001

710 68 81
                                    

Otro día más de castigo.

Otro día más en la escuela.

Y como de costumbre, ya me encontraba sólo atrás de todo en aquella aula, como el típico antisocial que soy.

—Eu, Manu, ¿me pasas la seis?— susurro el moreno a mi costado.

—No, deja de joder Mateo, hacelo vos.— conteste de malagana, ya me hartaba.

—No te pongas la gorra, dale.— insistió, mirándome con un puchero.

—Sos re hincha pelota, ¿sabías?— dije por último pasándole la respuesta. Él sonríe victorioso.

De repente el sonido de la puerta abriéndose llama la atención de todos.

—Perdón.— dice un pibe entrando con la respiración agitada.

—Oliva, su primer día de clase y llega tarde, fijese para la próxima.— habla la vieja de historia.

Éste asiente mirándola nervioso. Mira para todos lados perdido.

Lo ignoró y sigo en la mia, me recuesto sobre mis brazos, tengo mucho sueño.

—Vaya a sentarse atrás con Vainstein.— señala al nombrado.

La puta madre, detesto sentarme con alguien y mucho más si es un nuevo va a ser insoportable estoy seguro.

Veo sus pies caminando hacía mí, mis ganas de querer matarme aumentan, suspiro cuando al fin llega a mi lado y se sienta.

—Hola.— habla aquel pibe nuevo.

Me quedo en silencio, no tenía ganas de socializar.

—¿Podrías correr un poco tu silla?— vuelve a hablar.

Levantó la vista, mirándolo con mi mejor cara de orto, mientras corro mi silla para el costado.

Apenas llega y ya anda hinchando las pelotas.

Éste me sonríe al verme. Lo vuelvo a ignorar y apoyo nuevamente mi cara en mis brazos.

—Eu Oliva, ¿tenés una lapicera demás?— susurra Monzón llamando su atención.

Oliva asiente y busca en su cartuchera.

—No te conviene prestarle es re chorrito.— aseguro. Era la posta, Mauro se la pasa robando útiles porque le pintaba.

Éste me mira confundido.

—Cerra el orto Manuel.— habla Mauro mirándome mal.

—Yo te advertí.— digo al final.

Aceite de Oliva le entrega la lapicera a Mauro, tremendo gil, como se nota que es nuevo.

—Me llamo Valentín, ¿todo piola?— habla nuevamente cuestionando. ¿Qué le pinta? Ni lo juno y me habla, alto bobito.

—Estaba todo bien hasta que llegaste vos.— contesto cortante.

Él me mira confuso, posta que ya no me lo banco.

—Ni me conoces y ya te caigo mal bue.— dice con la mirada en la hoja mientras escribe.

Me limitó a no responder y observarlo.

Era ese típico pibe fachero de ojos azules que seguro tiene a todas las minas a sus pies. Pensé.

—¿Qué pasa, te embobaste al mirarme?— habla egocéntrico mientras ríe.

—Ahora entendes porque me caes mal.— digo mientras ruedo los ojos.

—Era joda, exagerado.— dice riendo.

—Sos infumable.—

—Oliva y Vainstein, ¿tienen algo que aportar a la clase?— habla la profesora llamando nuestra atención.

Miró avergonzado negando, todos los monos empiezan a reír.

—Entonces silencio.— vieja chota, ni que estábamos gritando como los taraditos de Ignacio y Mauro.

Miró mal a Valentín quien no para de reírse mientras me mira.

—¿De qué te reís aceite?— le digo burlón.

—Se te cayo la droga.— dice apuntando el piso, ahí se encontraban pastillas. Todos se giran a verme mientras se ríen.

Definitivamente, ya lo odio.

—•—

Nueva historia por acá, no se voy a seguir cuando me pinte imaginación ahre.

me fui a las típicas de la escuela, sorry

Ya que tanto insistían la subo hoy ✌

Manu ya odia a Valentín ;)

Nos vimo.

Hαтє; ωσѕρℓιкDonde viven las historias. Descúbrelo ahora