Semen Up - yoonmin

•CAPÍTULO 7•

—Y aquí estamos en mi apart-

Jihyo se detiene ante lo que sus ojos ven. La puerta se abre completamente y sabe que la chica junto a ella está igual de pasmada. Sus mejillas están rojas de la vergüenza y del pensamiento de cómo saldría de aquello cuando Yoongi agarra del pelo a Jimin, levantando su rostro, y en el proceso, quitando la polla de su boca. Jimin frunce el ceño en la dirección de Jihyo y se levanta, en sus boxers, como si no hubiera una chica al lado de ella y su pene no estuviera visiblemente duro entre su ropa interior.

—Me muero de hambre, no conseguí mi desayuno. —señala la polla de Yoongi a la vez que éste se pone sus pantalones. —y no veo ninguna bolsa con jodidas medialunas.

Jihyo vuelve a respirar, ignorando a Jimin y a lo que ella llama "mañanero caprichoso de satán", y se gira hacia la chica hablando en un susurro.

—Lo siento, yo no sabía que él... —Hace un par de señas con sus manos, intentando darse a entender y la chica, la cual se llama Jeongyeon, le sonríe apenada.

—No, está bien. Debo acostumbrarme, ya sabes, mi hermano es homo también. —Jihyo asiente, aún alterada ya que no es algo que se veía todos los días.

—¡Quiero mis medialunas! —Vuelve a decir Jimin. Jihyo lo mira y luego a Yoongi.

—Bueno, ve con él a comprar las putas medialunas. —Ella le dice entre dientes. Jimin sonríe y agarra del brazo a Yoongi, tirándolo hacia la puerta y ambos saliendo de allí.

Pero entonces Jimin vuelve, riendo. —Mi ropa.

Agarra la vestimenta que está tirada en el suelo y luego de cambiarse, se calza las sandalias, yéndose de nuevo saludando en la mejilla a ambas chicas. Jihyo hace una mueca con los ojos bien abiertos mirando hacia el sujeto que... bien, en síntesis tiene olor a polla. Intenta no demostrar su pequeño disgusto no porque sea gay, sino porque ¡Hola, lávate la boca luego de chuparla!, pero se retuerce.

Jimin lo nota y se carcajea una vez fuera del apartamento, Yoongi alza una ceja y ambos se van.

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—Bueno yo pienso que Taeyeon es mejor que Lisa o cualquier otra.—Comenta Jimin mientras se come una factura.

—Pero es racista.

—¿Y? Es la reina de la reina de Corea Del Sur, amigo. —Yoongi rueda los ojos.

—Pero es racista.

—Ya lo dijiste. Espera, ¿estamos jugando a copiarnos a nosotros mismos? Bien, —Jimin aplaude.—Ya lo dijiste. Espera, ¿estamos jugando a copiarnos a nosotros mismos? Bien.

Yoongi frunce el ceño y entonces el teléfono de Jimin suena. Yoongi espera paciente mientras se toma su café, observando a Jimin hablar con, al parecer, Jihyo, y entonces recuerda la charla de la noche anterior y su corazón se estruja.

Jimin le había platicado un poco aquella mañana, antes de que se la chupara y mucho antes de que aparecieran Jihyo y su amiga. Le había dicho que como el chico era demasiado popular nadie intentaba enfrentarse a él por ser gay. No obstante, Jimin era demasiado débil, indefenso, y a la vez tenía una bocota, hablaba de más y sin pensar y por eso se ganaba miles de palizas, pero en su dolorosa defensa; era con lo único que podía protegerse a pesar de que terminaba perdiendo.

La sonrisa de Jimin se agranda y su rostro parece iluminarse. Yoongi lo mira inquisitivo cuando éste deja el celular en la mesa y lo observa.

—Jihyo y su amiga quieren que vayamos al parque de diversiones, para ayudar a su hermano o algo así. —Él se encoge de hombros.