda no logro ver nada más que un rastro de sangre azul, estando alerta se da media vuelta de nuevo y continúa con su camino.

Habia encontraron un lago que estaba conectado con extenso río al que no lograba verle el final, se acercó al lago para ver si podía ser bebible, vio en el reflejo del lago una figura atrás suya así que como manera preventiva se lanza a un lado para luego pararse listo para combatir, no logro ver nada a su alrededor, la situación le estaba poniendo nervioso. De repente el ruido del agua chapotendo del lago que había quedado a sus espaldas le llamó la atención, vio como el agua se acumulaba en una masa circular que tomaba después la forma de un hombre adulto con una altura descomunal, logro medir casi cuatro metros de alturas, la masa de agua termino de formal al hombre el cual abrió sus ojos color azul marino, su piel era de un azul claro con patrones tribales de otro más oscuro, su cabello era color negro amarrado en una cola de caballo, tenía un tridente dorado en su mano.

Mark solamente se quedó viendo al Dios del mar que decidio presentarse de repente. Una lucha de miradas sin igual se hizo prencente entre el mortal que le dirija una mirada filosa al Dios con ojos interesados.

Los minutos pasaron hasta que se transcurrió una hora, el sol se estaba ocultando levemente el horizonte, a las espaldas del dios griego.

-estas en peligroso, mortal -con una voz profunda y dominante.

-¿Encerio?..no me digas -dijo sarcástico mark.

Esta respuesta no se la esperaba Poseidón, el puso un seño fruncido hacía mark que aún no parpadea.

-no se exactamente qué está pasando el mundo de los dioses y esas cosas, yo solo soy un mensajero que busca paz -le dijo mark saliendo de su postura de combate a una relajada. estar mucho tiempo sin moverse tensa los músculos demaciado.

-eres un mensajero de la destrucción, nunca encontrarás paz -le recriminó poseído a mark el cual estaba estirándose.

-lo que digas, solo se que necesito matar a todo aquel se ponga en mi camino. No estoy buscando luchar, estoy buscando volver todo a la normalidad -dijo mark terminando los estiramiento para seguir mirando a poseído el cual había cambiado de tamaño considerablemente, ahora media no más de dos metros.

-sabes que la paz no es opción -le dijo con una voz gruesa mientras le apuntaba con su tridente sin intención asesina.

-la guerra tampoco lo es -dijo haciendo aparecer su espada muramasa para apuntarle al Dios.

Ambos seres con poder divino se apuntaban con sus respectivas armas sin mover un músculo. Mark tenía sudor callendo por su rostros, debido a la presión que imponía Poseidón sobre el. Esta presión desapareció de repente cuando esté comenzó a reír, lanzo el tridente contra el lago creando un extraño pasaje circular.

-me agradas chicos. no eres un semidios pero tienes las capacidades de uno, y lo mejor es que tienes una idea correcta de lo que te rodea. Te recomiendo caminar con los ojos en la espalda, no sabes que puede pasar cuando no miras -dijo el dios con una sonrisa dentuda antes de entrar al pazadiso el cual se cerró inmediatamente apenas todo su cuerpo entró.

-los dioses son extraños -fue lo que dijo mark acercándose al lago para mirar su reflejo, esta ves sin ver a la figura a sus espaldas - ahora no sé si beber o no de esta agua... Que asco prefiero morir de desidratacion.

Cuando dijo una ráfaga de agua es expulsada por el lago chocando directamente contra mark el cual fue lanzado contra un árbol chocando la espalda contra este.

-demonios... Debí saber que eso lo insultaria.. -dijo mirando el camino de lodo que dejó el torrente agua. algo extraño fue que había dejado una flecha que apuntaba hacia el este -podias haberme dado las indicaciones sin golpeamos carajo.

Mientras se levantaba logro ver cómo el agua en el lodo se evaporaba dejando tierra seca en su lugar. con un encogimiento de hombro comenzó a caminar hacia el oeste.

-(era a la otra dirección) -escucho a Eolo en su mente con un suspiro cansado.

-si a esa dirección hiva -dijo con una sonrisa nerviosa dando media vuelta para ir hacia el este.

Lugar: bosque de los herbívoros (aldea de los simios)
Hora: 8:00pm
Cinco meses un día y veinte hora después del impactó

Mark se encontraba cerca de la puerta de la aldea de los simios. escuchaba ruidos desde el interior, gritos de enojo y preocupación, y si adivinaba diría que es por qué un par de horas después de haber regresado desapareció de nuevo

-(bueno almenos se que me extrañan) -se dijo mark a si mismo abriendo la puerta de la aldea, siendo resibido por la vista de islam con armadura y una espada en la cintura, está de espaldas a la puerta.

Mark desidio acercarse hasta estar al lado de islam la cual parecía estar dando indicaciones sobre posibles lugares donde estaría Mark. los simios que la estaban mirando se congelaron cuando vieron a mark al lado de Islam, está un poco extraña miro a dónde todos tenían puestos sus ojos. Con un grito femenino asustado, islam cae sentada en el suelo, mirando a la persona que estaba planeando buscar, su rostro asustado fue reemplazado por uno asombrado, después a uno enojado.

-hola -dijo de forma simple mark saludando a los simios que tenían armadura de cuero, los cuales calleron sobre sus espaldas por lo extraño que era su líder.

Mark no logro ver el takcle propinado por islam la cual se sentó ensima de la cadera de mark y lo agarro de los hombros sacudiendolo con fuerza.

-¿¡¡malditooo.. como puedes pensar en abandonar a una mujer dos veces!!? -dijo con enojo mirando a mark directamente a sus ojos

-tambien te extrañe -dijo con una mirada plana mirando como un sonrojo aparecía en las mejillas de islam, la cual se levantó de la cintura de Mark que se levantó del suelo sacudiendo un poco el polvo en su cuerpo.

-lo..lo que sea. Estábamos apunto de salir a buscarte... Idiota -dijo lo último cruzándose de brazos y apartando la mirada de mark el cual estaba mirándola con una sonrisa

-gracias por preocuparte... -dijo para luego mirar a los demás simios- a todos.. pueden descansar, volver a sus labores, tengo algo que discutir con la reyna -dijo de forma sería agarrando de la mano a islam para comenzar a caminar entre los simios qué se inclinaban hacía mark, su rey.


la noche que la luna cayó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora