Cap.3

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25/04/2018

Era un día como cualquiera solo que tenía algo muy especial, Sam mi mejor amigo estaba de cumpleaños, el sol se reflejó por mi ventana, la brisa era fuerte, se podía observar como caían hojas de aquel árbol gigantesco de mi jardín.

Estaba tan feliz por ir y decirle cuánto quiero... Cuánto amo a Sam. Tenía 2 y el 4 años y nuestras mamás se conocieron en un parque, ellas se volvieron inseparables, Sam y yo también lo hicimos.
Cumplía 18 años, si, es mayor por 2 años para mí.

Me vestí lo mejor que pude, y salí de casa con una bolsa de regalo.

En cuanto llegue, lo abrace como nunca.

--Sam: ¡Hola pequeña!. ¿Qué haces aquí?, Mi cumpleaños pasó hace horas. - dice sarcástico mientras me abrazaba -.

--Crystal: Oh... Entonces, supongo que me iré. - volteé mi cuerpo hacia la puerta, haciendo que salía -

--Sam: ¡NO ESPERA!. - me toma de la mano para así abrazarme -. Quédate, gracias por venir pequeña mocosa. - sonrío leve, pero eso hacía que sonriera con él.

--Crystal: ¿Sabes?, Te tenía algo, pero me lo quedaré. Tú cumpleaños ya pasó. - alzó los hombros -.

Sentí que me rapto de mis manos aquella bolsa.

--Sam: Muestra aver... ¿Mmmm será un mini Alien?. - abre la bolsa con la rapidez que la rompe -.

Sacó de allí un oso de peluche, con una rosa y una carta.

Abrió aquel sobre de papel y comenzó a leer.

[Carta]

Querido idiota, ¿Te acuerdas cuando prometimos e hicimos un pacto, de estar el uno para el otro?. Llegó el momento de agradecerte. Cada segundo, minuto, días, que hemos pasado juntos, me has hecho la chica más feliz con tu amistad, tus sonrisas y sobre todo tú cariño.

Te amo.
Att: Crystal.

Ví como salieron unas ligeras lágrimas, al ver eso sonreí. Nunca, pero nunca lo ví llorar por una estupidez.

--Crystal: Oww... ¿Estás llorando pequeño inútil?. - lo abrace e hice qué recostase su cabeza en mi hombro -.

--Sam: ¿Qué crees?, Estoy sudando. Casi adivinas, pero nah mala suerte. - se limpia las dichas lágrimas y sonríe -.

Después de ese icono momento, salimos de su hogar, le propuse ir al centro de distracciones, pero dijo que fuéramos al parque la cuál íbamos. Ni modo, era su cumpleaños.Y también quería pasar tiempo con él antes de irme a estudiar a Corea.

Llegamos allí y había un escándalo... Había personas gritando, corriendo y una que otra tirada, ensangrentadas en el suelo.

Me asusté, mucho. Soy muy paranoica, mis piernas no se podían mover, me quedé intacta. Escuchaba que Sam me gritaba, jalaba, pero no podía concentrarme con tan dichoso escándalo.

Escuché algunos tiros, y me asusté aún más, mi cara parecía papel. Lo único que hice fue acurrucarme, cerrar mis ojos y tapar mis oídos. Escuché un tiro cerca, pero muy cerca de mí... Por un momento pensé estar muerta, pero no fue así.

Ví a Sam tirado al igual que las otras personas. Grité, llore y me lamentaba. En eso sentí que tomó mi mano.

--Sam: O-oye... Corre, corre. No olvides cuanto... T-e am...mo. - me susurró entre todos los gritos que habían -.

Sentí que su medio fuerza con la que me tomaba la mano, se desvaneció por completo. Su corazón paró, y mi mundo se me vino encima...

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Había planeado una pijamada con mis dos amigas. Aliste la pijama, algunos juegos didácticos, un poco de comida, y por supuesto aquel cuchillo, pero está vez lo guarde en mi bolsillo trasero.

Salí del apartamento, era día festivo, aproximadamente las 9:30 Pm. Estaba caminando está vez sin música o algo por el estilo. Cada vez que caminaba veía el compás de mis pies, sentí en un momento que me seguían, pero ni por la cabeza se me pasó voltear.

Cada vez se escuchaban otros pasos amigos, más cerca, y más cerca, y me comencé a asustar. Miré para atrás pero no vi ni una sombra, mi vista volvió adelante viendo directamente a un señor, algo viejo, mal vestido, y mal olor.
Por supuesto que me asusté, intenté correr pero, me paralice. Aquel señor me miraba y camina despacio hacia mí, haciendo que mi respiración sea más constante. Y llegó un punto en el que ese señor se acercó, aprovecho mi miedo, y me tomo, me puso una mano en la boca para que no pudiera gritar, pero ni eso podía hacer, lo único que consiguió fue que no pudiera respirar.
Recordé el cuchillo pero no podía ya que tenía mis manos juntas. Me movía fuerte, pero no vi resultados, así que decidí rendirme.

Aquel señor me iba quitando los botones de mi camiseta, haciendo ver mi sostén. Pero por un momento paró, sentí que me soltó y me aleje de él.
Ví que encima estaba otro tipo, golpeándolo, muy pero muy fuerte, tanto que lo dejo inconsciente. El chico se paró, no se podía ver su rostro, tenía una máscara completamente negra, y una gorra, a un costado de la máscara pude observar una rosa, una muy parecida a la que ví encima del cadáver del chico de mi escuela y a la del escrito. Se quedó parado, supongo que viéndome.
Temblaba, sudaba, no podía respirar. Saqué el cuchillo de atrás de mi bolsillo y se lo mostré, mientras que corría hacia atrás, tapando con mi mochila mi pecho.

Él simplemente se acercaba lentamente hacia a mí. No pensé en más y corrí, no sabía para dónde, pero logré irme de allí.

Ví una tienda conocida que quedaba cerca de mí casa, sin más corrí hacia allí.
Llegué a mi casa, asustada, y subí a mí habitación rápidamente. Me encerré, tiré mi mochila, apague la luz y me tiré a mí cama. Tomé mi celular y les dije a las chicas que no pude ir por un inconveniente, tiré mi celular al lado mío. Comencé a llorar, recordando el incidente de hace años... Y sin más me dormí.

Joonkill;; Psicópata enamorado. Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora