Capitulo 7: Humillación

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Sasuke y Naruto a sus dieciséis años están de pie frente al otro, solo los separa un par de metros. Su posición es encorvada, sus cuerpos y rostros están manchados de tierra, tienen heridas superficiales en todo el cuerpo y rostro. Su respiración es agitada y sus ojos están entreabiertos.

Sasuke tiene algunos kunai enterrados en los brazos y una herida profunda en el lado derecho del pecho. Naruto tiene algunos shuriken clavados en sus brazos y piernas, y un corte profundo de espada en su abdomen.

Se empezó a oír un millar de pájaros justo en el momento que la mano derecha del pelinegro fue envuelta por el chidori y el rubio sonrío de forma seca justo en el momento que a su lado apareció un clon suyo.

Es así como terminara todo. —los ojos del rubio, que desde hace un rato volvieron a su hermoso color celeste muestran completa tristeza. –Jamás podremos regresar a lo que fuimos antes, cuando se formo el equipo siente ¿na Sasuke?—un rasengan se está formando en la mano derecha del rubio con la ayuda de su clon.

Sasuke no respondió, siguió teniendo esa expresión carente de emociones, solo corrió hacia donde está el rubio justo en el momento que el clon de este desapareció y el rubio también corrió hacia el pelinegro, cada uno dispuesto a insertar su técnica en el otro, su objetivo el corazón del otro.

¡SAKURA! –ambos oyen ese grito horrorizado de Kakashi justo cuando ambos encestan su ataque.

Los ojos de ambos se ensancharon. Los ojos celestes del rubio se toparon con los jade que en este momento muestran tristeza. Los ojos negros del Sasuke se toparon con esa cabellera rosada. Como si estuvieran coordinados ambos bajan la mirada hacia sus manos viendo que efectivamente están clavadas en el cuerpo de la mujer que está en medio de ambos.

Sa… Sakura-chan. –el nombre sale de los labios del rubio como si no se creyera lo que está viendo justo en el momento que alza la mirada viendo el rostro de su compañera de equipo, viendo como sonríe de forma triste mientras sangre sale de su boca.

Hace tiempo que debimos darnos cuenta que… que ya nada iba a ser como antes… ¿no lo crees Naruto? –nada mas terminando de decir eso los ojos de la peli-rosa se cerraron.

¡SAKURA-CHAN! –grita el rubio mientras lagrimas comienzan a salir de sus ojos.

Unos hermosos ojos azules se abren de golpe mostrando horror y con lágrimas asomándose en la comisura de estos.

El dueño de esos ojos es un apuesto rubio, de piel levemente acanelada. Sus facciones son apuestas y varoniles, teniendo en las mejillas marcas que parecen bigotes de zorro. Su cabello lo lleva hasta debajo de la nuca, teniéndolo cortado en capas cortas que se alzan un poco. Su cuerpo tiene músculos marcados, sin llegar a verse exagerado, su estatura es alta.

El chico se encuentra acostado en una bolsa de dormir, dentro de una cueva.

- Otra vez ese sueño. –murmura con cierto dolor.

El chico se sienta en el colchón dejando ver la camisa negra de mangas cortas que lleva puesta, la cual le queda ceñida marcando su cuerpo.

El rubio voltea hacia donde está la fogata aun encendida que se encuentra a un metro a su derecha de donde esta acostado. Alrededor de la fogata hay varios envases vacíos de sopas instantáneas y una tetera vacía.

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