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Cuando aparco el coche y entro en mi casa enseguida me llega un agradable olor a cordero al horno, cosa que hace mi madre en las ocasiones especiales.
- Hola mamá. - digo mientras le beso la mejilla.
- Tenemos visita.
Echa un vistazo al cordero para evitar que se haga demasiado y me mira.
- Ha venido el jefe de tu padre, así que sé agradable.
- Yo siempre soy agradable mamá. - le digo con voz infantil.
- Ha venido con su mujer y su hija, así que no quiero que le hables ni le ofrezcas cosas indecentes.
- Bueno, eso depende de si está buena o no.
Tras recibir una mirada fulminante de mi madre cojo los vasos para llevarlos a la mesa. Cuando abro la puerta del comedor mi padre está hablando animadamente con sun jefe y su esposa.
- Este es mi hijo Austin. - dice presentándome. - Austin, ellos son Fred y Elizabeth.
Le estrecho la mano a ambos.
- Es un placer conocerte Austin, tu padre me ha dicho que eres una promesa del fútbol americano.
Ya está mi padre pavoneándose de mis habilidades deportivas.
- Creo que nuestra hija se alegrará de conocerte. Está en el salón. - dice Elizabeth señalándome a dirección.
- Gracias, pero ya sé donde está el salón, vivo aquí. - le respondo mientras salgo del comedor para buscar a la chica.
- Es un cachondo, ¿no creen? - dice mi padre intentando solucionar lo borde que he sido.
Cuando entro en el salón la chica está curioseando alrededor del piano. Toca una tecla y se sienta en la banqueta frente a él.
No puede ser, es ella, es Amanda.
- ¿Me persigues? - le pregunto sorprendiéndola.
- ¿Tú? ¿Que ha-haces aquí? - dice mientras se coloca bien las gafas.
- ¿Tartamudeas con mucha frecuencia?
Me acerco a ella y veo como desvía su mirada para no mirarme.
- Sólo con gente desconocida.
- ¿Me consideras un desconocido? - le pregunto mientras me llevo una mano al pecho. - Eso me ha dolido.
Noto como sinríe un poco y me hago hueco a su lado.
- ¿Sabes tocar? - me pregunta mientras me mira por fin.
- Hace tiempo que no toco, pero puedo tocar para tí.
Empiezo tocando la Sonata No. 11 In A Major. Mis dedos se desplazan ágiles sobre las teclas dejándola con la boca abierta.
- Hijo...
Mi madre se queda sorprendida al ver toco el piano después de tanto tiempo. Entre las fiestas, las chicas y los entrenamientos de fútbol no le he prestado ninguna atención.
- La comida ya está lista, a comer.
Paro y Amanda me aplaude mientras se levanta.
- Tocas muy bien.
- Hay algo que se me da muchísimo mejor. - le digo mientras sonrío.
Enseguida se ruboriza y agiliza su paso hacia el comedor.
- Eres muy malpensada, te iba a decir el fútbol.
Río a carcajadas haciendo que se sonroje más y desaparezca de mi vista.
Cierro el piano y ayudo a mi madre a colocar algunas cosas más en la mesa. Me siento al lado de Amanda recibiendo una mirada de desagrado por su parte.
- Se que te gusto White. - le digo al oído mientras le chupo el lóbulo.
Noto como sus pulsaciones aumentan bajo mi lengua. Me separo de ella dejándola traspuesta.
- Si quieres más ya sabes dónde estoy.
Sus mejilas se tiñen de rojo y baja la cabeza claramente incómoda.
- Os conoceis de antes, ¿no? - me pregunta su padre.
- Soy amigo de vuestro sobrino John.
- Hace tiempo que no lo vemos, anda liado con sus cosas. - dice Elizabeth.
- Si, sus cosas...
Como tirarse a chicas aleatorias cada fin de semana.
El resto de la comida Amanda tiene la mirada clavada en el plato si apartarla ni un momento.
- Tocas muy bien el piano.
- Hacía tiempo que no lo tocaba pero vuestra hija me ha insistido.
Paso mi brazo sobre sus hombros haciendo que los mueva en un intento fallido de que lo quite.
- Somos grandes amigos, ¿a que sí Amanda?
- Grandísimos. - responde con ironía.
- Eso es muy bueno. - dice su madre contenta.
- Y tanto.
A las cinco se van prometiéndonos una barbacoa en su casa el fin de semana.
- ¿Tienes algo que hacer Austin? - me pregunta mi madre mientras subo las escaleras.
- He quedado con un compañero de clase para hacer un trabajo.
- ¿Lo conozco?
- No, es nuevo en el instituto.
Entro en mi cuarto y cierro la puerta para que no me interrumpan.
Condón listo, regalo listo, perfume listo y dientes limpios.
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Idiota, te quiero. [Austin Mahone]
Teen FictionDe nadie seré solo de ti. Hasta que mis huesos se vuelvan cenizas, y mi corazón deje de latir...