Semen Up - yoonmin

•CAPÍTULO 10 (FINAL)•

Yoongi y Jimin están en la playa, acostados sobre una manta extensa en la que ambos entran sin problemas, de frente al mar. Son las tres de la tarde y hay gente por todas partes.

Yoongi tenía en su descanso, el cual decidió pasar con Jimin. Ahora, mirando al chico, no parece la mejor idea. Puesto que Jimin está algo somnoliento.

—¿Has dormido?

Jimin mueve un poco su rostro para tener a Yoongi a la vista. Sacude su cabeza de modo que niega.

—Estuve en una fiesta de mierda organizada por Jungkook.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Discutí con Jihyo. Ella se fue a la fiesta y yo no podía conciliar el sueño por todo lo que pasaba por mi cabeza y decidí ir a buscarla para arreglar todo.—frunce el ceño—. en algún momento de la noche, me emborraché y no recuerdo más que volví a mi casa por la mañana. Apenas y tuve tiempo para dormir. Lo peor es que desperté con una resaca horrible y bueno, aquí estoy.

—¿Te sientes bien?

—Me siento mejor que hace un par de horas si a eso te refieres con "bien".—hace comillas con la mano y sonríe adormilado— ¿Y tú?

—Tuve mi sueño rejuvenecedor. —bromea, acercando su rostro un poco más al de Jimin que mantiene los ojos cerrados. Tiene ojeras y su rostro uno o dos tonos más claros de lo usual, pero continúa viéndose lindo. —¿veinte preguntas?

Suelta de una, y Jimin ríe. —Claro... Tú preguntas y yo respondo, estoy demasiado cansado para pensar.

—Bien... —asiente Yoongi a pesar de que Jimin no pueda verlo—¿Película favorita?

—Miracle in Cell no. 7

—Cliché. —bocifera Yoongi.

—Tu culo.

Rueda los ojos pero sigue preguntando. —¿Canción triste favorita?

—Coma.—suelta una risita—. Nah, mentira. Um, ¿no sé? Nunca lo pensé realmente. Sólo recuerdo que cuando Jungkook me dejó y todo lo de la humillación empezaba, pasaban todo el tiempo por la radio Blossom Tears de Leo & Lyn y ahora cada vez que la escucho me pone en un cierto estado deprimente.

—Oh... ¿Siguiente pregunta? —Yoongi murmura, no sabiendo si tocar el tema está bien.

—Dime, Sullivan.

(...)

Jimin había pasado la tarde respondiendo preguntas como cuántos amigos verdaderos tenía, sus pasatiempos, estilo de música favorito hasta responder sobre su familia, dónde vivía, etcétera. Pero hay un momento en el que Jimin se duerme y Yoongi se le queda mirando.

Sonríe tristemente al recordar haberse enterado que a las ocho de la noche el padre de Jihyo iría por Jimin y de ahí se irían al aeropuerto directo a Japón donde también vivía la familia del chico. Los visitaría y luego empezaría las clases en la universidad.

Todo el futuro de Jimin pinta muy bien, Yoongi quiere pertenecer a ese pero sabe que no pasará. Sólo son buenos conocidos y listo.

//

—¿Te arreglaste con Jihyo? —pregunta Yoongi. El padre de ella está estacionado frente al departamento esperando pacientemente porque ambos chicos bajen.

Son pocas cosas, las cuales Yoongi se ofreció a ayudar a guardar, pero pesadas.

—¡Cuidado con mi jodido maquillaje, Min! —grita Jimin como una felina.

Yoongi se carcajea.

—Me hubiera encantado verte maquillado, toda una princesa. —Jimin rueda los ojos.

—¡Que me maquille no me hace mujer! Uh, Dios, voy a extrañarte imbécil.—comienza molesto pero su voz se suaviza a medida que las palabras fluyen de sus labios.

—Yo también te extrañaré, Jiminnie.

Ambos saludan al hombre mientras guardan las maletas en el baúl y Yoongi decide abrazar a Jimin apropiadamente. Pasan un buen rato abrazados, sin tontas bromas ni nada; sólo los dos cerca, sabiendo que aquello es el adiós definitivo.

—Me hubiera gustado que te quedes.

Jimin sonríe. A mi también, piensa, pero cuanto más me quedara más dolería el adiós y no quiero sufrir por un chico otra vez.

—Lo sé, pero debo irme. Hace mucho que no veo a mi familia... —Yoongi asiente, en comprensión.

Se dan un abrazo menos duradero que el anterior y cuando se alejan sus caras quedan a centímetros. Jimin puede escuchar su mente gritando "¡Beso! ¡beso! ¡beso!" y entonces cuando está por sellar sus labios, Yoongi habla.

—Se te hará tarde. —él se aleja y Jimin sabe que es una pobre excusa para no besarlo. Incluso el padre de Jihyo está distraído con el celular, de lo más tranquilo.

Jimin sacude su cabeza y ríe un poco, intentando aligerar el ambiente.—Claro. Así que...

—Adiós—Yoongi dice y a Jimin le duele un poco el pecho por eso.

—Sí, adiós. —Camina hacia la puerta de copiloto y, luego de entrar, la cierra, saludando con un apretón de manos al hombre.

Mientras el auto arranca, ni siquiera gira para ver a Yoongi.